Después de una primera parte espectacular, esta segunda parte de Cars me deja un mal sabor de boca. No está ni al nivel de su predecesora ni al nivel de Pixar. Para empezar diré que los guionistas tuvieron mucho tiempo para crear una mejor historia que ese cliché jamesboniano que nos recetaron. Persecuciones sosas hechas solo para lucir su capacidad técnica, la figura de McQueen castigada en un rincón y ni qué decir de otros personajes del pueblo abandonados a su suerte sin ningún tipo de participación. La historia es sencilla para adultos pero compleja para niños pequeños lo que la convierte en un completo desacierto de target mercadológico. Regresé tan molesto del cine que llegué a mi casa a poner el dvd de la primera parte para consolarme.