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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2013-2022). 6 temporadas. 36 episodios. Una familia de gánsters asentada en Birmingham tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), dirige un local de apuestas hípicas. Las actividades del ambicioso jefe de la banda llaman la atención del Inspector jefe Chester Campbell, un detective de la Real Policía Irlandesa que es enviado desde Belfast para limpiar la ciudad y acabar con la banda.
27 de diciembre de 2013
30 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
188/09(21/11/13) Notable serie británica de la BBC2 de 6 episodios en su primera temporada, que aborda un tiempo de revueltas sociales en UK, lo hace tomando como centro una banda que existió realmente los ‘Peaky Blinders’, unos cruentos tipos que dominaron su zona a golpe de cuchillas. Es un producto de acción, personajes bien construidos y con unos guiones inteligentes que saben mezclar, el drama, la crítica social, la acción con agudas dosis de humor. Serie creada por Steven Knight, guionista de ‘Promesas Del Este’ o ‘Negocios Ocultos’, y nos relata con un gran ritmo un relato de ambición, traición, lealtades, amores imposibles, problemática social, traumas psicológicos de la guerra, nacionalismos y más entrecruzan en este drama con una espléndida puesta en escena que transporta a brillantemente a este tiempo.

El escenario es una convulsa e industrial Birmingham de 1919, en la post-Gran Guerra, ciudad efervescente de obreros, con comunistas, terroristas del IRA, y bandas mafiosas, el protagonista es Thomas Shelby (buen Cillian Murphy), un veterano de la guerra traumatizado por lo allí vivido, tanto que parece haber anulado los sentimientos, es el líder de los ‘Peaky Blinders’ (se les conocía así pues llevaban en los filos de sus gorras cuchillas con las que atacaban a sus enemigos cegándolos), como se conoce a los miembros del irlandés clan Shelby, en esta banda también está su tía Polly (buena Helen McCrory), que llevó el negocio mientras los hombres estaban en Guerra, Arthur (correcto Paul Anderson), el hermano mayor que por su mala cabeza no dirige el tinglado, Ada (buena Sophie Rundle), la rebelde fémina de los hermanos que se enamorara del líder comunista de la ciudad, Freddie Thorne (buen Iddo Goldberg), Jhon (buen Joe Cole), el pequeño es un casi niño Finn (correcto Alfie Evans-Meese), un joven temperamental . Se dedican al mundo de las apuestas ilegales de carreras de caballos, además de otros delitos gansteriles, poseen un gran poder de intimidación en la comunidad. Thomas por casualidad en un robo se hace con un cargamento de armas del Ejército Británico, un arsenal que de caer en manos del IRA o de los comunistas puede desencadenar una Guerra Civil. El ministro del gobierno de UK Winston Churchill (buen Andy Nyman), envía a la ciudad al inspector Chester Campbell (buen Sam Neill) para recuperar las armas, un experto en manejar problemas. En la serie tendrá mucha importancia una misteriosa y bella camarera, Grace Burgess (buena Annabelle Wallis), que Thomas contrata para servir en el pub de la familia. Thomas ambiciona salir de la clandestinidad y hacer legal el negocio, para ello tiene un plan que le hará enfrentarse a una banda de gitanos y al poderoso empresario de las apuestas Billy Kimber (buen Charlie Creed-Miles).

La serie engancha desde su atractivo y enigmático inicio, vemos a una comunidad china alterada, pasamos a un jinete (Cillian Murphy) vestido de tweed que lleva a un precioso caballo por en medio de una calle embarrada las gentes se esconden despavoridas, se para y aparece dos chinos, un hombre y una chica, ella rocía al equino con un polvo rojo, es un conjuro mágico, el jinete grita a los que allí escondidos le oyen que el caballo se llama Monaghan Boy y competirá en una carrera el lunes, les conmina a que apuesten pues ganará y que se lo digan a nadie, sobreimpresionado la ciudad, Birmingham y el año 1919, comienza la fascinante música con el tema de Nick Cave & The Bad Seeds ‘Red Right Hand’, y vemos los industriales escenarios, el caballo circula por calles mugrientas, vemos fábricas con grandes y humeantes chimeneas, canales para el transporte, edificios característicos de ladrillo rojo manchados, hay un cura negro que predica en medio de la calle, vemos a un tipo guiando a dos ciegos pedigüeños, gira y el jinete entra en una tétrica calle, un policía (Bobby) le saluda, de la puerta de una fábrica salen bocanadas de fuego, vemos montones de carbón apiladas, el humo empaña la pantalla, y sale sobreimpresionado el título, ‘Peaky Blinders’, notable presentación del carismático protagonista y de los paisajes urbano-obreros en los que va a desarrollarse la historia.

La serie posee unos guiones no originales pero si saben explotar su potencial creando un universo particular, salpicado de diálogos y frases espléndidos, con un fluido ritmo, con personajes bien construidos, una trama que evoluciona ágilmente, con una prodigiosa puesta en escena, con buenas escenas de acción, con tensión, con una estupenda dirección de Otto Bathurst (‘El Himno Nacional’, 3 primeros), y Tom Harper (‘Misfits’ la serie inglesa). Nos presenta un microcosmos en los que caben multitud de problemáticas de este tiempo y el argumento sabe engarzarlas, emitiendo destellos de gran intensidad. Todo en pos de un increscendo dramático sofocante, pero el gran lunar de la serie es su destartalado capítulo final, emborrona el buen quehacer de los 5 primeros capítulos (spoiler), los 5 primeros son buenísimos, el final no está a la altura. En el debe también cabe achacarle que las subtramas de los comunistas y de los del IRA están desaprovechadas.

La ambientación es de una excelente brillantez, con un magnífico diseño de producción Grant Montgomery, recrea de modo extraordinario esta urbe salida de lo más sucio de la Revolución Industrial, de parajes feistas, con humo constante, una atmósfera sombría, y esto realzado por la impresionante fotografía de George Steel que envuelve el metraje de tonos ocres amarillentos y marrones apagados, de expresivos primeros planos cuando debe, jugando hábilmente con tomas opresivas, a través de velos, espejos, cristales deformantes, tomas cenitales, transmitiendo mezquindad y patetismo, un formidable vestuario de Stepahnie Collie (‘Lock & Stock’ o ‘Layer Cake’),… (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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