Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Documental Tercera entrega de la serie documental "Paradise Lost ". (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
149/09(09/05/21) Notable conclusión de la trilogía dirigida por Joe Berlinger y Bruce Sinofsky, comenzada en 1996 con “Paradise Lost: The Child Murders at Robin Hood Hills”, siguió “Paradise Lost 2: Revelations” en el 2000, y terminada con broche de oro con esta en 2011. Los tres documentales tratan sobre West Memphis Three, tres adolescentes acusados de los asesinatos en mayo de 1993 y la mutilación sexual de tres niños prepúberes como parte de un supuesto ritual satánico en West Memphis (Arkansas), quienes fueron sentenciados culpables de los asesinatos en 1994 pero siguieron alegando su inocencia desde entonces. En esta entrega asistimos a como el (reputado) equipo de defensa de Damien Echols (financiado públicamente tras la fama generada por los documentales previos) ha contratado a algunos de los científicos forenses más renombrados para recopilar ADN y otras pruebas que nunca se habían hecho probado durante los ensayos de 1994 con la esperanza de obtener un nuevo ensayo. Los equipos de defensa y partidarios de Echols, Jason Baldwin y Jessie Misskelley han descubierto nuevos detalles que ocurrieron durante el juicio y que llevaron a veredictos de culpabilidad en su contra. Esta tercera parte tiene la virtud de que no es necesario haber visto las otras dos para ‘disfrutarlo’, pues una tercera parte del metraje está dedicado a resumir el caso, pero dando para el que las ha visto las dos, imágenes nuevas. Siendo este cierre toda una oda al poder del documental para provocar emociones, para remover conciencias, lo que debe este género. Recibió una nominación al Premio de la Academia a Mejor Película Documental.

La primera parte del documental es un recopilatorio de lo sucedido en este caso, desde el atroz encuentro delos cadáveres, los niños Christopher Byers, Michael Moore y Stevie Branch, con imágenes no aptas para gente sensible, la prejuiciosa investigación que lleva a un interrogatorio lamentable a un pobre chico adolescente durante 12 horas, sin supervisión de los padres o de abogado, joven con escaso coeficiente mental de 72, donde al final le sonsacan una confesión manipulada sobre los crímenes. Donde la intolerancia al diferente es el motor de las pruebas, se sospecha del trio de jóvenes (Damien, Jason y Jessie), por sus vestimentas, su look y sus gustos musicales, a partir de aquí se estructuran unas pruebas cogidas con papel de fumar (siendo benévolos), donde no hay la menor huella ni en los cuerpos, ni en el escenario de los cuerpos, donde no hay testigos, y con esto un jurado los condena; Echo en falta que se comente el caso del hombre negro que ensangrentado y con los pies embarrados entro en una cafetería la misma tarde del crimen, esto se omite me siento en cierta forma estafado, pues o fue una mentira de los supuestos testigos o se han olvidados, en cualquier caso Fallo.

Tras esto entramos en las nuevas pruebas aportadas (por ende de los fondos aportados por la asociación Free the West Memphis Three) para que el juez de luz verde a un nuevo juicio. Nos esteramos que el presidente del jurado mantuvo conversaciones ilegales con uno de los fiscales para que el jurado del caso Echols-Baldwin se enterase de la declaración del acusado Misskelley, que fue anulada por el juez, y de este modo se condicionó al jurado; Resulta que un reputado forense da la vuelta a los supuestos ritos satánicos con gran epicentro en la castración de uno de los niños, aseverando un forense en el primer juicio de que fue hecho con un cuchillo de caza dentado, pero el forense contratado por los presos aduce que claramente esta emasculación fue hecha por animales salvajes en el bosque; También se ha encontrado por pruebas de ADN (en el primer juicio estas pruebas no existían) un cabello en las ligaduras que ataban a una de las víctimas, pertenece a Terry Hobbs, padrastro de una de las niños asesinados, Stevie Branch. Además este tipo se destapa que su contradictoria con la verdad, es un tipo violento con su mujer, pero la policía dice que estas pruebas son inconsistentes (¿?). Pero esto tiene una derivada, cuando la cantante Natalie Maines del grupo Dixie Chicks, se implica en el caso y deja entrever que el culpable probable es Terry. Esto hace que el padrastro la demande por difamación. Paradójicamente este juicio sirvió para hacer sospechar más aun de él por sus incoherencias.

Estas evidencias nuevas no tuercen al juez de la apelación para conceder otro juicio. Esto tiene la paradoja de que el que tiene que otorgarlo es el mismo juez (¿?) que lo condenó, David Burnett, con lo que este cual muro impenetrable lo niega una y otra vez, pareciendo que no acepta que pudo equivocarse, al igual que el fiscal John Fogelman, y la policía (representada en Gary Gitchell), del caso, en una clara visión protectora de corporativismo. Solo si este juez se aparta podría haber una esperanza (spoiler).

Hay otra sub trama turbadora con núcleo en uno de los padrastros de las víctimas, con gran protagonismo sobre todo en la segunda parte, John Mark Byers, tipo histriónico, que parece en gustarle las cámaras, muy locuaz en cada aparición. Este había sido el chivo expiatorio en el que hacer caer la probable culpa de los salvajes crímenes, aportando subrepticiamente indicios, como que ese mismo día había pegado con la correa a Chris Byers, que habiendo un probable mordisco en la frente de uno de los cadáveres él se hubiera quitado todos los dientes tras los asesinatos (con lo que comprobar si eran sus dientes las marcas no se pudo). Un tipo violento, drogadicto, conflictivo, con ante4cedentes penales, con taras mentales, con su esposa que murió en extrañas circunstancias... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow