Con un guión completamente infantil esta película alabada por muchos influenciables de grandes nombres del cine no deja de ser una película mediocre
Sucede que el gran Bogart, más sonriente que en otras ocasiones, es un sabelotodo simpático y oportunista que se enfrenta a unos malos muy malos y tontos muy tontos con una Lauren Bacall, en su adecuado papel de femme fatal pero buena, muy buena y un amigo leal borrachín bobo, muy bobo.
Sirve como simple pasatiempos pero de eso a ser considerada una de las mejores películas de cine negro va un abismo, seguramente sirvió paara relajarse a su manera el señor Hawks, a quien se le daban mejor las comedias que las películas de intriga que aquí brilla por su ausencia.
Los diálogos a veces resultan chispeantes y divertidos pero poco más, es cuestión de pensar en frases más o menos ingeniosas e intercalarlas como aderezo.