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Voto de Guillermo Rico:
5
Drama Historia de una ninfómana contada por ella misma. Una fría noche invernal, un viejo solterón (Stellan Skarsgård) encuentra en un callejón a una joven (Charlotte Gainsbourg) herida y casi inconsciente. Después de recogerla y cuidarla, siente curiosidad por saber cómo pudo haber llegado a semejante situación; escucha atentamente el relato que ella hace de su vida, una vida llena de conflictos y turbias relaciones. Para su estreno ... [+]
13 de septiembre de 2016
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Y pasado el tiempo suficiente, mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que el huracán no ha dejado víctimas ni daños suficientes para ser temiblemente recordado.

Nada mejor que la marca Lars Von Trier para poner al cinematográfico común en alerta y a los festivales feroces en apogeo. Lo hacía hace algo menos de un año con la que prometía ser su película más feroz y provocadora. Dividida en dos partes y censurada. Aliándose de la prohibición para agrandar la leyenda, aparecía esta Nymphomaniac en su primer volumen de piezas compuestas.

El supuesto drama en la piel de un gran Charlotte Gainsbourg asfixiada en la rareza. Stellan Skarsgård ganándose el puesto en cada conversación y Stacy Martin llevándose a ambos y al resto de nada despreciables secundarios por delante.

Poder amar y no disfrutar de hacerlo o su antónimo como disyuntiva del relato. Para nada empezaba mal el juego e incluso los primeros capítulos atrapaban entre lo mejor del danés. Un principio rotundo y poderoso como muestra perfecta de la propuesta acompañada de una escena en tren magnífica. El cometido cumplido, todos tenían ganas de saber más.

Es en el segundo volumen donde, poco a poco todo comenzó a desvanecerse. La historia perdía interés cuando, supuestamente, subía de intensidad y lo que prometía ser transgresor se convertía en finito. No obstante, esperábamos la jugada final del genio. Pero, esta vez, el delirio final se convirtió en un clímax sonrojante y de tremendo peso negativo para el resultado total.

Escuché risas jóvenes al finalizar la proyección.

Nymphomaniac se convertía así, en la metáfora perfecta de su creador. Los dos lados del artista que busca desesperadamente las ganas de mostrar un talento inconcluso.

Desde aquí, sabemos que lo tiene. Esperaremos al siguiente capítulo.

P.D. Su versión íntegra no aporta más datos al relato.
Guillermo Rico
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