Debo confesar que fui a ver esta película con una serie de prejuicios bastante injustos, y aunque traté al final de verla desde un punto objetivo no he podido cumplirlo al completo. Aún así trataré de ser lo más justo posible con mi crítica:

Le he puesto un seis, y la verdad, no me ha decepcionado. Lo contrario, esperaba algo peor. Tiene momentos de sensiblería, pero otros realmente buenos. Pero la película falla en algo: trata de ser tan original e innovadora que acaba siendo irritante. Tiene momentos (muchos, a mi pesar) que parece un videoclip, y vale, los excesos de forma dosificada me encantan, pero tantos tantísimos me descolocan demasiado y me irritan mucho.

La historia y el guión está hecha para la lágrima fácil, pero a pesar de los excesos ya comentados, el director consigue esquivar en bastantes momentos esta situación, cosa que le voy a agradecer durante mucho tiempo. Pero, repito, trata de ser DEMASIADO original y acaba cansando bastante. Hubo un momento en el que me estaba cansando demasiado de tanto movimiento de cámara y tanto desvarío estúpido, pero sin darme cuenta llega el final y aparecen unas cuantas escenas por las que merece ver la película. En esa línea son los excesos que me encantan. Ahí estuvo PERFECTO.

Por eso tiene la voto con un seis, porque como dice al lado del número, es interesante, bastante interesante. Tiene momentos geniales, otros irritantes, y por culpa de esto la película baja varios enteros. Pero por lo menos no me ha decepcionado para nada, y es algo que agradezco. Prometo no volver a ser injusto con una película así porque sí.