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Voto de Natxo Borràs:
7
Drama Eddie Felson, antiguo campeón de billar retirado, vive de su negocio de licores. Un día, en una sala de juego, conoce a Vincent, un joven jugador de billar, que aún no ha encontrado un oponente de su talla, y que siempre va acompañado de su novia, que es la que se encarga de las apuestas que se hacen a favor de Vincent. (FILMAFFINITY)
21 de junio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente a Martin Scorsese, sin hartarse de ir al cine y disfrutar de buenos clásicos antes de dedicarse a elaborar los suyos, disfrutó con “El Buscavidas” (The Hustler,1961) de Robert Rossen, destacable drama donde Paul Newman sobreactuaba en su papel de jugador de billar, perdedor y hombre sin rumbo fijo. Con mejor excusa el realizador de “Uno de los Nuestros” (Goodfellas, 1991) aprovechó sacarle jugo a una novela escrita a principios de los años ochenta por Walter Tevis, y revivir el mítico Eddie Felson que antaño protagonizara Paul Newman.

Y Newman vuelve a convertirse en Eddie, ya sesentón pero que pasea sin descanso pero sin su inseparable taco, en los bares como vendedor de alcohol. Aunque está al día de los billares, de quién juega mejor en cada lado y con quién es mejor apostar o no fuerte, él ya no participa activamente. Pero cuenta con Julian (John Turturro) un protegido cocainómano a quien le ha enseñado las mejores artes del juego hasta que se topa Vincent (Tom Cruise) y su interesada novia Carmen (Maria Elizabeth Mastrantonio) en la que se aprecia hasta qué punto prefiere un novio guaperas, inmaduro y con un mísero trabajo en un centro comercial, cuando de repente vé a un hombre maduro y atractivo entrar en su vida.

Pero Eddie sabe que Vincent es un diamante en bruto y que hay que pulir. Pero no solo en la mesa de billar si no también en el juego. Y le retará en un peregrinaje por los mejores antros del país (con Forest Whitaker e Iggy Pop entre sus clientes) hasta su llegada a Atlantic City dónde se celebra un importante torneo con los mejores jugadores.

Aunque el personaje recuperado por el mismo Paul Newman podría evidenciar de que “El Color del Dinero” podría considerarse una secuela de “El Buscavidas”, Scorsese pretendió, sin embargo, reflejar un doble retrato sobre la madurez y la juventud enfrentadas a un duelo que, más que ir a por lo personal, intenta reflejar el cambio de actitudes de generación en generación a lo largo de los años. Y veinticinco separaban el film de Robert Rossen y éste Scorsese que nos pretende refrescar la memoria a pesar de las mamarrachadas de Tom Cruise, (aunque ya empezaba a desempeñar importantes papeles dramáticos y aquí está la prueba) cuya imagen entonces estaba fijada en “Top Gun” y ser el ídolo de las jovencitas por aquel entonces…
Natxo Borràs
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