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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama. Ciencia ficción Ash, el novio de Martha, es un adicto a las redes sociales, lo que determinará su vida cuando se produzca un trágico suceso. Primer episodio de la segunda temporada de la miniserie "Black Mirror" creada por Charlie Brooker. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
62/02(02/04/13) Primer capítulo de la segunda temporada de la punzante serie creada por Charlie Brooker, en este caso aborda con complejidad y ternura el desmoronamiento mental en el que cae una mujer que pierde a su amado, no asume su pérdida, nos hará reflexionar sobre que estaríamos dispuestos a sacrificar para intentar volver a estar con ella.

Una joven pareja, Martha (gran Hayley Atwell ), artista free-lance y Ash (buen Domhnall Gleeson), se mudan a casa en el campo donde Ash se crió, tienen una tranquila vida, están muy enamorados, él está enganchado a las redes sociales, un día Ash sufre un accidente de tráfico mortal estando Martha embarazada, sufre una tremenda depresión, hasta que contrata los servicios de una agencia que mediante unos algoritmos en los que meten en una coctelera todos los datos de las redes sociales que Ash dejó, esto deriva en que Martha puede chatear con un ser virtual que responde con la misma personalidad que Ash, esto reconforta a Martha, que decide ir un poco más allá, contratando poder hablar con él, esto le ayuda a sobrellevar sola el embarazo, pues todavía puede ir un paso más allá.

Brooker se nos ha vuelto tierno, por lo menos en la superficie del relato, pues si rascas se detecta lo retorcido y malsano que es en su relato. En este caso que también guioniza, expone una radiografía de la tristeza, de la soledad, y lo hace con un viaje al fondo de la mentira, si para estar algo mejor nos tenemos que inventar una realidad alternativa pues lo hacemos. En este caso nos propone una reflexión cercana, lo de que con la obsesión de algunos por las redes sociales aquí depositamos retazos de nuestras almas y a través de esto se puede hacer una especie de Frankenstein virtual que pueda actuar como nosotros seguro no está muy lejos del presente.

La gran diferencia con los otros capítulos es su ritmo pausado, sereno y nada trepidante, las cosas suceden pausadamente para que te cale el dolor de Martha, asimismo tampoco hay giros sorpresa, todo es lineal, tampoco tiene un gran clímax final. Owen Harris (‘Misfits’) dirige con sobriedad una narración que se va enrareciendo conforme avanza, hace que empaticemos rápidamente con los protagonistas, sabe insuflarnos un ambiente claustrofóbico, con el uso de prácticamente un solo escenario, sabe construir escenas de calado, sabe salpicar de elementos el argumento para después ir tirando de ellos, como las canciones de los Bee Gees. El dilema moral que nos presenta es muy palpable, nos pone en la tesitura de que haríamos nosotros en sus circunstancias, el modo en que vemos evolucionar el personaje de Martha es muy veraz, es un comportamiento muy humano y sensible, asistimos con emoción a sus reacciones, nos sentimos en el centro de un melodrama que nos angustia.
Queda también para el debate los límites que queremos dar a la Inteligencia Artificial, el mito de Prometeo, cuando jugamos a ser Dioses donde pararemos, habrá límite? Hasta ya ha sido tratado hasta la saciedad en libros y films, ‘Frankenstein’, ‘2001’ o ‘A.I.’. Es en esto donde Brooker vuelve con su advertencia de los peligros del mal uso de las nuevas tecnologías.

Los dos protagonistas Hayley Atwell y Domhnall Gleeson poseen una gran química, ella con el difícil rol de emitir un viaje existencial estremecedor y él con ese rol tan extraño que toma en la segunda parte del film, y que con hieratismo consigue le tomemos cariño, y ante la ira de ella sintamos pena por él. Sus actuaciones hacen que nos sintamos trémulos ante su odisea vital.

Este primer capítulo no llega a los niveles de corrosividad de la anterior etapa, le falta la mala leche y incorrección política que hizo ser el boom que fue, se ha domado un poco Brooker, espero en próximas entregas nos sacuda con mucha más chispa. Sigue siendo buena, pero Charlie nos había mal acostumbrado. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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