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España España · Hobbiton
Voto de AtomS8:
10
Comedia. Drama Truman Burbank es un hombre corriente y algo ingenuo que ha vivido toda su vida en uno de esos pueblos donde nunca pasa nada. Sin embargo, de repente, unos extraños sucesos le hacen sospechar que algo anormal está ocurriendo. Todos sus amigos son actores, toda su ciudad es un plató, toda su vida está siendo filmada y emitida como el reality más ambicioso de la historia. (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Por si no nos vemos luego: buenos días, buenas tardes y buenas noches." Truman Burbank.

Va a ser la primera vez que leo una cita en FilmAffinity de Carlos Boyero y no solo no me han entrado ganas de matar (es difícil encontrar a alguien más pagado de si mismo por destrozar una película en su crítica sin aclarar el por qué) sino que creo que ha acertado: "El show de Truman" es una película que ha conseguido aunar una gran idea, un gran guión, una gran dirección y un gran reparto y su resultado ha sido inmejorable.
Por otro lado, dudo que esta crítica sea leída por mucha gente salvo por los que curioseen mucho por la página o por estudiantes a los que en la asignatura de Filosofía les hayan pasado esta película (deberíamos luchar más por mantener esa asignatura).
Y es que ese fue mi caso, porque esta película (entre otras como "Blade Runner" o "Esencia de mujer") son de ese tipo de películas que, más allá de los gustos personales, tratan temas de la filosofía universal de forma profunda pero comprensible. En este caso, no solo se ha logrado eso sino muchas más cosas:

Para empezar, la crítica a los realities de la televisión. Según tengo entendido, cuando salió la película los realities acababan de experimentar un boom inmenso. La verdad es que me veo psicológicamente incapaz de aguantar una cosa así más de 5 minutos, donde prima el morbo por encima de todo, y siento una satisfacción inmensa cuando "El show de Truman" arrasa con todo el concepto. Es cierto que la inmoralidad de lo que sucede en la película es bastante más elevada que lo que se ve en un reality normal (que también tienen lo suyo), pero consigue plasmar la superficialidad y vacío de este tipo de programas. Nunca es suficiente realidad, nunca hay suficiente morbo, y por eso resulta tan perturbador: porque algo como esto, casi veinte años después, sigue pareciendo algo muy posible.
Por otro lado, también es digno de mención el sobresaliente retrato que hace, no ya de lo que representan los realities, sino de cómo lo hacen: los escenarios, los actores, la sala de montaje, la publicidad... Un magnífico ensayo sobre este mundo, difícilmente superable.

Sin embargo, sería muy fácil quedarse con la primera lectura de los realities, pero "El show de Truman" quiere más y usa el mito de la caverna para ello. El mito de Platón es algo que está más mascado que un chicle, pero eso no quiere decir que una reinterpretación del mismo no sea útil. Sí, este es el motivo por el que los profes de Filo lo usan pero es que realmente lo hace genial: un hombre que conoce a su "creador" y el mundo real.
Y digo creador entre comillas porque las referencias religiosas no acaban en el nombre de Christof, pero no como crítica sino como utensilio: el barco "Saint Mary", la ya famosa escena de Truman subiendo escaleras en el cielo, y aun así la única persona que realmente quiere a Truman en la película es la única que tiene un pequeño momento de oración. Un modo de usar esta simbología bien llevado, del que debería aprender Ridley Scott, que parece creer que al meter referencias religiosas a cascoporro sin sentido alguno se adquiere más profundidad.
La moralidad de tener a alguien en esa situación, el conflicto creador-creado, el descubrimiento del mundo real saliendo del mundo espejo... Y todo lo aborda de manera maravillosa.

Detrás de esta pequeña obra maestra hay varios nombres responsables, empezando por el director Peter Weir. Weir es un artesano: alguien a quien le ofrecen un guión y sabe hacerlo con buena mano e imprimiéndole ritmo. No hablamos de una película de acción ni mucho menos y aun así es enormemente entretenida, lo que ya es un punto positivo, y aunque no es que sea un director muy personal, merece la pena destacar la fotografía: lo que vemos no es más que lo que ven los espectadores del programa: estamos viendo la televisión, con todos esos ángulos de cámara lejanos, un gran uso del zoom, cámaras en grúas, ocultas en lugares impensables (ojo al contenedor de basura del vecino, a algunas marquesinas y a un sinfín de detalles por el estilo). No se mantiene permanentemente porque resultaría agobiante para el espectador, pero tampoco es necesario, y tenemos pruebas de ello más que suficientes.

El segundo nombre que aparece en los créditos tras acabar la película es el del guionista: Andrew Niccol. De este hombre he visto dos películas, esta y la que dirigió hace unos años llamada "The Host (La Huésped)" y tengo pendiente "Gattaca", también bajo su dirección. Esta "The Host" estaba basada en un libro de Stephenie Meyer, escritora de "Crepúsculo" por lo que debieron obligar a Niccol a eliminar toda la ficción en favor del romance, y por eso aquella película fue muy, muy floja. Sin embargo, aun en ese caos sin apenas interés Niccol introdujo detalles propios que hacían el visionado algo más interesante. Eso es lo que se ve aquí pero elevado de manera exponencial e indudablemente mejor.
Y es que "El Show de Truman" es un festival de detalles que parece no tener fin: desde la posición de las cámaras, a la publicidad encubierta, el mencionar que Truman es primer niño adoptado legalmente por una corporación, los métodos de persuasión subliminal, los decorados... Todo está en pantalla por algún motivo y obliga al espectador a estar verdaderamente atento.

AVISO: prosigo en el spoiler por falta de espacio sin revelar detalles de la trama. Al final hay spoiler pero lo digo antes, leed sin miedo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AtomS8
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