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Voto de TOM REGAN:
8
7,6
327
Drama
La historia de cinco chicas, de entre las 200 que se presentan a la convocatoria de un anuncio para un modesto puesto de secretaria, en una lluviosa mañana en Roma. (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
269/20(17/08/22) Notable drama que con acidez corrosiva ataca las condiciones de vida en la Italia de post-WWII, sobre todo del papel de la mujer que intentaba tener importancia, como se ve en este film, por diferentes motivos. Obra de marcado estilo neorrealista en su crudo retrato naturalista del país transalpino. Dirigida espléndidamente por Giuseppe De Santis, adapta un punzante guión de Cesare Zavattini (“Ladron de bicicletas”) y Basilio Franchina (“Alemania Año Cero”), basándose en una historia del director, a su vez se inspira en la historia real de un accidente ocurrido el 15 de enero de 1951 en Via Savoia en Roma, una escalera se derrumbó por el peso de 200 mujeres que esperaban una entrevista de trabajo, una mujer murió y 76 resultaron heridas. De Santis compone un mosaico de personajes cercanos, frágiles, con sueños, con ilusiones, con esperanza, con debilidades, desesperados, muy humanos en sus matices, todo esto depositado en alcanzar el (ordinario) premio de un trabajo de mecanógrafa. Cinta con acentuado tono feminista, indagando en el mundo de la mujer, siendo los hombres en este caso accesorios para ellas, en la mayor parte de los casos alienantes.
Radiografía incisiva, donde la edición (de Gabriele Varriale) es fenomenal saltando de personaje a personaje con enorme fluidez, sabiendo dar el tiempo adecuado a cada situación para que nos cale el mundo interior de estas féminas, añadiendo dosis de humor y hasta romanticismo (maravilloso el amor-flechazo a través de miradas entre la aspirante a mecanógrafa Cornelia [encantadora Maria Grazia Francia] y el marino que espera el bus). Descripción costumbrista y humanista de este tiempo y lugar hablándonos de cosas como el desempleo, del estigma que suponía el embarazo fuera del matrimonio, de la emigración de lo rural a las ciudades, de la prostitución, del clasismo, de la opresión laboral (esa joven a la que ese matrimonio trata con condescendencia), de la denuncia a la sanidad pública, torpedo en forma de crítica social. Ello con unas actuaciones desiguales, pero en conjunto buenas para emitir el efervescente mundo interior de las protagonistas corales, con Lucia Bosé, Eva Vanicek, Lea Padovani, Delia Scala, Elena Varzi, Paola Borboni, o Irène Galter entre las mujeres; entre los hombres destacan Massimo Girotti o Ralf Vallone.
Historia partida en dos mitades, siendo parteaguas el mencionado accidente. En la parte inicial conoceremos a varias de estas mujeres, epítome de todas, conoceremos su desesperación por conseguir el trabajo (desgarradora la charla que tiene sobre cuál es el sueldo que aceptarían, rebajándose de una a otra, exponiendo su precariedad) y la ilusión que puede suponer el ganarlo (para escapar de su pueblo de campo, para dejar la prostitución, para poder escapar de un trabajo tiránico, para poder independizarse de su familia…). Ello en una sensacional delineación de estas miserables vidas de las que esperan escapar por la rendija de este curro; En el segundo conoceremos sus circunstancias, ósea, a su entorno, las conoceremos aún mejor. El ataque a la Italia es devastador cuando siendo encamadas y atendidas se les comunica que deben pagar por estar allí, deben hacerlo por no tener seguro de trabajo. La paradoja es que tuvieron el accidente buscando trabajo, y si no tienen empleo de donde sacaran el dinero? Kafkiano. También sabremos de los secretos que tienen las mujeres epítomes, sus batallas domésticas. Ello entrelazado a la investigación policial para esclarecer lo sucedido y quien pudo tener la culpa. Todo para ir desembocando en finales que son realistas en su mezcla de que nada termina, todo es un punto y seguido, los finales felices no existen, solo los medio apaños.
Conoceremos a Simona, una bella mujer que gusta de cantar, de familia rica, enamorada de Carlo (Vallone), de clase baja, lo que hace que sus padres no lo acepten, reflejando el impúdico clasismo imperante en este mundo; Matilde (enternecedora Borboni) es ejemplo precursor del film viscontiano “Rocco y sus hermanos”, sobre como las gentes rurales querían escapar a su miseria a través del sueño de las oportunidades de la gran ciudad. Su desesperación quedará patente en su coda (spoiler); Adriana (estupenda Elena Varzi), entra a la oficina para hacerse la prueba, apenas puede controlar sus emociones y termina llorando. En el hospital sabremos su (pecaminoso) motivo que le hace ser una ‘mancha familiar’ en la conservadora Italia; Caterina (brillante en la dignidad que exhibe Lea Padovani), la conocemos saliendo del coche con un tipo, quiere el trabajo para huir de su ‘antigua profesión’, ha pedido un bolso prestado para dar mejor imagen; Clara (deliciosa Irene Galter), joven llevada a la prueba por su familia, que anhela ese sueldo para la ayuda; Luciana (brillante en su expresividad Carla Del Poggio), es una joven mujer hundida en la desesperación, tiene a su amado esposo Nando (Girotti) con meses sin encontrar trabajo, en su angustia decide saltarse la infinita cola en la escalera gritando que tiene algo urgente que decir al empleador, de ese modo se cuela, y cuando el resto allí fuera escuchan el tecleo en la máquina se indignan, y cuando salen la inquina hacia ella es belicoso.
Radiografía incisiva, donde la edición (de Gabriele Varriale) es fenomenal saltando de personaje a personaje con enorme fluidez, sabiendo dar el tiempo adecuado a cada situación para que nos cale el mundo interior de estas féminas, añadiendo dosis de humor y hasta romanticismo (maravilloso el amor-flechazo a través de miradas entre la aspirante a mecanógrafa Cornelia [encantadora Maria Grazia Francia] y el marino que espera el bus). Descripción costumbrista y humanista de este tiempo y lugar hablándonos de cosas como el desempleo, del estigma que suponía el embarazo fuera del matrimonio, de la emigración de lo rural a las ciudades, de la prostitución, del clasismo, de la opresión laboral (esa joven a la que ese matrimonio trata con condescendencia), de la denuncia a la sanidad pública, torpedo en forma de crítica social. Ello con unas actuaciones desiguales, pero en conjunto buenas para emitir el efervescente mundo interior de las protagonistas corales, con Lucia Bosé, Eva Vanicek, Lea Padovani, Delia Scala, Elena Varzi, Paola Borboni, o Irène Galter entre las mujeres; entre los hombres destacan Massimo Girotti o Ralf Vallone.
Historia partida en dos mitades, siendo parteaguas el mencionado accidente. En la parte inicial conoceremos a varias de estas mujeres, epítome de todas, conoceremos su desesperación por conseguir el trabajo (desgarradora la charla que tiene sobre cuál es el sueldo que aceptarían, rebajándose de una a otra, exponiendo su precariedad) y la ilusión que puede suponer el ganarlo (para escapar de su pueblo de campo, para dejar la prostitución, para poder escapar de un trabajo tiránico, para poder independizarse de su familia…). Ello en una sensacional delineación de estas miserables vidas de las que esperan escapar por la rendija de este curro; En el segundo conoceremos sus circunstancias, ósea, a su entorno, las conoceremos aún mejor. El ataque a la Italia es devastador cuando siendo encamadas y atendidas se les comunica que deben pagar por estar allí, deben hacerlo por no tener seguro de trabajo. La paradoja es que tuvieron el accidente buscando trabajo, y si no tienen empleo de donde sacaran el dinero? Kafkiano. También sabremos de los secretos que tienen las mujeres epítomes, sus batallas domésticas. Ello entrelazado a la investigación policial para esclarecer lo sucedido y quien pudo tener la culpa. Todo para ir desembocando en finales que son realistas en su mezcla de que nada termina, todo es un punto y seguido, los finales felices no existen, solo los medio apaños.
Conoceremos a Simona, una bella mujer que gusta de cantar, de familia rica, enamorada de Carlo (Vallone), de clase baja, lo que hace que sus padres no lo acepten, reflejando el impúdico clasismo imperante en este mundo; Matilde (enternecedora Borboni) es ejemplo precursor del film viscontiano “Rocco y sus hermanos”, sobre como las gentes rurales querían escapar a su miseria a través del sueño de las oportunidades de la gran ciudad. Su desesperación quedará patente en su coda (spoiler); Adriana (estupenda Elena Varzi), entra a la oficina para hacerse la prueba, apenas puede controlar sus emociones y termina llorando. En el hospital sabremos su (pecaminoso) motivo que le hace ser una ‘mancha familiar’ en la conservadora Italia; Caterina (brillante en la dignidad que exhibe Lea Padovani), la conocemos saliendo del coche con un tipo, quiere el trabajo para huir de su ‘antigua profesión’, ha pedido un bolso prestado para dar mejor imagen; Clara (deliciosa Irene Galter), joven llevada a la prueba por su familia, que anhela ese sueldo para la ayuda; Luciana (brillante en su expresividad Carla Del Poggio), es una joven mujer hundida en la desesperación, tiene a su amado esposo Nando (Girotti) con meses sin encontrar trabajo, en su angustia decide saltarse la infinita cola en la escalera gritando que tiene algo urgente que decir al empleador, de ese modo se cuela, y cuando el resto allí fuera escuchan el tecleo en la máquina se indignan, y cuando salen la inquina hacia ella es belicoso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Como en el neorrealismo italiano es norma, la fotografía cobra gran valor, en este caso obra en glorioso b/n de Otello Martelli (”La Strada” o “la Dolce Vita”), en marcados contrastes dramáticas de grises, en labor prodigiosa, sobre todo en las tomas de la escalera atestada de mujeres, con picados y contrapicados, moviéndose con fluidez entre ellas, moviéndose por una Roma deprimente, por barrios tristes, marginales (el de la prostituta), por ese hospitalucho, proyectando un espacio sombrío; También cabe reseñar la música de Mario Nascimbene (“Vikingos” o “Verano violento”), donde de una forma singular combina el zumbido de un theremin con el golpeteo similar a una marcha de las barras tipográficas, en consonancia original con el empleo por el que luchan todas, excelente modo de sensorialmente hacernos inmersión; Ah, y muy buenos los efectos especiales durante el accidente, una combinación ágil y nerviosa de edición y efectos visuales.
Spoiler:
Como acaba cada mujer de este collage: Matilde en su desesperación coge el trabajo de sirvienta que una joven Angelina (buena Delia Scalia) deja tras una discusión con sus arrogantes empleadores; Adriana nos enteramos (y el padre también) en el hospital que está embarazada de un hombre casado (su jefe de trabajo) que engañó a la joven: El padre (trabaja llevando una calesa) la repudia por esto, la lleva a casa para que recoja sus cosas y se marche. Pero por el camino la gente se agolpa para felicitar a la joven por estar bien tras el accidente. Esto hace reconsiderar echarla; Clara tras el accidente se encuentra con un joven por el que se siente atraída, sus padres en un principio recelan, pero cuando les dice lo que cobra en su trabajo se mitran y sonríen; Caterina nos enteramos es una prostituta que buscaba este trabajo para escapar de este trabajo. Sale ilesa del accidente, buscando desesperada su bolso. Se marcha del lugar en taxi con el tipo que la llevó, un cliente. Vuelven al hogar de ella, la acompaña el tipo, pasando por el barrio muy pobre, por el camino devuelve el bolso a la mujer que se lo prestó. Cuando llegan al humilde hogar de ella, se cambia de ropa, mientras el tipo, que esperaba a poder tener un servicio de ella, ante la estampa del barrio decide marcharse sin despedirse, dejándole dinero a la mujer que estaba en la puerta; Luciana se siente culpable del accidente, pues colándose dio inicio a un barullo en su contra con el que se inició el derrumbe de la escalera. Lleva ese peso sobre su conciencia, no le ha pasado nada físicamente, pero la losa de la culpa la aflige. En el rush final la llevan a interrogar al lugar de los hechos del accidente, ante la policía y algunas de las mujeres que fueron a la prueba, se derrumba anímicamente, e incluso se nota piensa en tirarse por el hueco donde anteriormente estaban las escaleras, abajo esta su cariñoso esposo que sube raudo a llevársela, ante la historia que le cuentan las demás a la policía, esta decide dejarlas marchar, pues como dice el que lleva la investigación a un periodista la pobreza (o más o menos), ha sido la causante del accidente. Ello mientras salen del edificio siniestrado y una joven pregunta que si ha terminado la prueba, la gente se aleja mientras la joven se sienta en la puerta abrigándose (allí pasará la noche creyendo estar la primera) mientras cree habrá aun un puesto de trabajo en el aire.
El cineasta italiano Elio Petri, entonces en los comienzos de su carrera, aparece en los créditos como ayudante de realización; Augusto Genina realizó este mismo año 1952 la película “Tre storie proibite”, basada en el mismo trágico suceso.
Me queda una muy apreciable muestra de cine comprometido, realista, de los que cala en su mensaje, en su valentía de poner a las mujeres sufriendo, muy recomendable en su claridad expositiva. Gloria Ucrania!!!
Spoiler:
Como acaba cada mujer de este collage: Matilde en su desesperación coge el trabajo de sirvienta que una joven Angelina (buena Delia Scalia) deja tras una discusión con sus arrogantes empleadores; Adriana nos enteramos (y el padre también) en el hospital que está embarazada de un hombre casado (su jefe de trabajo) que engañó a la joven: El padre (trabaja llevando una calesa) la repudia por esto, la lleva a casa para que recoja sus cosas y se marche. Pero por el camino la gente se agolpa para felicitar a la joven por estar bien tras el accidente. Esto hace reconsiderar echarla; Clara tras el accidente se encuentra con un joven por el que se siente atraída, sus padres en un principio recelan, pero cuando les dice lo que cobra en su trabajo se mitran y sonríen; Caterina nos enteramos es una prostituta que buscaba este trabajo para escapar de este trabajo. Sale ilesa del accidente, buscando desesperada su bolso. Se marcha del lugar en taxi con el tipo que la llevó, un cliente. Vuelven al hogar de ella, la acompaña el tipo, pasando por el barrio muy pobre, por el camino devuelve el bolso a la mujer que se lo prestó. Cuando llegan al humilde hogar de ella, se cambia de ropa, mientras el tipo, que esperaba a poder tener un servicio de ella, ante la estampa del barrio decide marcharse sin despedirse, dejándole dinero a la mujer que estaba en la puerta; Luciana se siente culpable del accidente, pues colándose dio inicio a un barullo en su contra con el que se inició el derrumbe de la escalera. Lleva ese peso sobre su conciencia, no le ha pasado nada físicamente, pero la losa de la culpa la aflige. En el rush final la llevan a interrogar al lugar de los hechos del accidente, ante la policía y algunas de las mujeres que fueron a la prueba, se derrumba anímicamente, e incluso se nota piensa en tirarse por el hueco donde anteriormente estaban las escaleras, abajo esta su cariñoso esposo que sube raudo a llevársela, ante la historia que le cuentan las demás a la policía, esta decide dejarlas marchar, pues como dice el que lleva la investigación a un periodista la pobreza (o más o menos), ha sido la causante del accidente. Ello mientras salen del edificio siniestrado y una joven pregunta que si ha terminado la prueba, la gente se aleja mientras la joven se sienta en la puerta abrigándose (allí pasará la noche creyendo estar la primera) mientras cree habrá aun un puesto de trabajo en el aire.
El cineasta italiano Elio Petri, entonces en los comienzos de su carrera, aparece en los créditos como ayudante de realización; Augusto Genina realizó este mismo año 1952 la película “Tre storie proibite”, basada en el mismo trágico suceso.
Me queda una muy apreciable muestra de cine comprometido, realista, de los que cala en su mensaje, en su valentía de poner a las mujeres sufriendo, muy recomendable en su claridad expositiva. Gloria Ucrania!!!