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Venezuela Venezuela · maracaibo
Voto de yoyver6:
10
Comedia. Romance Un pobre vagabundo (Charles Chaplin) pasa mil y un avatares para conseguir dinero y ayudar a una florista ciega (Virginia Cherrill) de la que se ha enamorado. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El filme comienza con la inauguración en una concurrida plaza de un conjunto escultórico que se supone que exalta la paz y la prosperidad. Los discursos son sustituidos por trompetillas de feria. Chaplin se mofa de los mensajes vacíos que profieren los poderosos cuando citan principios morales y sociales para dar empaque a sus palabras. Él prefirió expresar con pantomima su film sobre la incomunicación.

Con City Light logra la perfección en su habitual búsqueda de una combinación de drama sentimental con mordiente cómica. El amor callado y desinteresado, las barreras sociales y las desigualdades, la soledad y la marginalidad, sirven a Chaplin para crear un nuevo retrato del vagabundo, menos pícaro que otras veces, más digno de compasión, y muy, muy romántico.

Esta película es toda una joya, con una inmensa fuerza visual, llena de escenas inolvidables.
Chaplin hace aquí una de sus más memorables interpretaciones, Virginia Cherrill está excepcional como la florista, su mirada de ciega es de una verdadera tristeza, como pocas veces se ha visto en una pantalla. Podría ser la que mejor ha interpretado a una ciega en el cine. También merece una mención especial la interpretación de Harry Myers como el millonario borracho.

Viendo "Luces de la ciudad", uno descubre la magia del cine. Una obra de extraordinaria belleza. Una de las mejores de toda la filmografía de Chaplin, muchos consideraron una de las diez mejores películas de todas las épocas durante mucho tiempo. Y claro que no me extraña puro cine Admirable
Por ser una película que hace de la simplicidad, de la humildad, de la pureza, su mayor estandarte, por ser una película capaz de hacerte reír y llorar con una naturalidad insultante. Todo ello, obviamente, sin que esa conmovedora y romántica atmósfera que la envuelve se resienta en ningún momento por esa conexión con el mundo real a la que Chaplin jamás renunció y que lo convirtió, en un experto nadando a contracorriente. Como todos los genios.
yoyver6
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