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Voto de Natxo Borràs:
9
Comedia. Drama El viejo Giacinto vive en los arrabales de una gran ciudad italiana con su esposa, hijos, nueras y nietos. En total casi veinte personas en la misma chabola. Casi todos los miembros de la familia son extremadamente egoístas, y sólo quieren el dinero que guarda afanosamente el padre de familia, un hombre huraño y tan miserable como los demás. Todos tratan de ganarse la vida, aunque algunos necesitan parte del dinero del padre para subsistir. (FILMAFFINITY) [+]
10 de enero de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ettore Scola es uno de los nombres más sobresalientes en el panorama del cine italiano de la últimas décadas pero que siempre se ha mantenido al margen de otros directores más conocidos a posteriori. Sus películas más cercanas a la ironia de Marco Ferreri o Dino Risi no han recibido el trato que merecía a pesar de dejarnos títulos tan notables como “Una Jornada Particular”(1977), “Macarrones” (1985) o “La Familia”(1987).

En 1976 dirigió su película más sarcastica, transgresora y marrana en el sentido primitivo de la palabra. Un barrio de chabolas en la periferia romana es el escenario en cuestión donde se resuelven las disputas de una familia compuesta por un padre (excelente Nino Manfredi) y su docena de hijos que buscan un dinero que posee cobrado de modo fraudulento, quedándose ciego de un ojo tras un accidente deliberado.

Toda una serie de situaciones que bailan entre la comedia y el drama plantean el film de Scola como una crítica agresiva sobre las clases emergentes (en la película inexistentes en ese microcosmos de barracas) bajo la despreocupación de vivir alegremente en la miseria y la pobreza. Los valores como la unidad y la familia son degradados en pro del gamberrismo, el furto y la indecencia, pilares contrarios a unas expectativas generadas por los cambios socioeconómicos en el país transalpino.
Natxo Borràs
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