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Voto de Nacho Nava:
7
7,2
51.372
Drama
'Bohemian Rhapsody' es una celebración del grupo Queen, de su música y de su singular cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo. El film plasma el meteórico ascenso de la banda al olimpo de la música a través de sus icónicas canciones y su revolucionario sonido, su crisis cuando el estilo de vida de Mercury estuvo fuera de control, y su triunfal reunión en la ... [+]
20 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque la memoria es tramposa, el cine puede permitirse serlo. Por ello, "Bohemian Rapsody" es una grata y tramposa sorpresa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Si dejamos apartada la limpieza que se ha hecho seguramente por razones etarias, por miedo a las reacciones de los fans y por parte de la financiación del film, la película es una sorpresa en cuanto a su puesta en escena y a la interpretación de los actores. La transmutación de Rami Malek es mayúscula (cómo se mueve, cómo habla, cómo respira); el trabajo de maquillaje, peluquería y vestuario es brillante y caracteriza con emoción y detalle a partes iguales todos los personajes en sus distintas épocas. Sin olvidarnos de los momentos en que componen y graban los temas más legendarios de Queen, quiero destacar tres escenas magistrales que resumen muy bien el espíritu de este biopic, un espíritu que no tiene ningún complejo a la hora de deformar los hechos reales si para ello se cuenta una buena historia.
La primera es la secuencia en la que Freddie y Mary hablan de la sexualidad de este. La pericia para dejar en la televisión el vídeo del concierto donde suena una multitud cantando "Love of my life" pone en contraste las dos vertientes que crean el problema de la soledad de Mercury: la intimidad contra su vida pública. Mientras con torpeza Freddie intenta decirle a Mary que es el amor de su vida, a pesar de su compleja orientación sexual, una multitud se cuela en la habitación y se lo dice a través de su canción. Quizá no ocurrió así, pero ¿a quién le importa si la secuencia funciona en ese momento y en ese lugar del film?
La segunda secuencia a destacar es el momento en que Freddy y Mary se separan y se van a vivir a mansiones diferentes. En ella, Freddie llama a su expareja y concuerdan un sistema de comunicación a través del encendido y el apagado de una lámpara. El montaje, la posición de la cámara (en picado y contrapicado), la escala de los planos de cada uno de ellos, que recuerdan a un trhiller de Hitchcock, componen la sensación de esos dos personajes en ese momento. Lo narra muy bien. Insisto: quizá no ocurrió así, pero ¿a quién le importa?
Y la tercera y última secuencia son los 20 minutos finales, la recreación del Live AID. Cada detalle es registrado y puesto en escena, de forma rigurosa pero también amena, porque la peli no se olvida de su carácter comercial y de que estamos en el clímax del tercer acto. Por ello, se vale del montaje paralelo para revisitar a todos los personajes que han sido importantes en la vida de Mercury y de Queen.
Porque la memoria es tramposa, el cine puede permitirse serlo. Por ello, "Bohemian Rapsody" es una grata y tramposa sorpresa.
La primera es la secuencia en la que Freddie y Mary hablan de la sexualidad de este. La pericia para dejar en la televisión el vídeo del concierto donde suena una multitud cantando "Love of my life" pone en contraste las dos vertientes que crean el problema de la soledad de Mercury: la intimidad contra su vida pública. Mientras con torpeza Freddie intenta decirle a Mary que es el amor de su vida, a pesar de su compleja orientación sexual, una multitud se cuela en la habitación y se lo dice a través de su canción. Quizá no ocurrió así, pero ¿a quién le importa si la secuencia funciona en ese momento y en ese lugar del film?
La segunda secuencia a destacar es el momento en que Freddy y Mary se separan y se van a vivir a mansiones diferentes. En ella, Freddie llama a su expareja y concuerdan un sistema de comunicación a través del encendido y el apagado de una lámpara. El montaje, la posición de la cámara (en picado y contrapicado), la escala de los planos de cada uno de ellos, que recuerdan a un trhiller de Hitchcock, componen la sensación de esos dos personajes en ese momento. Lo narra muy bien. Insisto: quizá no ocurrió así, pero ¿a quién le importa?
Y la tercera y última secuencia son los 20 minutos finales, la recreación del Live AID. Cada detalle es registrado y puesto en escena, de forma rigurosa pero también amena, porque la peli no se olvida de su carácter comercial y de que estamos en el clímax del tercer acto. Por ello, se vale del montaje paralelo para revisitar a todos los personajes que han sido importantes en la vida de Mercury y de Queen.
Porque la memoria es tramposa, el cine puede permitirse serlo. Por ello, "Bohemian Rapsody" es una grata y tramposa sorpresa.