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Voto de TOM REGAN:
6
5,0
63.080
Acción. Comedia. Thriller. Romance
La acomodada vida de Jane Smith (Angelina Jolie) y John Smith (Brad Pitt) no impide que el suyo sea un matrimonio gris y anodino. Además, ambos ocultan un secreto por el que su pareja estaría dispuesta a matar: los dos son agentes secretos, asesinos increíblemente eficientes que trabajan para organizaciones enfrentadas entre sí. Ambos descubren una nueva fuente de emoción en sus vidas cuando resulta que son contratados para asesinarse mutuamente. (FILMAFFINITY) [+]
16 de octubre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
189/06(12/10/16) Infravalorado divertimento este que ofrece el realizador Doug Liman, este es un pasatiempo enmarcado en el subgénero de una pareja de estrellas que lo capara todo, y esta es a mayor gloria de la pareja Angelina Jolie y Brad Pitt, una gamberrada escapista formato fílmico que solo pretende que pases un rato ameno y que intentes olvidar tus mundanos problemas, y te sumerjas en un relato con trazas de comic hiperrealista, rebosante de humor, de acción, y salpicado de romanticismo sin sensiblerías, riéndose con mordacidad de la institución del matrimonio, y atomizando a dos starlets glamurosas en dos roles que les encajan cual anillo al dedo, sumándose entre ellos una química abrasante, no en vano aquí nació (con infidelidad de por medio de Pitt a la Aniston), el binomio Brangelina. Al guionista Simon Kinberg (“Sherlock Holmes”) se le ocurrió la idea de la película después de escuchar a un par de sus amigos que estaban en terapia para su matrimonio, se dio cuenta de que la forma en que estaban describiendo sonaba "agresiva y mercenaria", construye un relato que contiene efluvios de otras historias similares, “El honor de los Prizzi” (1985), “La Guerra de los Rose” (1989), o “Mentiras arriesgadas” (1994), primando la comedia romántica de acción alocada, surrealista, cuasi-caricaturesca, una atípica desvirtuación del clásico bromance, en medio de un mundo exagerado, pasado de vueltas, sobre todo en lo referente a su acción, por supuesto que hilo argumental es liviano, pero aquí la salsa la ponen dos actores en la cumbre de su éxito físico, desplegando carisma, personalidad y una compenetración a prueba de la mucha munición que sufren en sus carnes, ello sazonado con punzantes dosis de humor, entre lo físico, el de equívocos, el negro, la lucha de sexos, ello metido en un coctel de acción sin límites, un ritmo trepidante, una montaña rusa que no te aburrirá, u ese es su simple objetivo, no todo en la cartelera pueden ser obras maestras sesudas. También fueron candidatos Nicole Kidman, Catherine Zeta-Jones, Johnny Depp o Will Smith a los roles protagonistas, después de lo visto Sr. Y Sra Smith son los que son.
John Smith (Brad Pitt), es oficialmente un ejecutivo de la construcción, lleva casado 5 o 6 años con Jane Smith (Angelina Jolie), consultora de soprtes técnicos, oficialmente, viven en una aparente felicidad. La realidad es que los dos guardan secretos uno al otro, y es que “casualmente” los dos son expertos mercenarios al servicio de agencias enemigas. Tendran importancia en la historia personajes como: Eddie (Vince Vaughn), colega y amigo del trabajo de John; Benjamin Danz (Adam Brody), objetivo de las agencias referidas; Jasmine (Kerry Washington), colega del curro de Jane.
El film se convierte en su frenético producto escapista, con un escaparate que seductor (sus dos protagonistas), embarcándonos en un ligero argumento, mero artífico para desplegar situaciones de humor, de acción, y algo de romanticismo (brotando de la chispa que los dos protagonistas desprenden). En la vertiente humor tenemos momentos que es imposible no te provoquen una sonrisa cómplice, sus juegos de intentar engañarse uno a otro, cual gato intentando cazar al ratón, la cena tras darse cuenta los dos que son enemigos sin saberlo, las constantes puyas que se tiran uno al otro, la sesión de terapia de pareja, las discusiones mientras pelean contra “los malos”, su sarcástico de heridas de guerra, etc. La acción es hiperrealista, exagerada, una bufonada que hace parodia de las cintas de espías, y lo hace con elegancia y buen gusto, apenas se ve sangre, a pesar de la cantidad de muertos que se suceden, con arrolladores tiroteos, explosiones, huidas vertiginosas, peleas, vigorosas persecuciones, coches volando por los aires, casas que revientan cual piñata, manejando la parejita todo tipo de armamento, con coreografias que beben indefectiblemente de John Woo, en un derroche de imaginación rodado con espectacularidad impresionante por el director, con un trabajo de cámara magnífico. Ya, falta intensidad, falta un mínimo realismo (tampoco lo busca el director), pero esto lo compensa con aire de caricatura comicquera. Todo esto de la acción hábilmente Liman lo confronta con la rutina de los matrimonios normales (sus mundanas charlas sobre la comida o las cortinas), expone este maremágnum en que se ven envueltos cual salsa excitante que le hacía falta a su convivencia para reavivar las ascuas de un amor hundido en la monotonía, llegando de este modo a la vertiente romántica, aquí la pareja exhibe una compenetración que desborda la pantalla, se amoldan con réplicas y contrarréplicas llenas de cinismo e ironía, teniendo su terreno de juego en la parodia del matrimonio, discurriendo su amor entre tiroteos entre ellos intentando matarse uno al otro y, cómo no, terminan fornicando salvajemente, y es que el binomio se nota disfrutando, pasándoselo bien. Por supuesto que no se hace un análisis en introspección de estos asesinos a sueldo, si tienen dilemas morales, o algo de tormento pro las muertes causadas, esto es un solaz film.
La cinta se puede dividir en dos partes: Una sería una especie de “Guerra de los Rose”, solo que en vez de desamor, lo que hay es rivalidad profesional, surgiendo en este tramo sutilidad y más ingenio derivado a lo humorístico, cercano en algún momento al screw-ball, teniendo su zenit en la Batalla en la casa; La segunda parte está más encaminada a una orgía de acción espléndida siendo las estrellas la escena colosal de la persecución ellos con el monovolumen, frente a los coches de negro por la autopista y la contienda final en el supermercado, con varios guiños al cine del realizador de Hong Kong John Woo, pero las dos se mezclan bien en un coctel de sabor penetrante, aunque sin poder de arraigamiento.
John Smith (Brad Pitt), es oficialmente un ejecutivo de la construcción, lleva casado 5 o 6 años con Jane Smith (Angelina Jolie), consultora de soprtes técnicos, oficialmente, viven en una aparente felicidad. La realidad es que los dos guardan secretos uno al otro, y es que “casualmente” los dos son expertos mercenarios al servicio de agencias enemigas. Tendran importancia en la historia personajes como: Eddie (Vince Vaughn), colega y amigo del trabajo de John; Benjamin Danz (Adam Brody), objetivo de las agencias referidas; Jasmine (Kerry Washington), colega del curro de Jane.
El film se convierte en su frenético producto escapista, con un escaparate que seductor (sus dos protagonistas), embarcándonos en un ligero argumento, mero artífico para desplegar situaciones de humor, de acción, y algo de romanticismo (brotando de la chispa que los dos protagonistas desprenden). En la vertiente humor tenemos momentos que es imposible no te provoquen una sonrisa cómplice, sus juegos de intentar engañarse uno a otro, cual gato intentando cazar al ratón, la cena tras darse cuenta los dos que son enemigos sin saberlo, las constantes puyas que se tiran uno al otro, la sesión de terapia de pareja, las discusiones mientras pelean contra “los malos”, su sarcástico de heridas de guerra, etc. La acción es hiperrealista, exagerada, una bufonada que hace parodia de las cintas de espías, y lo hace con elegancia y buen gusto, apenas se ve sangre, a pesar de la cantidad de muertos que se suceden, con arrolladores tiroteos, explosiones, huidas vertiginosas, peleas, vigorosas persecuciones, coches volando por los aires, casas que revientan cual piñata, manejando la parejita todo tipo de armamento, con coreografias que beben indefectiblemente de John Woo, en un derroche de imaginación rodado con espectacularidad impresionante por el director, con un trabajo de cámara magnífico. Ya, falta intensidad, falta un mínimo realismo (tampoco lo busca el director), pero esto lo compensa con aire de caricatura comicquera. Todo esto de la acción hábilmente Liman lo confronta con la rutina de los matrimonios normales (sus mundanas charlas sobre la comida o las cortinas), expone este maremágnum en que se ven envueltos cual salsa excitante que le hacía falta a su convivencia para reavivar las ascuas de un amor hundido en la monotonía, llegando de este modo a la vertiente romántica, aquí la pareja exhibe una compenetración que desborda la pantalla, se amoldan con réplicas y contrarréplicas llenas de cinismo e ironía, teniendo su terreno de juego en la parodia del matrimonio, discurriendo su amor entre tiroteos entre ellos intentando matarse uno al otro y, cómo no, terminan fornicando salvajemente, y es que el binomio se nota disfrutando, pasándoselo bien. Por supuesto que no se hace un análisis en introspección de estos asesinos a sueldo, si tienen dilemas morales, o algo de tormento pro las muertes causadas, esto es un solaz film.
La cinta se puede dividir en dos partes: Una sería una especie de “Guerra de los Rose”, solo que en vez de desamor, lo que hay es rivalidad profesional, surgiendo en este tramo sutilidad y más ingenio derivado a lo humorístico, cercano en algún momento al screw-ball, teniendo su zenit en la Batalla en la casa; La segunda parte está más encaminada a una orgía de acción espléndida siendo las estrellas la escena colosal de la persecución ellos con el monovolumen, frente a los coches de negro por la autopista y la contienda final en el supermercado, con varios guiños al cine del realizador de Hong Kong John Woo, pero las dos se mezclan bien en un coctel de sabor penetrante, aunque sin poder de arraigamiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Como taras cabe achacarle que cuando los dos se unen frente a los malos, estos son una nebulosa sin cuerpo ni mente, un ente abstracto sin forma, son tipos en coches negros, que visten de negro y que mueren como meros autómatas, bien es norma sabida que donde hay unos superhéroes que se suponen buenos (nunca sabremos si son parte de los buenos, pues no sabremos por que matan), debe haber un villano que haga más grandes a lkos protagonistas, y esto en mi modesta opinión es un error, seumándose la escasez de secundarios que den apoyo y descanso a los protagonistas, solo un Vincent Vaughn robaescenas tiene algo de peso, pues Kerry Washington queda muy desdibujada. También el final es francamente mejorable, muy vago e insatisfactorio, la mecha parece que va corriendo y corriendo, el espectador se mantiene en tensión en el tiroteo final esperando quizás algo en la honda de “Dos hombres y un destino” o “Thelma & Louise”, y lo que aparece es algo anticlimático, por lo menos el epílogo te deja buen sabor de boca.
La puesta en escena resulta excelente para el tono distendido del relato, con un notable diseño de producción de Feff Mann (“Transformers” o “Tropic Thunder”), rodando en exteriores de Los Ángeles, Pasadena, Agua Dulce, estos lares en California, el puente de BrooKlyn en Nueva York, recreando una clásica urbanización de casitas de madera con su amplio jardín. Esto realzado por la formidable fotografía de Bojan Bazelli (“Ther ring” o “EL Llanero Solitario”), muy luminosa, fulgurante, en las escenas nocturnas jugando con la luz tenue y los claroscuros, su suma una cámara vibrante en la acción realzando estas escenas. Música de John Powell (“Shrek” o “El mito de Bourne”), muy al aire alegre del film baña las melodías en ritmos latinos, con excelentes composiciones románticas para guitarra (eléctrica y española), añadiéndose tangos, o la obertura de “Guillermo Tell” (Rossini), acompañando de modo turbador a los personajes en su odisea.
Spoiler:
Momentos recordables: La llegada de John a su casa después del trabajo y Jane preguntándole por las cortinas “Si no te gustan las nuevas cortinas, podemos devolverlas”, John responde No me gustan”, Jane sonríe y dice "Te acostumbraras a ellas”; Jane en la terapia de pareja sobre la relación con John "Entre nosotros hay un gran espacio lleno de todas las cosas que no nos decimos. Cómo llamaría usted a eso?", el terapeuta responde "Matrimonio"; El tramo delirante de la dominatrix asesina, vestida con corsé de cuero negro, con medias de rejilla y fusta en mano, tremendo, acabando a lo James Bond descendiendo por alto edificio con u gadget-muelle-bolso, apoteósico; Toda la aparatosa batalla en la casa del matrimonio, primero entre ellos, terminado la primera parte con los dos en calenturientos momentos, y luego contra el ente maligno de mercenarios, y acabando con la mega destrucción explosiva de la casa; La escena de persecución-tiroteos-explosiones con el monovolumen, con el juego que dan las puertas correderas, ello mientras distendidamente el matrimonio discute sobre su pasado, descacharrante; La batalla final en el supermercado, atronadora, con coreografías en slow influenciadas claramente por el susodicho John Woo; La frase lapidaria de Jane “Los finales felices son sólo historias que todavía no han terminado"
Recomendable a los que gusten de comedias de acción ingeniosas con romanticismo nada sensiblero, y con una pareja protagonista en estado de gracia. Fuerza y honor!!!
La puesta en escena resulta excelente para el tono distendido del relato, con un notable diseño de producción de Feff Mann (“Transformers” o “Tropic Thunder”), rodando en exteriores de Los Ángeles, Pasadena, Agua Dulce, estos lares en California, el puente de BrooKlyn en Nueva York, recreando una clásica urbanización de casitas de madera con su amplio jardín. Esto realzado por la formidable fotografía de Bojan Bazelli (“Ther ring” o “EL Llanero Solitario”), muy luminosa, fulgurante, en las escenas nocturnas jugando con la luz tenue y los claroscuros, su suma una cámara vibrante en la acción realzando estas escenas. Música de John Powell (“Shrek” o “El mito de Bourne”), muy al aire alegre del film baña las melodías en ritmos latinos, con excelentes composiciones románticas para guitarra (eléctrica y española), añadiéndose tangos, o la obertura de “Guillermo Tell” (Rossini), acompañando de modo turbador a los personajes en su odisea.
Spoiler:
Momentos recordables: La llegada de John a su casa después del trabajo y Jane preguntándole por las cortinas “Si no te gustan las nuevas cortinas, podemos devolverlas”, John responde No me gustan”, Jane sonríe y dice "Te acostumbraras a ellas”; Jane en la terapia de pareja sobre la relación con John "Entre nosotros hay un gran espacio lleno de todas las cosas que no nos decimos. Cómo llamaría usted a eso?", el terapeuta responde "Matrimonio"; El tramo delirante de la dominatrix asesina, vestida con corsé de cuero negro, con medias de rejilla y fusta en mano, tremendo, acabando a lo James Bond descendiendo por alto edificio con u gadget-muelle-bolso, apoteósico; Toda la aparatosa batalla en la casa del matrimonio, primero entre ellos, terminado la primera parte con los dos en calenturientos momentos, y luego contra el ente maligno de mercenarios, y acabando con la mega destrucción explosiva de la casa; La escena de persecución-tiroteos-explosiones con el monovolumen, con el juego que dan las puertas correderas, ello mientras distendidamente el matrimonio discute sobre su pasado, descacharrante; La batalla final en el supermercado, atronadora, con coreografías en slow influenciadas claramente por el susodicho John Woo; La frase lapidaria de Jane “Los finales felices son sólo historias que todavía no han terminado"
Recomendable a los que gusten de comedias de acción ingeniosas con romanticismo nada sensiblero, y con una pareja protagonista en estado de gracia. Fuerza y honor!!!