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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Thriller. Acción H (Jason Statham) es el misterioso tipo que acaba de incorporarse como guardia de seguridad en una compañía de furgones blindados. Durante un intento de atraco a su camión, sorprende a sus compañeros mostrando habilidades propias de un soldado profesional, dejando al resto del equipo preguntándose quién es realmente y de dónde viene.
6 de julio de 2021
52 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
261/08(06/07/21) Decepcionante film del otrora ‘enfant terrible’ inglés Guy Ritchie que nos deleitó con sus dos primeras películas “Lock & Stock” (1998) y “Snatch” (2000), y desde entonces no hace más que ir dando tumbos entre productos de encargo hollywoodienses sin alma (ejemplo claro es la versión humana disneyana “Aladdin”), con intentos de recuperar su sello fresco propio cockney de humor+thriller con cintas como “Revolver” o “Ronckonrolla”, llegando a estar cerca con su película “The Gentlemen” del año pasado, con una historia juguetona, plagada de personajes muy bien trazados, con giros ingeniosos, con acción muy bien trabajada. Lo cual me hizo albergar esperanzas en el cineasta cuando se estrenó está cinta, que además reunía a Ritchie con Jason Statham 16 años después de su última colaboración en “Rockonrolla” (2006), pues además el guión estaba escrito por el mismo trio (director, junto a Ivan Atkinson y Marn Davies basándose en un film francés de 2004, “Le Convoyeur”) pero el director parece ir un paso adelante y varios atrás, pues nos ‘regala’ un thriller insulso de venganza más plana que el encefalograma de Laura Palmer, tan pretencioso con su alambicada estructura de flash-backs que da grima por cómo te lía innecesariamente, como da tumbos hasta llevarnos del protagonista, a querer dar hondura a los malos, ello con situaciones clichés, con diálogos rancios testosteroniles. Con acción que parece arrendada en un rastrillo, pues canta a la legua que no tiene presupuesto para exteriores y todos los tiroteos se dan en naves industriales cuasi-vacías.

Un film donde sus dos horas se antojan mucho más por el modo de enfriarnos con sus idas y venidas extemporáneas, cuando en realidad lo que se cuenta lo hemos visto ya miles de veces y en muchos casos bastante mejor. Todo esto encabezado por un protagonista que la palabra inexpresiva se queda a años luz de lo que representa, se mueve cual Terminator, sin mostrar dudas, su rostro es el mismo pidiendo un burrito que ejecutando a ladrones, ser al que Ritchie ha extirpado cualquier tipo de humor que le embistió en sus tres colaboraciones pretéritas, Robocop es Laurence Olivier a su lado. Por supuesto que el la personalidad en las escenas de acción es sobrada para el actor, pero su personaje tiene la personalidad de una ameba.

Es una cinta pulp despersonalizada, donde no hay señal alguna del creador de su ya mencionadas jocosas primeras películas, parece dirigir con el mando a distancia. Una película sin tensión, sin intensidad, sin emoción, donde solo estruendo de los disparos intenta enmascarar lo vacuo de su propuesta, es un caos cuesta abajo sin frenos que tiene su zenit en el clímax donde la anarquía con que acontece todo resulta cuasi-ridícula, para acabar con un final anticlimático que nada suma, que si lo recuerdo al acabar el día es que he tenido una jornada bastante sosa. Todo rutinario, nada te sorprende, los insulsos giros se ven venir con flechas de neón sobre ellos, un Déjà vu permanente. De la puesta en escena destaca la música de Christopher Benstead (“The Gentlemen”), un riff zozobrante en su percusión amenazante, pero que al abusar de ello te3rmina por ser un tiro en el pie que hace perder en el sobre uso la fuerza que tenía.

Arranca queriendo se original con el atraco a un furgón blindado visto desde el interior del mismo, cuando toda la acción sucede fuera, oímos tiros y gritos, lo cual puede provocar inquietud, pero a mí me resulta como mucho del film, impostado, solo intenta ocultar la falta de dinero y no tener que mostrar tiroteos. Luego pasamos en un a elipsis a meses después, con la entrada en la empresa de furgones blindados de H (Jason Statham), lo vemos durante unos interminables minutos cohabitar a este con sus colegas de curro, ello con diálogos sacados de descartes de films ochenteros casposos, donde solo destaca un divertido Josh Hartnett como un motor-mouth (por salvar algo de la quema), ello frente a un lacónico H. Hasta que desembocamos en un intento de robo al furgón, donde H se destapa como un Terminator (y no nos lo habían dicho), su modo de actuar resulta grotesco, solo aceptable si fuera una película de humor, pero del modo serio que lo muestran es guiñolesco el modo mecánico de proceder de Statham, solo si tiene mira telescópica en los ojos es medio posible, ello en miscelánea con un brazo robótico que no dude; Luego hay un flash-back 5 meses atrás para que comprendamos el porqué de lo que hace H, ello en un tramo que da dentera por como desentona como se comporta el protagonista, además liándonos con una llamada cuando está con su hijo. Hay una salvaje persecución por parte de H con su gente (¿?); Y luego entramos en la última fase y la cinta cambia de enfoque a los malos, queriendo hacérnoslos ver como una familia y esto chirría más que el Titanic partiéndose en dos, no entiendo que suma la historia mostrándonos la vida familiar del cabecilla de los ladrones (inane Jeffrey Donovan), todo un parche que no hace más que estirar el metraje hasta hacerse pesaroso. La relación de esta banda no añade nada a la historia, es como una película mala dentro de una película floja, que este en ella Scott Eastwood solo es anecdótico (como la carrera del hijo de Clint hasta ahora).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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