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Voto de TOM REGAN:
8
6,8
268
Documental. Bélico
Documental rodado en el Hospital Militar Mason de Long Island (Nueva York). El narrador es Walter Huston, el padre del director. Describe la vida de un grupo de soldados traumatizados por la guerra desde su llegada hasta que son dados de alta. El ejército impidió su distribución hasta 1980, en que se exhibió comercialmente. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
10/10(10/01/21) Turbador, valiente y controvertido documental dirigido por el enfant terrible de Hollywood John Huston, pionero en tratar de modo crudo los problemas mentales de los combatientes en conflictos bélicos, despojando de glamur la contienda, siendo protagonistas los modos de enfrentar estas taras psíquicas, sirve como documento histórico de como los médicos entonces ‘combatían’ estos problemas. Última de una serie de cuatro películas dirigidas por Huston mientras servía en el Cuerpo de Señales del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Con la intención de educar al público sobre el trastorno de estrés postraumático y su tratamiento entre los veteranos que regresan, la presentación sin guión de la discapacidad mental de la película llevó a “Let There Be Light” a ser suprimido por el gobierno de los Estados Unidos; no fue estrenado hasta la década de 1980. Al desmovilizarse cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército de los EE. UU. Tuvo la tarea de reintegrar a los veteranos militares que regresaban a la sociedad en tiempos de paz. Un obstáculo al que se enfrentaron los veteranos fue el estigma que rodeaba al "shock de guerra" o "psiconeurosis", los antiguos términos para el trastorno de estrés postraumático. Para convencer al público, y especialmente a los futuros empleadores de estos cuando volvieran a la vida civil, de que los veteranos que estaban siendo tratados por inestabilidad mental inducida por la batalla eran normales después del tratamiento psiquiátrico, el 25 de junio de 1945, el Cuerpo de Señales del Ejército encargó al Mayor John Huston la producción del documental “The Returns Psychoneurotics”. Huston visitó varios hospitales del ejército en las costas este y oeste antes de decidirse por (lleva el nombre de un médico y general del ejército) Mason General Hospital en Brentwood-Long Island. Las razones son que Mason General era el centro de salud mental más grande de la costa este, hospital estaba ubicado cerca del centro de producción de películas del Ejército en Astoria Studio en Queens-Nueva York, y los médicos fueron muy abiertos y receptivos a la filmación y a cualquier pregunta psiquiátrica que tenían. El nuevo título que Huston le dio a la película, “Let There Be Light”, era una referencia a Génesis 1:3 de la versión King James de la Biblia. Aspecto llamativo y de valor es como Huston íntegra a blancos y negros (y ello sin hacerlo notar, dándole pátina de normalidad), exponiéndolos como iguales, ello en un momento en que la segregación racial en el ejército estadounidense estaba candente, esta no se eliminó la orden ejecutiva del presidente Truman en 1948.
La película comienza con una introducción con voz en off de Walter Huston (padre del director), indicando que el 20 por ciento de las víctimas de guerra son de naturaleza psiquiátrica. Los veteranos son transportados desde un barco médico al Mason General Hospital para recibir tratamiento por enfermedades mentales provocadas por la guerra. Un grupo de 75 veteranos de combate USA recientes que padecen diversas "afecciones nerviosas" que incluyen psiconeurosis, neurosis de batalla, trastorno de conversión, amnesia, tartamudeo severo y estados de ansiedad, algunos de ellos padecen problemas psicosomáticos tan extremos que necesitan recuperar su equilibrio físico. Cuando llegan al hospital los llevan a una habitación y un oficial de admisiones les dice que no se alarmen con las cámaras, que harán un registro fotográfico de su progreso (El documental fue revolucionario para su época con el uso de secuencias de entrevistas reales pero sin guión. Huston colocó cámaras ocultas en las salas de entrevista médico-paciente, una enfocada en el médico y la otra enfocada en el paciente). A continuación se muestran escenas de entrevistas entre un médico y algunos de los pacientes sobre sus problemas y circunstancias que condujeron a ese punto. Posteriormente, se emplean varios métodos de tratamiento para curarlos, incluyen narcosíntesis, hipnosis, psicoterapia grupal, musicoterapia y terapia laboral. Los terapeutas aseguran a los pacientes que no hay nada de qué avergonzarse por recibir tratamiento para sus afecciones mentales, y que los civiles sometidos a las mismas tensiones desarrollarán las mismas afecciones.
La película fue prohibida por motivos espurios por el ejército que vio en el metraje un motivo para que futuros jóvenes no se alistaran, no estrenándose hasta la década de 1980 por el secretario del Ejército Clifford Alexander, Jr. impulsado por el empeño de su amigo Jack Valenti (presidente de la Asociación Cinematográfica USA), quien trabajó para que se levantara la prohibición. La película se proyectó en la sección Un Certain Regard del Festival de Cine de Cannes de 1981. En 2010, la película fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".
La cinta recorre un arco de desarrollo lineal, desde la llegada de los enfermos soldados al centro médico, donde van pasando por varias fases, donde cada elemento influye para hacerles ver que no son bichos raros, que no deben avergonzarse, que no son unos cobardes, hasta que llegamos al final donde se nos hace un emociónate montaje en que vemos cómo llegaron algunos al hospital y como salen. Al inicio los vemos temblorosos, temerosos, apocados, angustiados, atormentados, tartamudos, amnésicos, produciendo en el espectador turbación en el realismo mostrado. Vemos cómo reaccionan a la hipnosis, retrotrayéndose uno a los bombardeos en Okinawa, a otro que no puede mantener el equilibrio, vemos como le inyecta amytal sódico para hacerle recordar, hay un afroamericano (¿?) en una terapia grupal que abre su corazón con traumas de la infancia,... (sigo en spoiler)
La película comienza con una introducción con voz en off de Walter Huston (padre del director), indicando que el 20 por ciento de las víctimas de guerra son de naturaleza psiquiátrica. Los veteranos son transportados desde un barco médico al Mason General Hospital para recibir tratamiento por enfermedades mentales provocadas por la guerra. Un grupo de 75 veteranos de combate USA recientes que padecen diversas "afecciones nerviosas" que incluyen psiconeurosis, neurosis de batalla, trastorno de conversión, amnesia, tartamudeo severo y estados de ansiedad, algunos de ellos padecen problemas psicosomáticos tan extremos que necesitan recuperar su equilibrio físico. Cuando llegan al hospital los llevan a una habitación y un oficial de admisiones les dice que no se alarmen con las cámaras, que harán un registro fotográfico de su progreso (El documental fue revolucionario para su época con el uso de secuencias de entrevistas reales pero sin guión. Huston colocó cámaras ocultas en las salas de entrevista médico-paciente, una enfocada en el médico y la otra enfocada en el paciente). A continuación se muestran escenas de entrevistas entre un médico y algunos de los pacientes sobre sus problemas y circunstancias que condujeron a ese punto. Posteriormente, se emplean varios métodos de tratamiento para curarlos, incluyen narcosíntesis, hipnosis, psicoterapia grupal, musicoterapia y terapia laboral. Los terapeutas aseguran a los pacientes que no hay nada de qué avergonzarse por recibir tratamiento para sus afecciones mentales, y que los civiles sometidos a las mismas tensiones desarrollarán las mismas afecciones.
La película fue prohibida por motivos espurios por el ejército que vio en el metraje un motivo para que futuros jóvenes no se alistaran, no estrenándose hasta la década de 1980 por el secretario del Ejército Clifford Alexander, Jr. impulsado por el empeño de su amigo Jack Valenti (presidente de la Asociación Cinematográfica USA), quien trabajó para que se levantara la prohibición. La película se proyectó en la sección Un Certain Regard del Festival de Cine de Cannes de 1981. En 2010, la película fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".
La cinta recorre un arco de desarrollo lineal, desde la llegada de los enfermos soldados al centro médico, donde van pasando por varias fases, donde cada elemento influye para hacerles ver que no son bichos raros, que no deben avergonzarse, que no son unos cobardes, hasta que llegamos al final donde se nos hace un emociónate montaje en que vemos cómo llegaron algunos al hospital y como salen. Al inicio los vemos temblorosos, temerosos, apocados, angustiados, atormentados, tartamudos, amnésicos, produciendo en el espectador turbación en el realismo mostrado. Vemos cómo reaccionan a la hipnosis, retrotrayéndose uno a los bombardeos en Okinawa, a otro que no puede mantener el equilibrio, vemos como le inyecta amytal sódico para hacerle recordar, hay un afroamericano (¿?) en una terapia grupal que abre su corazón con traumas de la infancia,... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... otro comenta en grupo que lo que más quiere es que todos estos hombres tengan una oportunidad y sean reconocidos como iguales a los demás (teniendo esto el gran peso que lo dice un blanco con varios negros entre ellos). Vemos el trato humano y amable de los médicos, vemos sus métodos de integración con música o partidos de beisbol.
Todo ello con una conclusión optimista, por lo menos de momento, pues los fantasmas del pasado sabemos siempre pueden aflorar, ejemplo de ello fue la gran película de la post-guerra “Los mejores años de nuestras vidas” (1946), del también grupo de directores que colaboró en el esfuerzo de guerra con documentales. Me falta el componente de la ayuda familiar para afrontar estos problemas, quizás es que no quisieron aparecer, pero esto hubiera aumentado el valor.
No hay créditos personales en la película. Varias fuentes han recopilado créditos fuera de la pantalla. La música de Dimitri Tiomkin (“Solo ante el peligro”); La cinematografía se ha atribuido a Stanley Cortez (“La noche del cazador”), John Doran, Lloyd Fromm, Joseph Jackman (“El emperador del norte”) y George Smith; Los editores fueron William H. Reynolds (“The Godfather”), y Gene Fowler Jr. (“It's a Mad Mad Mad Mad World”); El equipo de filmación rodó alrededor de 70 horas de película. El producto final se redujo a menos de 1 hora; En lugar de obstaculizar el tratamiento, las cámaras parecían tener un efecto estimulante en los pacientes. Los pacientes que fueron filmados mostraron un mayor progreso en la recuperación que los que no lo fueron. Este es un ejemplo del efecto Hawthorne donde los pacientes respondieron mejor a ser observados;
Debido a los efectos potencialmente desmoralizadores que la película podría tener en el reclutamiento de posguerra, fue posteriormente prohibida por el Ejército después de su producción, aunque se habían hecho algunas copias no oficiales. La policía militar confiscó una vez una impresión que Huston estaba a punto de mostrar a sus amigos en el Museo de Arte Moderno. El Ejército afirmó que invadió la privacidad de los soldados involucrados y que las liberaciones que Huston había obtenido se perdieron; el Departamento de Guerra se negó a conseguir nuevos. Huston afirmó que los militares prohibieron su película para mantener un mito de "guerrero"; que los soldados estadounidenses fueron a la guerra y regresaron más fuertes, todo el mundo era un héroe, y aunque hubo bajas, sus espíritus permanecieron intactos.
La explicación oficial de la supresión fue que la película de Huston violó la privacidad de los hombres que participaron, verdaderas razones quedan claras cuando ves el remake estrenado en enero de 1948, “Shades of Grey” (dirigido por el actor mudo y luego prolífico director de documentales y cortometrajes de entretenimiento Joseph Henabery, Lincoln en “El nacimiento de una nación” de Griffith), “corrigió” los aspectos preocupantes de “Let There Be Light”. Eliminó cualquier uso real de documental (aparte de algunas imágenes de archivo irónicamente saqueadas de The Battle of San Pietro de Huston [1945]), escenificando escenas de combate y hospital con actores (en varios casos, recrea momentos específicos de la película de Huston) y sofoca todo bajo una voz en off "educativa" segura de sí misma que, al decirnos exactamente lo que está sucediendo en todo momento, elimina toda ambigüedad, por no hablar de matices, y hace innecesario escuchar lo que dicen los personajes. Este paternalismo opresivo está incrustado en todos los aspectos de la película, que se puede ver en ocho partes en el sitio web de Internet Archive, comenzando aquí. Y para colmo no aparecen negros, que han sido eliminados de los fotogramas.
Imprescindible documental. Fuerza y honor!!!
Todo ello con una conclusión optimista, por lo menos de momento, pues los fantasmas del pasado sabemos siempre pueden aflorar, ejemplo de ello fue la gran película de la post-guerra “Los mejores años de nuestras vidas” (1946), del también grupo de directores que colaboró en el esfuerzo de guerra con documentales. Me falta el componente de la ayuda familiar para afrontar estos problemas, quizás es que no quisieron aparecer, pero esto hubiera aumentado el valor.
No hay créditos personales en la película. Varias fuentes han recopilado créditos fuera de la pantalla. La música de Dimitri Tiomkin (“Solo ante el peligro”); La cinematografía se ha atribuido a Stanley Cortez (“La noche del cazador”), John Doran, Lloyd Fromm, Joseph Jackman (“El emperador del norte”) y George Smith; Los editores fueron William H. Reynolds (“The Godfather”), y Gene Fowler Jr. (“It's a Mad Mad Mad Mad World”); El equipo de filmación rodó alrededor de 70 horas de película. El producto final se redujo a menos de 1 hora; En lugar de obstaculizar el tratamiento, las cámaras parecían tener un efecto estimulante en los pacientes. Los pacientes que fueron filmados mostraron un mayor progreso en la recuperación que los que no lo fueron. Este es un ejemplo del efecto Hawthorne donde los pacientes respondieron mejor a ser observados;
Debido a los efectos potencialmente desmoralizadores que la película podría tener en el reclutamiento de posguerra, fue posteriormente prohibida por el Ejército después de su producción, aunque se habían hecho algunas copias no oficiales. La policía militar confiscó una vez una impresión que Huston estaba a punto de mostrar a sus amigos en el Museo de Arte Moderno. El Ejército afirmó que invadió la privacidad de los soldados involucrados y que las liberaciones que Huston había obtenido se perdieron; el Departamento de Guerra se negó a conseguir nuevos. Huston afirmó que los militares prohibieron su película para mantener un mito de "guerrero"; que los soldados estadounidenses fueron a la guerra y regresaron más fuertes, todo el mundo era un héroe, y aunque hubo bajas, sus espíritus permanecieron intactos.
La explicación oficial de la supresión fue que la película de Huston violó la privacidad de los hombres que participaron, verdaderas razones quedan claras cuando ves el remake estrenado en enero de 1948, “Shades of Grey” (dirigido por el actor mudo y luego prolífico director de documentales y cortometrajes de entretenimiento Joseph Henabery, Lincoln en “El nacimiento de una nación” de Griffith), “corrigió” los aspectos preocupantes de “Let There Be Light”. Eliminó cualquier uso real de documental (aparte de algunas imágenes de archivo irónicamente saqueadas de The Battle of San Pietro de Huston [1945]), escenificando escenas de combate y hospital con actores (en varios casos, recrea momentos específicos de la película de Huston) y sofoca todo bajo una voz en off "educativa" segura de sí misma que, al decirnos exactamente lo que está sucediendo en todo momento, elimina toda ambigüedad, por no hablar de matices, y hace innecesario escuchar lo que dicen los personajes. Este paternalismo opresivo está incrustado en todos los aspectos de la película, que se puede ver en ocho partes en el sitio web de Internet Archive, comenzando aquí. Y para colmo no aparecen negros, que han sido eliminados de los fotogramas.
Imprescindible documental. Fuerza y honor!!!