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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama. Romance Una historia de amor ambientada alrededor de un hermoso cine antiguo en la costa sur de Inglaterra, en la década de 1980. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
103/16(16/04/23) Decepcionante drama dirigido por Sam Mendes, y es que las expectativas estaban altas por ser un gran realizador, por venir de dirigir la sensacional “1917”, y por el marco de fondo de estar sucediendo la historia en un cine de los 80 (quien no tiene en el punto de mira la referencia de la trémula “Cinema Paradiso”), hay referencias a films como "The Blues Brothers", "Stir Crazy", "Being There", "Chariots of Fire", “All That Jazz”, “The Killer Elite”, “Gregory's Girl”, o "Raging Bull" adornando la marquesina o los posters en paredes de este templo del Séptimo Arte. Perteneciendo yo a esta década en que comencé a ir a las salas de cine, pensaba poder conectar con la potencial nostalgia que pensaba `podría emanar de la historia, y mi gozo en un pozo.

El cineasta tras “American Beauty” quiere abarcar demasiado y aprieta poco en lo que es su primer guion original en solitario todo lo que hay en los márgenes de este denso y pesaroso melodrama está bien, me refiero a la recreación del funcionamiento de este cine en la costa británica, los planos del majestuoso edificio en el paseo marítimo, el operístico lobby, la vida entre los operarios, la limpieza tras las proyecciones, conflictos con los espectadores, la reliquia de la sala abandonada en la planta superior, que es en realidad un presagio de lo que les ha ido pasando a todas estas salas cinematográficas, y por supuesto el santuario de la cabina de proyecciones (con la enorme máquina, y adornando las paredes fotos de cine clásico), con un proyeccionista vocacional que explica cómo es la magia del cine. Pero la historia se pierde entre subtramas que se van soltando de forma arbitraria que no se desarrollan, ni llevan a lado alguno, simplemente son esbozos sin hondura alguna, tocando los problemas mentales (esto inspirado por la enfermedad de la madre de Sam Mendes; pero esto ya lo trató de un mejor modo el director en “Revolutionary Road”), el racismo (en la era del nacimiento de los hediondos skin heads; Mendes lo ,más que llega a mostrar es que el racismo es muy malo, pero nada de las causas, o de cómo afrontarlo, muy pueril en este sentido), las relaciones interraciales (un romance grimante entre el papel de Olivia Colman y el actor negro Micheal Ward, sin química alguna, inverosímil su atracción), el empoderamiento femenino (que daño está haciendo el #Metoo) pero todo ello mostrado a cachos, in media res, se lanza al espectador y ya está, nada de reflexión sobre ello.

Y al final te das cuenta que el primoroso escenario del cine es una excusa, podría haber ocurrido todo en un matadero o en una floristería, nunca sientes interrelación alguna del cine con lo que se cuenta, por mucho que nos cuelen una escena metida con calzador de la protagonista viendo una película (“Being there” de Hal Ashby), no impresión orgánica entre sub tramas. Quedando que se desaprovecha a la gran Olivia Colman en un rol que (da igual lo que le echen a esta gran actriz) borda con su habitual carisma, pero es que asimismo se infrautiliza a nada menos que a Colin Firth y Toby Jones, aunque a este último se le da oportunidad de mostrar lo espléndido que es en apenas unas dosis de frases.

Mendes nos cuela dos horas que se estiran sin pericia de síntesis, con iteraciones, con estancamientos de ritmo, con tramos espesos. El tratamiento del racismo es de un infantilismo complaciente, vemos al empelado negro Stephen acosado por la calle por unos skin heads y Hilary que le sigue a escondidas se sorprende de que haya gente que odie a los negros, me resulta grotesco que no quieran hacer ver que ella ve por vez primera comportamientos racistas, vemos a un cliente en el cine que denigra a Stephen por su color de piel, y más adelante vuelven los skin heads con más violencia contra Stephen, y ya está, nada que analizar, como si de Barrio Sésamo se tratara, clase contra el racismo para niños de párvulos.

El tratamiento de los problemas mentales no es más profundo. El guion deja migas de pan cuando vemos que Hilary toma litio (¿?), para más adelante explotar en la playa cual Godzilla contra un castillo de arena, luego se rebela contra su jefe (soltando la mejor frase del film y sobre todo en boca de la grandiosa Colman: ‘Follar o no follar esa es la cuestión!’). No hay introspección de esta patología, no hay reflexión de cómo se trata, o como la afrontan los allegados, simplemente se muestra y punto, otra clase de parvularios de que hay gente con taras mentales y hay que ayudarlas, ‘catequesis’ para infantes.

El tratamiento de este romance de corazones solitarios entre la madura Hilary y el joven negro Stephen me resulta sin credibilidad, no se lo que al joven puede atraerle de la mayor para él y no muy sexy Margot, me resulta forzado y no veo chispa alguna entre ellos, me resulta por imperativo del guion. Añádase una sub trama de una aventura grimante de Hilary con su jefe, que no va a lado alguno.

Del esperado (por mí) tributo al arte del cine, solo encuentro pequeñitas pinceladas, como es ese Norman (Toby Jones), cual demiurgo siempre en la sombra, tiene con Stephen sobre la capacidad de la luz para iluminar y la capacidad del cerebro para filtrar la oscuridad cuando mira 24 fotogramas parpadeantes por segundo, se supone estas palabras dan sentido al título y al leit-motive del film, supongo que al apartado de la bipolaridad de Hilary, por que no veo esto aplicado a los ‘traviesos’ skin heads. También un bello tramo en que hay un montaje en que vemos a Norman hilvanar para la proyección una película y como ensamblarla sobre las marcas; Esperaba cuando el dueño del cine habal de que va estrenar “Carros de Fuego”, que esto sería el clímax del film, de la forma que se trata parecería esto será épico, con los actores y famoseo sobre la alfombra roja allí, pero luego esto acontece a mucho del fin de la película, y nada hay del famoseo (dicen acudirá Lawrence Olivier y Paul McCartney) o de nada parecido, es un MacGuffin penoso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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