Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
6
Romance. Drama La primera producción de éxito de Steven Spielberg, un joven de 22 años que, desde niño, hacía películas en super 8 mm. Narra de forma poco convencional, sin diálogos, la historia de dos personas que se conocen en pleno desierto y se enamoran. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2012
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque es su segundo trabajo, “Amblin” se constituye como el “primer” trabajo oficial de Steven Spielberg y su tarjeta de visita que le abrió las puertas a la televisión (dirigiendo algún capítulo de “Colombo”) y presentándonos dos magistrales piezas de terror cotidiano como son “El Diablo Sobre Ruedas” (Duel, 1971), estrenada primero en la televisión por cable para estrenarse, debido a su éxito en la gran pantalla, y la sobrenatural “Algo Diabólico” (Something Evil, 1972), a la que posteriormente vendrían la comedia dramática “Loca Evasión” (The Sugarland Express, 1974) y el horror de los horrores a pie de playa en “Tiburón” (Jaws, 1975).

Pero ya en 1964 había montado un corto casero, entre otros desde 1959, titulado “Firelight”, un híbrido de terror y ciencia-ficción de andar por casa en que unas esferas lumínicas del espacio terror invadían la tierra y atacaban a la gente. Posteriores obras como “Algo Diabólico” y “Encuentros en la Tercera Fase” (Close Encounters of the Third Kind, 1977) son deudoras de una curioso trabajo que llegó a prolongarse a casi tres horas de metraje.

“Amblin” sin embargo es un trabajo de campo. La gran oportunidad que le ofrecieron a Spielberg para aventurarse en su carrera. El final de una etapa y el principio de otra que ya el gran público conoce. Es una historia de dos almas que se juntan, dos autoestopistas que se conocen por circunstancias derivadas a la prescindible hospitalidad de los conductores que no se resignan en recogerlos y que se aventuran a pie por el desierto en busca de alguien que les recoja. Pero antes descubrirán sus afinidades, participaran de sus chistes y juegos para matar el aburrimiento hasta que conocerán el amor. Pero la pregunta está en el aire… ¿Están hechos realmente el uno para el otro?

Sin diálogos pero con música “Amblin” (que dio nombre tambien a su productora Amblin Entertainment) resulta un cortometraje curioso por la rúbrica que lleva a la hora de mostrarnos el desencanto e una juventud (de mitad de los sesenta), rebelde y sin rumbo fijo.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow