415/43(31/12/09) Billy Wilder nos regaló un Hito cinematográfico, la Mejor Comedia de Todos los Tiempos, una Obra Maestra del Humor, un prodigio donde todos los elementos encajan de forma mágica para deleitarnos con una arrolladora sucesión de situaciones y diálogos antológicos, donde el genial realizador-guionista despliega demuestra su ingenio para atropellarnos con un guión descomunal, donde la sátira política alcanza niveles insuperables riéndose tanto del capitalismo como del comunismo. Estando en el centro de la acción un coloso que jamás estuvo mejor, un James Cagney (C. R. MacNamara) que despliega una energía contagiosa, una interpretación de un poderío insultante, su brío para soltar ordenes una detrás de otra, un dos ,tres,, su capacidad para el combate dialéctico, su manejo del lenguaje gestual es colosal, un Titán. Pero es que los secundarios resultan maravillosos, son como las piezas del tetris que van encajando una detrás de otra hasta que llega la pieza larga y te quedas la pantalla se vacía, es el éxtasis, pues esto son los actores de reparto, desde el secretario, Schlemmer (Hanns Lothar) con sus taconazos, que no se enteró que hubo W.W.II,pues trabajaba en el metro, el chófer, Fritz (Karl Lieffen),que le da tiempo acerrar la puerta del ascensor al jefe para después llegar a tiempo de volver a abrírsela en el siguiente piso, la bellísima secretaria, Ingeborg (Liselotte Pulver) que por una gabela hará lo que sea, la abnegada pero vivaraz esposa, Philis MacNanamra (Arlene Francis), la hija del jefe en Atlanta, Scarlette Hazeltine (Pamela Tiffin), una rebelde que cuando sea mayor su hijo le dará a elegir a su hijo entre ser un capitalista o un comunista rico, su esposo comunista, Otto (Horst Buchholz), que le dice a su esposa que en Moscú desayunaran en la cama … también almorzaran y cenaran en ella, es que no tienen más sitio, los tres divertidos agentes comerciales rusos que harán lo que sea por conseguir la secretaria de McNamara, Fräulein Ingeborg, y más y más. Es esta una cinta en estado de gracia donde lo único malo es que la risa te impedirá deleitarte con el siguiente gag, un torrente de inspiración, donde los objetos son un personaje más, como lo son el reloj de cuco que a medida que se acerca el desenlace canta más continuo para provocarte el frenesí de los personajes, como el juego que dan los globos. Con este film el slapstick llegó a la cumbre, no se pueden encadenar escenas divertidas mejor, con persecuciones, mal entendidos, persecuciones, bailes frenéticos, hilarantes interrogatorios-tortura a base de rock&roll, y más y más. Recomendable a TODOS, un chute de energía positiva, envidio a los que la vayan a ver por primera vez. Fuerza y honor!!!