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Voto de Natxo Borràs:
6
Thriller. Drama El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas nos encontramos ante una de las más gratas sorpresas del cine español de los últimos años. Daniel Monzón tiene suficientes razones como para poder aplicar sus conocimientos de cine en su antiguo trabajo de crítico (siempre se ha sido cocinero antes que fraile) para sentar cabeza y ponerse detrás de las cámaras con su aceptable ópera prima “El Corazón del Guerrero” (2000); la comedia negra “El Robo Más Grande Jamás Contado” (2002); la intrigante “La Caja Kovak” (2006) y finalmente este entremés de drama de denuncia, acción y thriller de alta tensión (toda una encerrona para los taquicárdicos) que representa con creces “Celda 211”.

Podía haberse vendido como un “Prison Break” a la española. Pero no hay planes de fuga en juego. Solamente intenciones con una respuesta: llegar hasta el final. Juan Oliver (Alberto Ammann) es un funcionario de prisiones que antes de incorporarse a la dura tarea de vigilar las dependencias de una penitenciaría, decide hacer acto de presencia por pura cortesía. Podía haber disfrutado de su último día ante los cálidos brazos de su querida esposa Elena (Marta Etura) que está a punto de dar a luz, pero se decide por lo primero en el día menos señalado; Malamadre (Luis Tosar) uno de los reos más peligrosos ha organizado un motín que va a poner entre las cuerdas no solo a los celadores sinó también a los representantes del Ministerio del Interior. Juan, durante la avalancha de presos, se recocija en la vacía Celda 211 después de sufrir una herida en la cabeza. En el submundo de ladrones, violadores y asesinos encerrados, Juan tendrá que ganarse la confianza de todos ellos, y especialmente de Malamadre al que los demás lo adoran como a un líder.

Y aquí empieza un laberíntico entramado dónde solo hay lugar para los malos. Malamadre es el anti-héroe por excelencia. Luis Tosar en el papel de su vida capaz de manejar con total libertad de movimientos, a la locura total, representando la exposición de la Anarquía en carne y hueso. Aunque tenga que olerse, peligrosamente, la chamusquina de que pudiera haber un “spin-off” sobre este anti-héroe. No os extrañe. Nos acercamos a Hollywood.

Lo Mejor: Luis Tosar
Lo Peor: el mal genio de Utrilla, que interpreta Resines, muy propio de un personaje de “El Crimen de Cuenca”
Natxo Borràs
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