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Voto de TOM REGAN:
6
7,6
8.461
Drama
Don Lope ha acogido a Tristana en su hogar para cumplir una promesa hecha a sus padres. Pero la joven es muy hermosa y se convierte en la obsesión del anciano, que a fuerza de tiempo y de paciencia consigue sus favores. Sin embargo, cuando ella conoce a un joven pintor que la enamora, decide cambiar radicalmente el rumbo de su vida. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
76/26(27/03/20) No me ha enganchado este drama psicológico realizado por Luis Buñuel, están sus señas de identidad, mantras, ideario freudiano, pero me resulta esquemático, viñetas de sus obsesiones que por separado son sugestivas, pero orgánicamente me resultan obvias. El guión de Julio Alejandro (“Viridiana”), basado en una historia del propio Buñuel, se basa su vez libre en la novela homónima de 1892 de Benito Pérez Galdós (del que Buñuel había adaptado previamente “Halma”, que retituló “Viridiana”, y “Nazarín”), traslada la acción del Madrid de finales del siglo XIX al Toledo de los años 20 del siglo XX, protagonizando un majestuoso Fernando Rey y una gélida Catherine Deneuve (voz doblada al castellano). El galdosiano argumento se amolda al temario recurrente buñueliano-cañí, comidas, los animales, las deformidades-mutilaciones, el anticlericalismo, lo malsano del sexo, la muerte, la crítica a la burguesía, o el surrealismo onírico, ello aderezado con un turbador humor negro. Ataca el puritanismo rancio de la sociedad judeocristiana, su papanatismo, sus prejuicios sociales, su represión sexual, donde el simbolismo juega en este sentido, como lo es de inicio esa muralla que cierra la ciudad (de Toledo) y es una alegoría de la represión claustrofóbica en la residencia del protagonista Don Lope. Versa la historia sobre la relación alienante entre un noble entrado en años y una joven que tutora el hombre, y termina convirtiéndola en su amante, jugando el patológico rol (autodenominado) de padre y amante. La película enfrenta a estos dos personajes en guerra de amor y odio, de manipulaciones donde el poder y la sumisión van de un lado a otro, tratado en base a serie de elipsis que terminan siendo un tanto atropelladas. Esto en una ambientación cuasi-teatral, con pocos exteriores en las angostas calles toledanas, inciden en la asfixia climática, y con escasa variedad de interiores. Pero todo esto con unos personajes que se comportan de un modo que sobrepasa lo complejo para caer en lo anárquico, caprichosos, excéntricos, un laberinto dentro de laberinto. Fue candidata al Óscar de Hollywood (perdió ante la transalpina “Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha).
Dual retrato de personalidades que evolucionan a medida el tiempo pasa. Por un lado está el soltero Don Lope en la edad madura, un mefistofélico tipo de honor, anclado en códigos antiguos (ejemplificado en la escena en que guantea el rostro de un tipo esperando le e la satisfacción de un duelo, pero este es un joven que le responde con un puñetazo, haciéndonos ver la colisión generacional). Es un ateo militante, desprecia a su hermana por beata, aborrece del matrimonio por ser sacramento católico, que ve en la huérfana y hermosa núbil Tristana el objeto de su deseo sexual, ejerciendo sobre ella un halo tóxico en su relación paternal-amatoria cuasi-incestuosa (“Soy tu padre y tu marido y hago de uno u otro según me convenga” le dice Don Lope es a ella). Pero el tiempo es una losa y Don Lope envejece, y su carácter posesivo (“Si te sorprendo en un mal paso te mato, prefiero una tragedia a ser ridículo en mi decadencia”, amenaza a Tristana)se debilita y se acerca a la caricatura de sí mismo (reflejado en cómo se tiñe el bigote), cayendo en contradicciones (se casa por la Iglesia y acaba comiendo chocolate con los curas en su casa) y este será presa de la rabia contenida de ella, siendo manipulado por el sexo. Fernando Rey lo encarna con un vigor y carisma impresionante, con elegancia, con estilo regio aristócrata, dotando de una expresividad sutil en cada gesto y mirada, un Titán de la interpretación que opaca al que se le acerca (por supuesto a la Deneuve), sus ententes con Tristana son notables en el modo en que evolucionan.
Tristana es una virginal chica ‘abusada sexualmente’ por su tutor aprovechándose de su bisoñez, la engatusa libidinosamente, anticipado oníricamente a Tristana con su sueño en que la cabeza de Don Lope es el badajo de una campana (elemento fálico), con ello corrompe su inocencia (mantra buñueliano). Buñuel deja el sustrato en este primer tramo de que ella también es una serpiente al ofrecerle una manzana (símbolo de la tentación) a Saturno. Pero la joven madura y se siente alienada por su tutor-amante, se rebela contra la sumisión, y anhela la venganza con sus armas de mujer. Busca salida a su endogámica existencia, y la halla en un amor. Pero al final los vínculos invisibles entre la Doncella y su Dragón le hacen volver junto a él, pero ya no será la misma tras una enfermedad que le deja secuelas físicas que se emparentan con las psicológicas, y este ardor de odio se provecha de la vejez de Don Lope para atropellarlo en su debilidad física. Una adusta dominadora de la situación que en su dolor (uno de los ejemplos es su rol de exhibicionista en el balcón ante un joven advenedizo) tiraniza el hogar. Catherine Deneuve como Tristana me resulta fría, no termino de creerme sea una dulce ingenua, no tiene química con Rey, ni con Nero, no entiendo su comportamiento volátil (odia a Lope, se va de con él y luego vuelve [¿??]) no es bien expresada la manipulación sexual de ella, pues en la parte final no se puede manipular cuando no se da nada, no hay juego sexual cuando lo único que se ve es desprecio y amargura, no hay un tira y afloja que haga verosímil que Don Lope la desee. Me resulta un personaje irritante. Con lo que contrapesa mucho lo bueno del film.
El director se entretiene jugando con su mundo de metáforas visuales, como esa mencionada cabeza-badajo (según Buñuel es un sueño recurrente suyo), ese perro rabioso que la policía mata en la calle (simbolizando como el poder elimina a los que se rebelan), esto entroncando con su ideario agit-prop izquierdista, que enlaza con la otra escena en que manda a unos policías en sentido contrario a donde ha visto ha ido un ladrón (“La policía representa a la fuerza y siempre defiendo a los desvalidos”, le dice Don Lope a Tristana),… (sigo en spoiler)
Dual retrato de personalidades que evolucionan a medida el tiempo pasa. Por un lado está el soltero Don Lope en la edad madura, un mefistofélico tipo de honor, anclado en códigos antiguos (ejemplificado en la escena en que guantea el rostro de un tipo esperando le e la satisfacción de un duelo, pero este es un joven que le responde con un puñetazo, haciéndonos ver la colisión generacional). Es un ateo militante, desprecia a su hermana por beata, aborrece del matrimonio por ser sacramento católico, que ve en la huérfana y hermosa núbil Tristana el objeto de su deseo sexual, ejerciendo sobre ella un halo tóxico en su relación paternal-amatoria cuasi-incestuosa (“Soy tu padre y tu marido y hago de uno u otro según me convenga” le dice Don Lope es a ella). Pero el tiempo es una losa y Don Lope envejece, y su carácter posesivo (“Si te sorprendo en un mal paso te mato, prefiero una tragedia a ser ridículo en mi decadencia”, amenaza a Tristana)se debilita y se acerca a la caricatura de sí mismo (reflejado en cómo se tiñe el bigote), cayendo en contradicciones (se casa por la Iglesia y acaba comiendo chocolate con los curas en su casa) y este será presa de la rabia contenida de ella, siendo manipulado por el sexo. Fernando Rey lo encarna con un vigor y carisma impresionante, con elegancia, con estilo regio aristócrata, dotando de una expresividad sutil en cada gesto y mirada, un Titán de la interpretación que opaca al que se le acerca (por supuesto a la Deneuve), sus ententes con Tristana son notables en el modo en que evolucionan.
Tristana es una virginal chica ‘abusada sexualmente’ por su tutor aprovechándose de su bisoñez, la engatusa libidinosamente, anticipado oníricamente a Tristana con su sueño en que la cabeza de Don Lope es el badajo de una campana (elemento fálico), con ello corrompe su inocencia (mantra buñueliano). Buñuel deja el sustrato en este primer tramo de que ella también es una serpiente al ofrecerle una manzana (símbolo de la tentación) a Saturno. Pero la joven madura y se siente alienada por su tutor-amante, se rebela contra la sumisión, y anhela la venganza con sus armas de mujer. Busca salida a su endogámica existencia, y la halla en un amor. Pero al final los vínculos invisibles entre la Doncella y su Dragón le hacen volver junto a él, pero ya no será la misma tras una enfermedad que le deja secuelas físicas que se emparentan con las psicológicas, y este ardor de odio se provecha de la vejez de Don Lope para atropellarlo en su debilidad física. Una adusta dominadora de la situación que en su dolor (uno de los ejemplos es su rol de exhibicionista en el balcón ante un joven advenedizo) tiraniza el hogar. Catherine Deneuve como Tristana me resulta fría, no termino de creerme sea una dulce ingenua, no tiene química con Rey, ni con Nero, no entiendo su comportamiento volátil (odia a Lope, se va de con él y luego vuelve [¿??]) no es bien expresada la manipulación sexual de ella, pues en la parte final no se puede manipular cuando no se da nada, no hay juego sexual cuando lo único que se ve es desprecio y amargura, no hay un tira y afloja que haga verosímil que Don Lope la desee. Me resulta un personaje irritante. Con lo que contrapesa mucho lo bueno del film.
El director se entretiene jugando con su mundo de metáforas visuales, como esa mencionada cabeza-badajo (según Buñuel es un sueño recurrente suyo), ese perro rabioso que la policía mata en la calle (simbolizando como el poder elimina a los que se rebelan), esto entroncando con su ideario agit-prop izquierdista, que enlaza con la otra escena en que manda a unos policías en sentido contrario a donde ha visto ha ido un ladrón (“La policía representa a la fuerza y siempre defiendo a los desvalidos”, le dice Don Lope a Tristana),… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
… ese cuasi-beso necrófilo de Tristana a la figura que representa al cardenal Tavera, sobre su fosa (preludio del abuso sexual de Don Lope sobre ella), la pierna ortopédica en alegoría de que lo mejor para la mujer (epítome machista) es la pierna quebrada, incluso ese sordomudo se puede ver como una sociedad sordomuda. Aunque Buñuel carga su artillería en el sonido más que en la imagen en una perturbadora escena en que oímos las muletas de Tristana deambular sin rumbo por la casa, mientras Don Lope lo escucha.
Rodando en Toledo, Buñuel evoca un tiempo y lugar, emitiendo en ello opresión ambiental, gracias el reflejo de estas callejuelas manchegas estrechas, muestra con grácil éxito la decadencia de los cafés de tertulia, sus parques, la iglesia, sus plazas (la de Zocodover), introduciéndonos en el costumbrismo (con las misas, migas, barquillos,…); Ello enaltecido por la esmerada cinematografía de José F. Aguayo, impregna de un colorido mortecino los fotogramas, así como hábil en el manejo de la estética simbólica buñueliana, reseñar el uso de planos-secuencias que refuerzan el sentido de asfixia de los personajes.
Entre las taras (además de las mencionadas ya) está el arbitrario uso de las elipsis, las situaciones se dan por que sí, ejemplo el romance exprés de Tristana con el pintor; O las que se dan con la vuelta del pintor con Tristana a Toledo; La relación de Tristana con Don Lope me resulta aturullada, terminan pareciendo los dos unos niños inconstantes más que personas con dimensión humana; Tampoco ayuda que los hombres caen prendados de Tristana de modo muy poco realista; Se le da relevancia a la obsesión de Trsitana por escoger entre dos elementos (una columna, o una calle), para luego no tener importancia en la narración; Lola Gaos hace un gran papel cargado de humanidad, pero su subtrama con su hijo sordomudo me resulta un parche, no sé qué pintan dándole tanto metraje algo que no aporta peso dramático (su expulsión del colegio, del trabajo,…), más allá de mostrar al onanista Saturno, que por cierto de la nada (y de modo chirriante) vemos que esta prendado de Tristana; Franco Nero (por cierto, parece el hermano gemelo de su compatriota Mario Girotti, más conocido como Terence Hill), resulta una presencia inane, poco aprovechada, sin fondo alguno.
Spoiler:
‘Don Lope termina sus días como pelele humillado y patético ante el poder de Tristana. Sus principios y convicciones han quedado en nada, la venganza de su objeto de deseo reflejada en secuencia demoledora alrededor de mesa camilla (algo también buñueliano) rodeado de curas que pasan una dura tarde de invierno tomando chocolate con el anciano Lope. “La vida no es tan negra como creen muchos. Está nevando en serio, pero aquí se está bien calentito, qué caramba” dice don Lope. El sonido de la pierna ortopédica de Tristana, que se pasea arriba y abajo por el pasillo, resuena monótonamente, con un ritmo funerario, como una letanía de muerte mientras la oscuridad se adueña de las imágenes, anticipando la muerte de don Lope a manos de Tristana en esa misma cama donde ella perdió la inocencia y comenzó su transformación.’
‘La secuencia final nos devuelve al principio, las imágenes de la película retroceden marcha atrás hasta situarnos en la primera secuencia. No hay posibilidad de escape, el relato vuelve a comenzar, no hay manera de avanzar. Sus personajes quedan atrapados en un bucle eterno en el que las murallas de la ciudad de Toledo, que vemos al fondo del último fotograma, son la metáfora de esa burguesía encerrada por sus propios muros hechos de contradicción e hipocresía.’
Film que apunta mucho, que tiene sugestivos picos, pero lastrado por muchos elementos-valles, que la hacen lejos de las grandes películas buñuelianas (“Los olvidados”, “Nazarín”, o “Viridiana”). Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/03/tristana.html
Rodando en Toledo, Buñuel evoca un tiempo y lugar, emitiendo en ello opresión ambiental, gracias el reflejo de estas callejuelas manchegas estrechas, muestra con grácil éxito la decadencia de los cafés de tertulia, sus parques, la iglesia, sus plazas (la de Zocodover), introduciéndonos en el costumbrismo (con las misas, migas, barquillos,…); Ello enaltecido por la esmerada cinematografía de José F. Aguayo, impregna de un colorido mortecino los fotogramas, así como hábil en el manejo de la estética simbólica buñueliana, reseñar el uso de planos-secuencias que refuerzan el sentido de asfixia de los personajes.
Entre las taras (además de las mencionadas ya) está el arbitrario uso de las elipsis, las situaciones se dan por que sí, ejemplo el romance exprés de Tristana con el pintor; O las que se dan con la vuelta del pintor con Tristana a Toledo; La relación de Tristana con Don Lope me resulta aturullada, terminan pareciendo los dos unos niños inconstantes más que personas con dimensión humana; Tampoco ayuda que los hombres caen prendados de Tristana de modo muy poco realista; Se le da relevancia a la obsesión de Trsitana por escoger entre dos elementos (una columna, o una calle), para luego no tener importancia en la narración; Lola Gaos hace un gran papel cargado de humanidad, pero su subtrama con su hijo sordomudo me resulta un parche, no sé qué pintan dándole tanto metraje algo que no aporta peso dramático (su expulsión del colegio, del trabajo,…), más allá de mostrar al onanista Saturno, que por cierto de la nada (y de modo chirriante) vemos que esta prendado de Tristana; Franco Nero (por cierto, parece el hermano gemelo de su compatriota Mario Girotti, más conocido como Terence Hill), resulta una presencia inane, poco aprovechada, sin fondo alguno.
Spoiler:
‘Don Lope termina sus días como pelele humillado y patético ante el poder de Tristana. Sus principios y convicciones han quedado en nada, la venganza de su objeto de deseo reflejada en secuencia demoledora alrededor de mesa camilla (algo también buñueliano) rodeado de curas que pasan una dura tarde de invierno tomando chocolate con el anciano Lope. “La vida no es tan negra como creen muchos. Está nevando en serio, pero aquí se está bien calentito, qué caramba” dice don Lope. El sonido de la pierna ortopédica de Tristana, que se pasea arriba y abajo por el pasillo, resuena monótonamente, con un ritmo funerario, como una letanía de muerte mientras la oscuridad se adueña de las imágenes, anticipando la muerte de don Lope a manos de Tristana en esa misma cama donde ella perdió la inocencia y comenzó su transformación.’
‘La secuencia final nos devuelve al principio, las imágenes de la película retroceden marcha atrás hasta situarnos en la primera secuencia. No hay posibilidad de escape, el relato vuelve a comenzar, no hay manera de avanzar. Sus personajes quedan atrapados en un bucle eterno en el que las murallas de la ciudad de Toledo, que vemos al fondo del último fotograma, son la metáfora de esa burguesía encerrada por sus propios muros hechos de contradicción e hipocresía.’
Film que apunta mucho, que tiene sugestivos picos, pero lastrado por muchos elementos-valles, que la hacen lejos de las grandes películas buñuelianas (“Los olvidados”, “Nazarín”, o “Viridiana”). Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/03/tristana.html