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España España · Madrid
Voto de keizz:
8
Animación París, 1930. Salvador Dalí y Luis Buñuel son las principales figuras del movimiento surrealista, pero Buñuel ve cómo se le cierran todas las puertas después del escandaloso estreno de "La edad de oro", su primera película. Sin embargo, su buen amigo, el escultor Ramón Acín, compra un billete de lotería con la loca promesa de que, si gana, pagará el documental que su amigo quiere rodar sobre Las Hurdes, una de las regiones más ... [+]
9 de mayo de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis Buñuel cosecha un estrepitoso fracaso con su primer largometraje (“La edad de oro”), que hace que se le cierren todas las puertas y nadie quiera producir su siguiente proyecto, un documental sobre Las Hurdes. Su buen amigo Ramón Acín compra un billete de lotería y le promete que si le toca el premio, lo invertirá en su película. Increíblemente, el número de dicho billete resulta agraciado con el gordo de Navidad, y Ramón Acín mantiene su promesa y llama a Buñuel para viajar juntos a Las Hurdes a rodar el documental.

Salvador Simó dirige este documental de animación, basado en el comic homónimo de Fermín Solís, y resulta un potente y emocionante relato de lo que fue el polémico rodaje de una de las películas más renombradas del legendario director aragonés, “Las Hurdes, tierra sin pan”.

La película es magnífica en cuanto a estética, y sobrecogedora por la crudeza de lo que cuenta. Para añadirle fuerza y dramatismo, este documental de animación se adereza con imágenes reales de la película de Buñuel que retrató con brutal realismo una de las zonas más desoladas de España en los años treinta.

Hay escenas realmente impactantes, como el despeñamiento de la cabra, la niña enferma que se tumba a un lado de la calle para morir, la decapitación del gallo o la muerte de un burro por las picaduras de las abejas que transportaba. Pero todo esto era la realidad de Las Hurdes en aquella época, y es lo que Buñuel reveló con su película. Pero junto a esas escenas terriblemente duras también impacta el rodaje en la escuela, cuando un niño se lanza a Buñuel para que le dé un abrazo, y los demás niños se unen también buscando ese gesto cariñoso, algo que es tan necesario a esa edad. En aquella zona tan pobre, los niños no tenían de nada, ni siquiera abrazos.

Por otra parte, en la película se nos muestra un Buñuel torturado por sus visiones oníricas y por los traumas de su infancia. El cineasta tenía una relación difícil con su padre, un hombre estricto cuya falta de cariño hacia su hijo le marcó para siempre. Otra relación difícil es la que mantiene con Dalí, con quien realiza su famoso corto “Un perro andaluz”, y la gente le da la mayor parte del mérito al de Cadaqués. Esa rivalidad entre genios del surrealismo queda patente cuando se ve a Buñuel enfadarse cuando un admirador le pregunta, tras ver “La edad de oro”, por unas escenas dalinianas, dejándole claro Buñuel de malas maneras que Dalí no tuvo nada que ver en esa película.

Otro aspecto muy interesante del film es el contraste que nos muestra entre las figuras de Buñuel y Acín. Dos íntimos amigos con personalidades radicalmente opuestas. El escultor era un hombre sensato, comprometido, que quiere hacer la película para denunciar la situación en que vivía la gente de Las Hurdes, mientras que Buñuel tenía un punto de vista diferente y anteponía la parte artística a la social, estaba más interesado en la obra que estaba creando que en mejorar la vida de la gente a la que filmaba. Pero a pesar de sus diferencias, su amistad estaba por encima de todo y el proyecto terminó por cristalizar.

La pregunta que percibe el público en el mensaje de la película es si en el arte el fin justifica los medios. Buñuel quiere realizar un documental de un modo realista, pero si la realidad no se adecua a lo que él quiere, no tiene inconveniente en retorcerla hasta que pasen las cosas que cree que tienen que pasar. Y si para que se despeñe una cabra, hay que dispararle, se le dispara. Para Buñuel evidentemente el fin justuficaba los medios sin ninguna duda, y si las imágenes no tenían la crudeza que él quería mostrar de un modo natural, no dudaba en forzarlas.

La parte menos lograda de la película, en mi opinión, es es desarrollo de la personalidad de Buñuel. El retrato psicológico del artista se queda a mitad de camino, no se profundiza realmente en ello. Tampoco se nos muestra con la claridad y la profundidad necesaria el proceso creativo de Buñuel, me habría gustado conocer más las interioridades profesionales del talentoso director. Y otro punto ligeramente decepcionante es lo corto que resulta la película. Cuando ví que se terminaba no me lo podía creer. Te quedas con la sensación de que te tenían que haber contado más cosas.

Una película muy recomendable. Cine dentro del cine, que además sirve para revisitar esa película sobre las Hurdes que retrataba una situación que avergüenza ver, de hace menos de cien años y que parece de la época medieval. Además, es un homenaje a uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX, pero sin endulzarle sino más bien al contrario, mostrando sus miserias como ser humano. Ningún cinéfilo debería perderse esta película.

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keizz
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