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España España · Madrid
Voto de keizz:
7
Drama Ryoata, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional, vive felizmente con su esposa y su hijo de seis años; pero su mundo se viene abajo cuando los responsables del hospital donde nació su hijo le comunican que, debido a una confusión, el niño fue cambiado por otro. (FILMAFFINITY)
14 de marzo de 2014
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que hay que apuntar es que es muy difícil hacer esta película sin caer en sentimentalismo forzado. Muy difícil no traspasar la línea que delimita la sensibilidad de la sensiblería. A mi juicio, esta película lo consigue en términos generales, mas allá de alguna inevitable escena de cara a la galería.

El director de esta gran película es Hirokazu Kore-eda, autor de aquella película (también de trama familiar) que tanto nos gustó hace pocos años llamada “Still Walking”, y de la espléndida “Nadie sabe”. También dirigió hace poco “Kiseki” (“Milagro”) pero esta no es tan buena como las dos primeras que he nombrado, y que recomiendo absolutamente a quien no las haya visto.

Seguro que hay gente que discrepa de mi, pero yo creo que Kore-eda ha hecho una magnífica película sobre todo por eso, porque la tentación de ir a lo fácil, a la escena lacrimógena y resolver la película por la via rápida era muy fuerte, y hacer este cesto con estos mimbres requiere un tacto y una sensibilidad que el director japonés demuestra poseer con creces. Por supuesto, es mejorable, no es una obra maestra.

La película está enfocada en todo momento desde el punto de vista del padre arquitecto. Se podría haber hecho desde el prisma del otro padre, o del de cualquiera de las madres, o desde el punto de vista de los niños. Porque sí, es verdad, es un drama increíble para los padres, pero ¿qué me decís de los niños? Yo creo que la verdadera tragedia es la del niño, que con seis años descubre que sus padres no son sus padres. Asumir esto para el cerebro de un niño de seis años me parece mucho más complejo y un reto mucho más apasionante que el efecto y el proceso que causa esta información en un padre.

Por lo tanto, tenemos varios debates. El padre rico y triunfador al que le mueven los cimientos de su vida con la noticia de que su hijo no es su hijo. Tiene que decidir si quiere al hijo que ha estado cuidando, sabiendo que no es su hijo biológico, o prefiere tener a su verdadero hijo, al que no conoce de nada. Su primera reacción es entender porqué Keita no era tan competitivo como él, claro al no ser su verdadero hijo entiende todas las cosas en las que el niño no era como él quería que fuera. Además, está la recriminación latente (nunca explícita) a la mujer por no haberse dado cuenta de que el niño que la daban no era el suyo.

Por otra parte está la mujer. Pegó el braguetazo y se casó con el arquitecto triunfador pero no es del todo feliz porque él siempre está obsesionado con el trabajo y no les presta mucha atención a ella y al hijo. Se culpa a sí misma de no haberse dado cuenta de que le daban un niño que no era el suyo pero se disculpa porque estuvo enferma después del parto. Adopta en todo momento una actitud pasiva, dejando toda la decisión final en manos del padre, aunque deja claro (a su manera) que prefiere quedarse con el hijo que ha estado cuidando, aunque no sea el suyo. A mí el punto de vista de la madre me parece el más interesante de todos, y es el que más dudas me ofrece. No soy madre, claro, y no lo puedo saber, pero si eso que cuentan del instinto maternal es cierto, me parece difícil que una madre no se de cuenta de que le cambian al niño recién nacido. Y, por otra parte, si se confirma el error, me parece muy raro que una madre prefiera quedarse con el hijo que ha cuidado antes que con el biológico. En este sentido, creo que los padres son distintos que las madres. Bueno, en este sentido y en muchos otros, pero en este especialmente.

Y luego están los niños. Son las verdaderas víctimas de todo esto, pero en la película tienen un papel secundario. Da la sensación de que se dejan llevar, que no opinan y que ni siquiera pueden quejarse. Cuando uno de ellos pide volver con papá y mamá se tapa la cara y pide perdón. Pero claro, para entender esto me remito a mis comentarios de la prepelícula, hay que ser japonés. A nosotros nos parece inconcebible que un niño de seis años no la líe parda cuando le cambian de padres, pero allí es otra cosa, por lo que no podemos entrar a valorar algo en lo que sencillamente estamos en otra onda.

Además, está el debate entre padres. El padre rico está siempre pensando en el trabajo. Le compra todo a su hijo, le lleva a los mejores colegios, le hace tocar el piano y le provee de todo lo necesario, pero no le dedica tiempo. Además es estricto y exigente con él. Por el contrario, el padre pobre es cercano, tierno y juguetón, dedica mucho tiempo a estar con sus hijos, y cuando se rompe un juguete no les compra otro, sino que intenta arreglárselo. Ya se, este debate es fácil y manido, pero está bien planteado, y además me gusta porque estas actitudes que, desde el punto de vista de los niños está claro cual prefieren, choca con el de las madres, puesto que la del padre pobre se queja en cierta ocasión de que su marido no se dedique tanto a prosperar profesionalmente como el otro. Una vez más, todo depende de como se mire…

“De tal padre, tal hijo” nos llama a reflexionar sobre las relaciones familiares y sobre la importancia del amor a las personas más allá del vínculo de sangre que haya entre ellas. La sangre no es más que sangre, y todas las sangres son iguales. Somos aquello que somos para los demás. Somos buenos si los demás nos ven buenos. Y somos hijos de los padres que nos tratan como a hijos, tanto da si nacimos de ese vientre o de otro. Somos lo que los demás nos hacen sentir que somos.

Ya termino. Respeto todas las opiniones pero a mí esta película me gusta mucho. Me gusta porque funciona en mi cerebro, porque me plantea cuestiones interesantes, y porque funciona en mi parte emocional. Me gusta mucho el modo en que Kore-eda cuenta sus historias, siempre me sabe arrastrar hacia el interior de ellas, lo encuentro cercano, creíble, accesible, honesto, sutil y conmovedor. Toma ya.

http://keizzine.wordpress.com/
keizz
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