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España España · Barcelona
Voto de Olivares:
9
Drama Lenny Bruce es un cáustico humorista que trabaja en locales nocturnos de poca categoría. Poco después de conocer a Honey, una exuberante bailarina de strip-tease, se casa con ella. Durante años mantienen una relación tumultuosa que incluye drogas y sexo poco convencional, pero acaban separándose. La fama de Lenny como showman va en aumento, pero también las denuncias y juicios que debe afrontar debido al carácter subversivo de su humor. (FILMAFFINITY) [+]
1 de marzo de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chocante, atrayente, hiperrealista, divertida, emotiva, escandalosa... Bob Fosse se tomó una pausa entre Cabaret y All That Jazz para rodar una película que quizá hubiera merecido más atención. Lenny es la historia del cómico y monologuista Lenny Bruce, un americano de pro, judío para mas inri, que se dedicó a denunciar todo el puritanismo y la doble moral de su sociedad, y además lo hizo con humor, que es aún más difícil.

De una fuerza magnética intachable, quizá lo que más sorprende del film es su estilo formal. Rodada en un pulcrísimo blanco y negro con una gran fotografía de Bruce Surtees, y unas interpretaciones memorables de Valerie Perrine y Dustin Hoffman que realmente fueron “abducidos” por sus personajes, el hiperrealismo que impregna la película reduce Requiem por un Sueño a la categoría de spot publicitario (increíble la escena del teléfono). Pero por encima de todo, es su formato documentalista, estructurado en base a entrevistas a conocidos y amigos del personaje, y sobretodo a Honey (Perrine), la mujer de Lenny, que nos va desgranando poco a poco la vida del artista y lo que significaba estar a su lado. El tono es a la vez de confesión y de visita al psicólogo, y ahonda sin barreras en la vida liberal de los años 60. Porque un film sobre un personaje que intenta destruir los tradicionalismos sobre el racismo, el sexo, la vida en pareja, el sistema judicial, etc... no puede permitirse poner barreras, y como Lenny en si mismo, la película avanza hasta el objetivo más oscuro y recóndito, sin florituras ni concesiones, o estás con él o no estás... o blanco, o negro. Las confesiones de Honey-Perrine (indivisible unidad), nos muestran como todo lo que Lenny-Dustin era sobre el escenario también lo era en su vida... guarro, mal hablado, incisivo... pero también honesto, divertido, y luchador... coqueteó con el sexo libre y las drogas, y habla sobre ellos en sus speechs, consigue acercarse al público como nadie lo ha hecho... Y todo eso es demasiado para un establishment americano que sigue viviendo no ya en la guerra fría, sino en el puritanismo de los padres fundadores, y ¡oh, sorpresa! La ley escrita les importa poco cuando se trata de eliminar a alguien indeseable para “el buen funcionamiento y la cohesión de la sociedad”. Como un auténtico predicador en el desierto, Lenny Bruce se subía al escenario, dejaba que el foco le apuntara solamente a él, y decía unas cuantas verdades para que el resto pudiéramos disfrutarlas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Olivares
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