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Voto de TOM REGAN:
7
6,3
625
Serie de TV. Drama
Miniserie de 5 episodios. Ivy Moxam, de 26 años de edad, fue vista por última vez hace trece años, Después de tanto tiempo reaparece. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
104/07(08/05/18) Sugestiva miniserie (5 episodios y no hay segunda temporada) británica de la BBC, un incipiente drama de televisión creado en su debut Marnie Dickens, que también guioniza, centrando el relato en Ivy Moxam (brillante Jodie Comer), una mujer de 26 años que escapa del sótano donde estuvo secuestrada durante 13 años en una casa en los suburbios de Bristol. Un thriller psicológico sombrío que explora no solo a la mente distorsionada de la víctima, si no como la gente a su alrededor sufre las secuelas de su vuelta, teniendo el relato efluvios al film irlandés “Room” (2015) de Lenny Abrahamson, de cómo estos años han hecho mella en la familia y amigos, la serie intenta ofrecer un estudio de cómo ha afectado, de cómo se han resentido, mellado, rasgado, con lo que el desarrollo se vuelve complejo en las relaciones, pues la protagonista desprende ambigüedad, mundo interior convulso, y es que sus silencios, miradas perdidas, actitud esquiva lleva a que dudemos de ella, lo que alimenta el interés de la serie que parezca su testimonio poco fiable, esto aderezado por hábiles giros de guión que descolocan y piden saber el porqué. Creada y producida enteramente por mujeres, además de la creadora, directoras Vanessa Caswill (1º, 2º y 3º), y China Moo-Young (4º y 5º) uniéndose a la productora ejecutiva Elizabeth Kilgarriff (“Luther”). Las actuaciones son de gran calidad, destacando la protagonista Jodie Comer, todo un descubrimiento que va a dar mucho que hablar, ahora en la prometedora serie de la HBO “Killing Eve”, su interpretación resulta conmovedora, abarcando toda un radiante arco de emociones convulsas, moviéndonos a la empatía con ella. Serie que explora muchas de las vertientes que transpira la situación, esta es el terror de todos los padres, la desaparición de un hijo, no cayendo en el efectismo, ni en el sensacionalismo, transmitiendo realismo, aunque cojea en su vertiente policial, con un comportamiento un tanto atropellado en su relación con la raptada, pues es incomprensible no haya una psicóloga en algún momento, chirría. Un relato que también se puede ver como un tributo al espíritu de supervivencia humana frente a las peores condiciones, a como todo se puede superar, y con ayuda mejor.
La serie tiene un comienzo que te atrapa, hay una toma de grúa que surca un barrio de Bristol (UK), hasta detenerse frente a una puerta roja de una casa, un ominoso acorde resuena, entonces la puerta se abre de ella sale desorientada una chica desaliñada, vestida con un especie de camisón y descalza, en la desierta calle mira a un lado y a otro, no ve gente y corre sin rumbo, la disonante música provoca malestar, llega a una cabina de teléfono, marca el número de la policía y dice “Soy Ivy Moxam… Me secuestraron hace 13 años, por favor, ayúdenme", simple pero muy efectivo arranque, que nos pone en situación. Para a partir de entonces proponernos una dualidad tonal, por un lado la complicada relación con la familia y sus amigos, el mundo no paró estos trece años de desaparición, y esto le afectará tanto a ella como a los que la traten, ello en diferentes vertientes: Desde la madre ultra-protectora (Christina por Natasha Little) que intenta que no note cambios, para lo que incluso obliga a su marido (Angus por Stuart Graham) que vuelva con ella, había dejado el hogar para vivir con otra mujer; está la hermana (Emma Moxam por Katherine Rose Morley) que vive en el hogar familiar con su prometido (Craig Watts por Joe Layton), que al principio tiene reticencias en creer que es su hermana; está una antigua amiga algo díscola (Eloise Wye por Eleonor Wyld); y está un antiguo amigo (Tim Hobson por Aneurin Barnard) como con aspiraciones sentimentales, ahora casado, pero que él no se lo dice; entre todos se irán tejiendo tiras y aflojas. Y está la trama policial que se entrecruza con esta, dirigida por los agentes Lisa Merchant (Valene Kane), y Elliott Carne (Richard Rankin), con un proceso atractivo, dosificando los giros, con cliffhanger al final de cada capítulo, pero un tanto forzada en el modo de tratar a Ivy. En este lado es donde asaltan las dudas sobre si sufre Síndrome de Estocolmo.
La serie posee un buen ritmo, no se estanca, mantiene y sabe llevar la tensión e intensidad dramática, con una realización ágil y hábil creando sensación de opresión ayudado por la cámara, emitiendo la zozobra mental en que está embarcada la protagonista. Asimismo con seguridad en sí mismos, los guiones no acuden al recurso manido de los flash-back, haciendo que la actitud de los personajes hablen por sí mismos, además de crear el misterio sobre los hechos, delineando un velo de enigmas sobre lo que es la verdad y lo que no, radiografiando los recovecos de la atormentada mente, analizando la fina línea que separa a la víctima de la abducción.
Jodie Comer es el gran pilar sobre el que se asienta la serie, una actuación cargada de intensidad como Ivy, sabe emitir en su rostro el pesar y la inquietud de un alma angustiada, desorientada, desgarrada, traumatizada, alguien que busca su lugar en un mundo que la ha superado, expresa en su mirada tímida y su gestualidad nerviosa (temblorosa) ese toque de tocarse el cabello frente a los agentes), demuestra fragilidad, demuestra emoción en esa estremecedora reunión en el parque con su antiguo amor, un rol que la actriz carga de matices, de intensidad, un ser perdido entre su familia que no sabe cómo tratarla, si con condescendencia o como si nada, trémulo cuando cuenta cómo tuvo que comer pescado directamente de la lata sin una cuchara, cuenta que el raptor le dijo "Tienes que ganarte el derecho a tomar una cuchara ... nunca lo hice"; Valene Kane como Lisa y Richard Rankin como Elliott son el binomio de agentes policías que investigan sobre el secuestrador interrogando a la críptica Ivy, la detective dudando de la versión de la víctima, y el policía empatizando (demasiado) con Ivy... (sigue en spoiler)
La serie tiene un comienzo que te atrapa, hay una toma de grúa que surca un barrio de Bristol (UK), hasta detenerse frente a una puerta roja de una casa, un ominoso acorde resuena, entonces la puerta se abre de ella sale desorientada una chica desaliñada, vestida con un especie de camisón y descalza, en la desierta calle mira a un lado y a otro, no ve gente y corre sin rumbo, la disonante música provoca malestar, llega a una cabina de teléfono, marca el número de la policía y dice “Soy Ivy Moxam… Me secuestraron hace 13 años, por favor, ayúdenme", simple pero muy efectivo arranque, que nos pone en situación. Para a partir de entonces proponernos una dualidad tonal, por un lado la complicada relación con la familia y sus amigos, el mundo no paró estos trece años de desaparición, y esto le afectará tanto a ella como a los que la traten, ello en diferentes vertientes: Desde la madre ultra-protectora (Christina por Natasha Little) que intenta que no note cambios, para lo que incluso obliga a su marido (Angus por Stuart Graham) que vuelva con ella, había dejado el hogar para vivir con otra mujer; está la hermana (Emma Moxam por Katherine Rose Morley) que vive en el hogar familiar con su prometido (Craig Watts por Joe Layton), que al principio tiene reticencias en creer que es su hermana; está una antigua amiga algo díscola (Eloise Wye por Eleonor Wyld); y está un antiguo amigo (Tim Hobson por Aneurin Barnard) como con aspiraciones sentimentales, ahora casado, pero que él no se lo dice; entre todos se irán tejiendo tiras y aflojas. Y está la trama policial que se entrecruza con esta, dirigida por los agentes Lisa Merchant (Valene Kane), y Elliott Carne (Richard Rankin), con un proceso atractivo, dosificando los giros, con cliffhanger al final de cada capítulo, pero un tanto forzada en el modo de tratar a Ivy. En este lado es donde asaltan las dudas sobre si sufre Síndrome de Estocolmo.
La serie posee un buen ritmo, no se estanca, mantiene y sabe llevar la tensión e intensidad dramática, con una realización ágil y hábil creando sensación de opresión ayudado por la cámara, emitiendo la zozobra mental en que está embarcada la protagonista. Asimismo con seguridad en sí mismos, los guiones no acuden al recurso manido de los flash-back, haciendo que la actitud de los personajes hablen por sí mismos, además de crear el misterio sobre los hechos, delineando un velo de enigmas sobre lo que es la verdad y lo que no, radiografiando los recovecos de la atormentada mente, analizando la fina línea que separa a la víctima de la abducción.
Jodie Comer es el gran pilar sobre el que se asienta la serie, una actuación cargada de intensidad como Ivy, sabe emitir en su rostro el pesar y la inquietud de un alma angustiada, desorientada, desgarrada, traumatizada, alguien que busca su lugar en un mundo que la ha superado, expresa en su mirada tímida y su gestualidad nerviosa (temblorosa) ese toque de tocarse el cabello frente a los agentes), demuestra fragilidad, demuestra emoción en esa estremecedora reunión en el parque con su antiguo amor, un rol que la actriz carga de matices, de intensidad, un ser perdido entre su familia que no sabe cómo tratarla, si con condescendencia o como si nada, trémulo cuando cuenta cómo tuvo que comer pescado directamente de la lata sin una cuchara, cuenta que el raptor le dijo "Tienes que ganarte el derecho a tomar una cuchara ... nunca lo hice"; Valene Kane como Lisa y Richard Rankin como Elliott son el binomio de agentes policías que investigan sobre el secuestrador interrogando a la críptica Ivy, la detective dudando de la versión de la víctima, y el policía empatizando (demasiado) con Ivy... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… Todo lo referente a la subtrama policial me queda algo regular orgánicamente, me resulta complicada tanta animadversión de Lisa, sin ver el dolor de Ivy, tratándola de modo despectivo, como también me resulta difícil de creer tanta conexión emocional entre Elliott y la chica, me es es forzado, como me es un recurso simplista que los dos agentes terminen enrollados, no viene a cuento, y desvía la atención de lo importante; Natasha Little como la madre da un buen rendimiento como ultra-posesiva, manipuladora emocional; Stuart Graham como el padre cumple, aunque su rol me queda un tanto desdibujado por lo que se deja mangonear por Christina, me falta hondura del personaje para aceptar su mansedumbre; Katherine Rose Morley como la hermana está correcta, con buena química con Comer; Aneurin Barnard como el anhelo romántico de la adolescencia de Ivy deja una buena estela de compenetración con Ivy, excelentes sus intercambios de miradas, transpiran una turbadora mezcolanza de cariño y melancolía.
En la puesta en escena destaca la fotografía en tres episodios de David Rom (“Una cuestión de tiempo”), y en los dos restante s de Simon Archer (“Harlots”), marcando un bañado cromático grisáceo, de cielos nublados, con interiores iluminados de modo tenue, consonancia con la mente de la convulsa protagonista; Se rodó en Bristol (UK), siendo el final en el barrio de Lockleaze, dominado por la singular Purdown BT Tower; Además destaca el tema que se es cucha durante los créditos iniciales "In YourDreams" del grupo de Dark Dark Dark, la música final del quinto y último episodio "Out of the Black" de Billie Marten.
La serie falla en su final, su último capítulo resulta bastante apresurado, como teniendo que terminar rápidamente por imperativo empresarial, esto repercute encima en que no todas las preguntas son respondidas, dejando cabos sueltos.
Spoiler:
El comportamiento de la policía deja mucho que desear en el reflejo que se hace de su trabajo: Primero está su (ya mencionado) comportamiento agresivo con una víctima de secuestro; Esta que se supone estaban vigilando la casa de Ivy por su el secuestrador volvía, y ella en el primero o segundo episodio consigue escapar de su casa, menuda vigilancia policial; Y es que lo de la vigilancia a estos polis solo está a la altura de los de la T.I.A. (ataque de ironía), pues cuando se supone la están monitorizando en el centro comercial cuando va a encontrarse con el secuestrador se les escapa con mucha facilidad, es que no estaban apostados en todas las entradas? Es que les dieron el carnet de policías en la Universidad Juan Carlos I?; Luego está el comportamiento de Ivy en el centro comercial, porque después de que el raptor suelte a la niña Ivy no vuelve con la policía; Porque se quita Ivy el auricular? La respuesta sencilla sería que al verlo le ha vuelto el Síndrome de Estocolmo y decide volver con él, peor entonces porque solo tarda un rato en pasársele y querer escapar de la casa donde está presa? No hay coherencia, me chirría; Volviendo a la policía, resulta que sin ellos todo hubiera resultado lo mismo, ella se escapa sin ayuda de los agentes, es más si ella los espera hubiera fallecido en la explosión.
Esta historia recuerda a los secuestros de Ariel Castro, donde tres mujeres jóvenes, Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina "Gina" DeJesus, fueron secuestradas por Ariel Castro entre 2002 y 2004, en Cleveland, Ohio, y la Sra. Berry logró escapar y alerta a la policía La historia de Castro fue más escueta ya que fue rápidamente arrestado y, afortunadamente, se ahorcó el raptor después de un mes en prisión.
En conjunto me queda una buena serie, que con sus muchas virtudes y sus algunos defectos me ha entretenido y sabido hacer reflexionar sobre los traumas a los que nos enfrentamos, tanto en primera como en tercera persona, destacando además la poderosa actuación de Jodie Comer. Fuerza y honor!!!
En la puesta en escena destaca la fotografía en tres episodios de David Rom (“Una cuestión de tiempo”), y en los dos restante s de Simon Archer (“Harlots”), marcando un bañado cromático grisáceo, de cielos nublados, con interiores iluminados de modo tenue, consonancia con la mente de la convulsa protagonista; Se rodó en Bristol (UK), siendo el final en el barrio de Lockleaze, dominado por la singular Purdown BT Tower; Además destaca el tema que se es cucha durante los créditos iniciales "In YourDreams" del grupo de Dark Dark Dark, la música final del quinto y último episodio "Out of the Black" de Billie Marten.
La serie falla en su final, su último capítulo resulta bastante apresurado, como teniendo que terminar rápidamente por imperativo empresarial, esto repercute encima en que no todas las preguntas son respondidas, dejando cabos sueltos.
Spoiler:
El comportamiento de la policía deja mucho que desear en el reflejo que se hace de su trabajo: Primero está su (ya mencionado) comportamiento agresivo con una víctima de secuestro; Esta que se supone estaban vigilando la casa de Ivy por su el secuestrador volvía, y ella en el primero o segundo episodio consigue escapar de su casa, menuda vigilancia policial; Y es que lo de la vigilancia a estos polis solo está a la altura de los de la T.I.A. (ataque de ironía), pues cuando se supone la están monitorizando en el centro comercial cuando va a encontrarse con el secuestrador se les escapa con mucha facilidad, es que no estaban apostados en todas las entradas? Es que les dieron el carnet de policías en la Universidad Juan Carlos I?; Luego está el comportamiento de Ivy en el centro comercial, porque después de que el raptor suelte a la niña Ivy no vuelve con la policía; Porque se quita Ivy el auricular? La respuesta sencilla sería que al verlo le ha vuelto el Síndrome de Estocolmo y decide volver con él, peor entonces porque solo tarda un rato en pasársele y querer escapar de la casa donde está presa? No hay coherencia, me chirría; Volviendo a la policía, resulta que sin ellos todo hubiera resultado lo mismo, ella se escapa sin ayuda de los agentes, es más si ella los espera hubiera fallecido en la explosión.
Esta historia recuerda a los secuestros de Ariel Castro, donde tres mujeres jóvenes, Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina "Gina" DeJesus, fueron secuestradas por Ariel Castro entre 2002 y 2004, en Cleveland, Ohio, y la Sra. Berry logró escapar y alerta a la policía La historia de Castro fue más escueta ya que fue rápidamente arrestado y, afortunadamente, se ahorcó el raptor después de un mes en prisión.
En conjunto me queda una buena serie, que con sus muchas virtudes y sus algunos defectos me ha entretenido y sabido hacer reflexionar sobre los traumas a los que nos enfrentamos, tanto en primera como en tercera persona, destacando además la poderosa actuación de Jodie Comer. Fuerza y honor!!!