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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama La historia, inspirada en hechos reales, muestra la vida de la familia Gucci durante tres décadas, en las que una sucesión de traiciones, dinero, decadencia, luchas de poder y venganza desencadenaron en el asesinato en 1995 de Maurizio Gucci (Adam Driver) por orden de su mujer, Patrizia Reggiani (Lady Gaga), que llegó a ser conocida como "la viuda negra de Italia".
5 de julio de 2022
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
226/05(04/07/22) Decepcionante film dirigido por Ridley Scott, que en este mismo año del estreno de esta cinta lo hace con otra de temática distinta por el tiempo, está abarcando dos décadas del SXX (1978-1998), y la otra, “El último duelo” enmarcada en la Edad Media, pero sin embargo con puntos en común, pues en las dos a los personajes los mueven su egocentrismo y sus celos, un tema universal y atemporal. Ridley llevas mucho tiempo muy atareado, con casi prácticamente una película por año, produciendo series como “Raised by wolves”, y en la cantidad no suele estar la calidad, hace lustros que no hace algo por encima de la media, y sobre todo para alguien que creó “Los duelistas”, “Alien”, “Blade Runner” o “Thelma & Louise”. Hace films como el que hace churros, los hace cual factoría y no pone el alma, y esta película es buena prueba de ello. Un producto plano, adusto, monocorde, funcional, y lo que es peor, tedioso, con un metraje de casi dos horas y media desproporcionado para lo que cuenta, y si lo que quería era alargarse, que hubiera hecho una serie, pero ha quedado un film caótico (con situaciones que se mencionan de buenas a primeras, sin que tengamos conocimiento anterior, como que Maurizio lo vemos con la empresa a todo tren, con el éxito del fichaje de Tom Ford, y sin que lo esperemos nos cuentan que Gucci está al borde de la quiebra ¿?) disperso (en un film sobre un icono de la moda nada sabremos sobre ella, es un ente invisible), sin corazón (el romance, matrimonio y posterior separación entre los protagonistas llega de forma aturullada, porque sí), un retrato ordinario de las intrigas ‘palaciegas’ de esta pseudo familia aristocrática de los Gucci. El guion de Becky Johnston (“El Príncipe de las Mareas”) y Roberto Bentivegna en su primer crédito en un largometraje, adaptando el libro “The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed”, escrito por Sara Gay Forden, que narra las circunstancias que condujeron al asesinato de Maurizio Gucci a manos de un sicario, contratado por su exesposa, Patrizia Reggiani.

Es un film que tiene todos los elementos de un film prometedor, ya desde su fenomenal elenco interpretativo con Lady Gaga y Adam Driver de protagonistas, y con los secundarios Jared Leto, Jeremy Irons, Salma Hayek y Al Pacino. Tiene una producción fulgente con escenarios lujosos (Roma, Nueva York, en palacios, estaciones de esquí, grandes fiestas, etc), vestuario lustroso, una cinematografía excelente de Dariusz Wolski, temas pop populares (Donna Summer, Eurythmics, New Order, Blondie, David Bowie, George Michael, e incluso se oye a Miguel Bosé), ello mezclado con temas de música clásica (Pino Donaggio, Mozart, Verdi o Puccini). Pero todo comienza a cansar pronto en medio de situaciones manidas sobre una joven arribista que quiere pegar el golpe atrapando al heredero de los Gucci, y este no es muy fan de su marca. Y todo discurre de forma lisa, sin situaciones atractivas, en medio de un mundo de snobs elitistas nos movemos, pero sin pizca de sentirme involucrado con algún personaje, no hay hondura dramática, todos superficiales, no empatizo con nadie, me siento ajeno, y conforme avanza su extensísimo minutaje me alejo más y más en este marasmo de clichés y tópicos, para un melodrama a lo Dinastía, que por momentos quiere jugar a ser “El Padrino” y ahí ya chirría más que el tren sobre el rio Kwai al descarrilar. Donde las situaciones pasan, pero sin sentido orgánico, avanzan por imperativo del guion. Narración que se sabe tiene su clímax en un asesinato, y sin embargo esto ocupa apenas 15 minutos, además resulto todo de forma aturullada, con elipsis torpes mal manejadas que más parece un documental que un drama.

Es reseñable, por que no todo es negativo, la carismática actuación de Lady Gaga, una especie de Lady Macbeth que actúa en su ambición de poder sobre el esposo, empujándolo a conspirar para hacerse con la marca, es enérgica en cada aparición, se agradece en el erial que es el resto, rol extrovertido, dinámico, expresivo, locuaz, eléctrico, muy buena; Ni tan siquiera los Titánes Al Pacino (se parece aquí a Torrebruno, tiene su momento de gloria en la lección que da al sobrino Maurizio sobre como la piratería no perjudica a su elitista marca) y Jeremy Irons (con imagen cadavérica) dejan especial huella. Ambos se notan disfrutar parodiando a sus personajes, pero ninguno es alguien de carne uy hueso; Adam Driver da una interpretación muy sosa, quizás queriendo ser contenido, opero lo que resulta es ataráxico; Y luego está Jared Leto en un papel caricaturesco que al igual que los mencionados, se nota deleitándose bajo el pronunciado maquillaje donde se pierde su imagen, pero resulta demasiado histriónico y pasado de vueltas; está salma Hayek en un rol de pitonisa bastante estereotipada (aunque tiene una buena frase cuando en el spa, llenas de barro le espeta a Patrizia: “Cuando regresemos de las Islas Caimán, podemos hacerle un buen mal de ojo (a Maurizio)”; Y Jack Huston en un rol de sibilino traidor consiglieri (cual Tom Hagen de Michael Corleone) de la familia Gucci, que lo ve de lejos Patrizia, pero en una actuación hierática.

La escena clave del film que (seguramente) sin pretenderlo describe al film, es cuando en St. Moritz mencionada, Patrizia comenta de modo extendido de donde trajo unos dulces, y Maurizio le espeta: “Estás llenando la historia de detalles innecesarios”, y eso termina siendo en gran parte este film, queriendo abarcar demasiado para lo poquito que aprieta.

Curioso ver a Salma Hayek en este film, pues el tema le toca de cerca. Está casada con François-Henri Pinault, CEO de Kering, el conglomerado francés de moda de lujo que ahora controla Gucci.

Olvidable película, que solo sirve para que veamos a Lady gaga como una buena actriz que puede dar mucho al cine. Gloria Ucrania!!!
TOM REGAN
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