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Voto de Natxo Borràs:
6
Acción. Drama. Thriller Cheng (Bruce Lee) llega a Bangkok desde China habiendo prometido a su madre que no se metería en peleas. Nada más llegar, encuentra trabajo en la fábrica del Sr. Mi, pero descubre que la factoría es en realidad una tapadera para encubrir el tráfico de drogas y la prostitución. Dos obreros desaparecen misteriosamente y los restantes trabajadores deciden ir a la huelga. La dirección envía contra ellos a hombres armados, y es cuando Cheng ... [+]
1 de junio de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada con el título de “The Big Boss” (El Gran Jefe), esta producción manufacturada en Hong-Kong fue de las primeras en recalcar la importancia que sobrevendría en el uso de las artes marciales dentro del celuloide. No solo catapultando la fama al californiano de origen chino, Bruce Lee, buscando la fama a expensas de Hollywood en las colonias orientales donde su figura era aclamada más que un ídolo, un símbolo exportable, sino que los años siguientes la acción física de recurrir a golpes, mediante patadas y puñetazos, adquiriría más importancia que el uso de armas de fuego (aquí solo se emplean puñales y navajas en las situaciones límite).

Pero lo importante era distribuir al mundo ese toque “oriental”. El sello por excelencia vendría a manos de Raymond Chow y su Golden Harvest. Chow, productor hongkonés nacido en 1929, y que en los años siguientes lanzaría a la fama a otras estrellas como Jackie Chan, contaría con Lee en otra película de relevancia para la carrera del actor: “Furia Oriental” (Jing wu men, 1972) antes que Hollywood lo absorbiera con “Operación Dragón” (Enter the Dragon, 1973).

“Kárate a Muerte en Bangkok” se rodó en Tailandia y en pésimas condiciones. Bruce lee encarna a un joven que, a expensas de madre y cumpliéndole la promesa de no meterse en reyertas, es contratado para trabajar en una fábrica de hielo, tapadera para el comercio de droga y cuyos trabajadores son explotados por unos crueles capataces a la vez controlados por un rico jefe y su hijo, más mafiosos que empresarios. Bruce va a poner las cosas en orden con unas escenas de acción que, a pesar la pésima fotografía, le hacen justicia.
Natxo Borràs
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