Para muchos este film siempre será considerado uno de los mayores traspiés de Coppola, pero no todo creo que fuera culpa del director, sino que una unión de elmentos funestos ayudaron a convertir la película en un auténtico despropósito en muchos aspectos.
La elección de la pareja protagonista es uno de los primeros puntos negativos. Ninguno de los dos logra que empatizes con ellos, debido a unas interpretaciones lineales. Quizás Terri Garr logre brillar en alguna secuencia...pero me cuesta recordar en cuál.
El guión de Armyan Bernstein es un auténtico esperpento en todos los aspectos: Falto de ritmo, sin chispa y con una gran cantidad de incoherencias difíciles de encajar, y que se llevan por delante cualquier trabajo realizado tras las cámaras.
Aunque no todo es malo y también tenemos que reflexionar sobre las cosas buenas: Magnifíca fotografía de Vittorio Storaro, el cual sabe retratar a los personajes de una forma perfecta, las canciones de Tom Waits y Crystal Gayle son las que logran que quedemos atrapados en la atmósfera en la que nos quiere introducir el director y como no, las apariciones de Raul Julia y Nastassia Kinski (estos dos sí que tienen magia) son lo mejor del film.
Una buena idea, pero que fracasó en taquilla debido a un presupuesto demesurado (recrear Las Vegas) y una aceptación fría por parte de un público al que le sorprendió y mucho que el director se introduciera en el musical de carácter rómantico.