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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Intriga. Terror. Thriller Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento "demasiado" complaciente de los padres se debe a su ... [+]
16 de enero de 2018
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
06/06(06/01/18) Muy sobrevalorado film de terror psicológico, que igual tendría en más consideración si no fuera por la ola de buenas críticas que lleva consigo, lo cual hace que me esperara algo políticamente incorrecto, transgresor, trascendente, pero mi gozo en un pozo, en una película tótum revolútum, un revoltijo de ideas cosidas con desigual fortuna. Es el debut en la realización de un largometraje del actor Jordan Peele (también guioniza), conocido en USA por formar parte del dúo cómico Key & Peele, con esta cinta ha generado un sleeper de tremendo éxito taquillero, recaudando $ 254 millones en todo el mundo con un presupuesto de $ 4.5 millones. Recibiendo numerosos galardones, con cinco nominaciones en los 23 ° Premios Critics 'Choice Awards y dos nominaciones en los 75º Golden Globe Awards: Mejor película - Musical o comedia y Mejor actor - Comedia o musical para Kaluuya. Peele dijo que su fuente de inspiración estuvo en el film “The Stepford Wives” (1975), basado a su vez en una novela de ira Levin, Peele dijo, "es una película de terror pero tiene una premisa satírica". Aunque a mí me ha recordado a un cruce entre otras películas como a ‘Adivina quién viene esta noche’ (1967), cruzado con ideas de “El pueblo de los malditos” (1955), la comedia “Un genio con dos cerebros” (1983), y sobre todo en su tensión mal rollera a la reciente “La invitación”. Tiene entre sus aciertos el saber atraparte con el inicio, el proyectar una atmósfera enrarecida en su buenismo condescendiente con los negros, generando tensión, en el aparente racismo soterrado que nace de la condescendencia con el que se cree inferior, genera intensidad y misterio crescente, pero desgraciadamente queda arrollado cuando debe de ofrecer respuestas las costuras se deshilachan en canal, cayendo en el convencionalismo más absoluto, con recursos manidos, con soluciones artificiosas fruto de la debilidad de su enclenque guión. Intenta ofrecer una mezcla entre el thriller, la intriga, la crítica social y ello aderezado por gotas de humor (todas ellas constreñidas al amigo gordito del protagonistas, que suelta paridas sin filtro), pero al final se queda en tierra de nadie, revelándose como un producto de apariencia rompedor, pero a la postre si se rasca nimiamente se deslumbra su convencionalismo y poca valentía.

Cinta que monta un trampantojo, crea un ambiente con elementos desconcertantes, elementos que proyectan inquietud creciente, miradas, situaciones cortantes que producen incomodidad, gestos, ese aparente matrimonio liberal condescendiente con los negros (Votarían a Obama si se presentara a un tercer mandato; tienen una pareja trabajando de criados para ellos, un cliché) genera interés en el espectador por saber qué es lo que está detrás de todo esto, pero cuando debe dar solución a lo que sucede el tinglado no soporte un mínimo análisis, son tantas las lagunas que ni Finlandia, avanzando hacia un rush final insatisfactorio (siendo muy benévolo). Y es que al final te sientes estafado pues nada de lo que prometía ni medio se cumple, ni es crítica social, ni es comedia negra, el terror además de apresurado es liviano-artificioso.

Su puesta en escena rebosa corrección, aunque destaca el elegante diseño de producción de Rusty Smith (“Austin Powers: La espía que me achuchó”), en un escenario muy sureño y bucólico, en contraste con lo que se trama allí, filmado en Fairhope, Alabama, seguido de Barton Academy y en el distrito histórico de Ashland Place en el centro de Mobile, Alabama.

El elenco actoral cumple (lástima de lo estrafalario de los roles): Emiten ese aire enrarecido, sobre todo Catherine Keener con esa sibilina madre y ese sonriente y simpático Bradley Whitford (eterno Josh Lyman de “The west wing”); Daniel Kaluuya como Chris transmite la turbación necesaria para nos identifiquemos, y suframos la desorientación que el acomete (lástima del desvarío en el clímax); Allison Williams da bien con el perfil de la novia atenta y cariñosa (lo de su metamorfosis merece capítulo aparte en el libro de los despropósitos); LilRel Howery como el amigo del protagonista Rod Williams, aporta algunas dosis de humor desengrasante, aunque algunas pasadas de vueltas; Resto de secundarios mejor hacerles un favor al no mencionarlos.


Spoiler:

Cuando toda la trama se destapa la Caja de Pandora es un pellizquito de ursulina comparado con el torbellino de incoherencias que desprende cada momento, con más agujeros que el coche de Bonnie & Clyde, ahí van unas cuantas (seguro hay más): Quien ha abierto la puerta del armario y colocado la caja de fotos Rose con otros “pescados”?; Si como Chris es inteligente y con esto se lo ha olido todo, porque sigue pidiendo unas llaves del coche que sabe no aparecerán?; Por qué lo del manido recurso de alguien, en este caso el ciego por la tele, le tienen que contar al Chris apresado el motivo de desdicha? Qué sentido tiene orgánicamente? Y es que lo que hace con esto es sobresalir la pobreza del guión, pues este inserto solo está para dar información al espectador;…
… Resulta que cuando las motivaciones de estos burgueses blancos se revelan todo ha sido un gran bluff el querer vendérnoslo como una trama racista, pues todo era que ricachones raptaran a personas jóvenes físicamente fuertes y el Doctor en un ridículo recurso que parece sacado de una parodia de “Frankenstein” cambia el cerebro del que ha ganado una puja por ese cuerpo, por el del incauto, lo de que sea negro es solo una trampa retorcida para atrapar al público pensando en una actualización de “Django desencadenado” o “12 años de esclavitud”, en realidad son negros (la excusa están trivial como idiota, “que lo negro está de moda”, no me jodas) como podrían haber sido, hispanos, asiáticos o incluso blancos, si hubieran sido blancos se quedan sin recurso morboso para atraer taquilla…. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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