Escribo ésta crítica para enmendar un error, además de completar una "trilogía" de críticas de películas que tratan sobre la cultura del vino (término que usan en las revistas donde hablan de vinos pero nunca hablan de los nobles efectos que conlleva beberlo;deshinibe, incita a la risa y ayuda al vómito).
Dije, en su momento, que la Aitana y el Reeves hacían el tonto en una improbable escena en la que se quemaba una viña con la hoja aún verde. Pues bien, cuando hacen más el tonto no es cuando se está quemando la viña, que también, si no cuando encienden las estufillas para protegerla del hielo y empiezan a mover las alas esas como si estuvieran en los ensayos de "mira quien baila".
En cuanto a la película, no hay por donde cogerla, cada uno va a lo suyo y la historia de amor, que se supone que es por lo que apuesta el Arau tiene pero que muy poquita química, bastante menos que las viñas que aparecen.
"brindemos por ellas, por las de cuello largo, por las de culo gordo, por lassss botellas".