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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama El 6 de mayo de 1938, Hitler visita Roma. Es un día de fiesta para la Italia fascista, que se vuelca en el recibimiento. En una casa de vecinos sólo quedan la portera, un ama de casa, Antonietta y Gabriele, que teme a la policía por algún motivo desconocido. Al margen de la celebración política, Antonietta y Gabriele establecen una relación afectiva muy especial que les permite evadirse durante unas horas de la tristeza y monotonía de ... [+]
12 de octubre de 2014
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
135/10(13/09/14) Ettore Scola realiza una valiente oda en contra de los fanatismos y sus injusticias, y al entendimiento entre diferentes, en una cuasi-obra teatral con apenas dos personajes, se vale para exponer con sutilezas las frustraciones de dos personajes arrastrados en una vorágine de amrgura existencial, arrollados por un tiempo de extremistas que marcaban a fuego su territorio y donde cabían los que pensaran o actuaran fuera de las reglas fascistas. Todo esto atomizados por dos intérpretes en su cumbre de madurez, estableciéndose entre los dos una química ardiente y sofocante, una Loren y Mastroiani Gloriosos. Sinopsis omitida por falta de espacio.

El guión escrito por el propio realizador junto a Ruggero Maccari (“La Escapada” o “Perfume De Mujer”), de la historia rezuma ternura, hondura emocional, sutilidad, tocando temas como el hastío matrimonial, la homosexualidad, la libertad sexual, la alienación hacia el diferente, el borreguismo fascista, los prejuicios sociales, la hipocresía moral, en lo que es un notable homenaje al espíritu de Libertad personal, quedando un crudo drama, en el que se radiografía un tiempo en Italia donde todos se suponían que debían ser “buenos fascistas” y adoradores de Benito Mussolini, esto se expone en el film como si las ideas fascistas fuesen un tsunami que arrasan con todo, todos los italianos buenos fachas, y el que no era buen italiano, se hace un fresco desalentador de los ciudadanos, soñadores de hacer renacer el milenario Imperio romano de los Cesares, ilusos que firmaban con sus egos cheques que su nación no podría cubrir. Scola se detiene en un solo día de una típica mujer musolininiana, Antonieta, una ama de casa con 6 hijos, que se dedica a sus labores, con un esposo metido en los grupos fascistas, una abnegada madre que cree fielmente en el Duce, pero en realidad tras su coraza de fortaleza se esconde una mujer frustrada, vacía, desilusionada, infeliz, en realidad sola, y en estas se encuentra con Gabrielle, un alma arrinconada por su condición sexual, un apestado del fascismo, un verso suelto para el Estado Imperial, dos seres solitarios que parece nada tienen que ver uno con otro pero que encuentran lo mucho que les une, sus amargas existencias tienen por un día alguien que les acepte, que les comprenda, que les de cariño, esto en alegórica contraposición con lo que se oye de fondo, a los 2 Monstruos de la Intolerancia, Hitler y Mussolini,

Sophia Loren a sus radiantes 43 años está sublime, el glamur y encanto erótico de antaño ha sido enmascarado con mérito para dar paso a una ama de casa desaliñada, con el pelo alborotado, sin maquillaje, clásico retrato de la Mamma fascista, una procreadora acérrima, sin quejas, sin cultura, servicial y mujer florero, que su gran afición es coleccionar botones perdidos que no tienen pareja, quizás como ella se siente, sin su media naranja, y esto lo transmite con hondura, con una profunda mirada tristona, con una gestualidad cansina, esto se invierte al ilusionarse por ese ser enigmático que es Gabrielle, Loren es un torbellino de emociones, que magnetiza por la fuerza de la pasión que pone en lo que hace. Curiosamente el relato tiene un hecho autobiográfico, la historia de cómo se desmayó Antonieta al ver una tarde pasar al Duce a caballo en Villa Borghese, y entonces supo que estaba embarazada de otro de sus hijos, Littorio, metáfora del poder cuasi-divino en la procreación de Mussolini, pues a la madre de Sophia Loren, Romilda Villani, le sucedió esto tras ver al dictador, y estaba en cinta de su hermana Maria. Marcello Mastroiani es otro que da una vuelta su registro de galán mujeriego, haciendo aquí de sensible, melancólico homosexual, sabe expresar que tras la careta de simpatía jovial hay un sufridor, es la cara opuesta a Antonieta, es el hombre culto, elegante, atento, el compresible, el que escucha, el que sabe ver el dolor ajeno, excelso, es un exponente de las víctimas del “Paraíso Fascista”, Marcello sabe emitir toda una gama de sentimientos sin tener que recurrir a la sobre actuación, su labor es contenida, pero sentida, sabe hacer que veamos la tormenta que vive en su interior. Y entre los dos mana una chispeante compenetración, se complementan de forma formidable, con juegos de miradas portentosas, fascinantes sus trabajos. También destaca la villana presencia de Françoise Berd que en pocos segundos en pantalla consigue crear un ser repelente que huele a auténtico.

La cinta te atrapa desde su inicio, primero con las llamativas imágenes de archivo sobre la llegada de Hitler a Italia, y después con el impresionante travelling, una brillante plano-secuencia de más de 45 minutos, la cámara flota por las ventanas de un gran bloque de pisos, vemos que amanece y la gente empieza a levantarse, de pronto se detiene en uno que una mujer de mediana edad en bata se prepara un café, la cámara lentamente se introduce cual voyeur en el interior de la vivienda, la mujer con la taza en la mano se mueve por el hogar despertando a su numerosa prole, Umberto, Fabio, Arnaldo, Romana, Maria Lui, la cámara la acaricia suavemente en su paseo desperezador por la casa, ella dirige como deben entrar al baño, mientras se toma el café sin parar de moverse, acabando de avivar a su esposo Emanuele, al que le da su café, este se queja de que es poco a lo que ella vivazmente le responde que es concentrado, Emmanuele se queja del poco tiempo que tiene para ir a la concentración, Antonieta le dice que se hubiera acostado antes, él dice que si es que no puede divertirse con los amigos, ella repite sus palabras socarronamente, dando a entender que no le cree y que hay algún affaire extramarital de él, esto mientras saca al pequeño Littorio de entre las sábanas de su cama, exultante presentación de la protagonista, y dejando Scola estela de su prodigiosa maestría filmando, pero además Scola realiza un relato circular, termina con otro plano-secuencia, soberbio,… (continua spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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