158/12(17/07/12) Muy buen documental de Mike Siegel, uno de los más importantes biógrafos de Sam Peckinpah, sobre la vida y obra de uno de los realizadores más creativos, rebeldes, combativos e influyentes de la Historia del Cine. El film hace un recorrido por la vida y obra de este genio, desde su infancia, pasando por sus comienzos en la televisión, siguiendo por sus poderosos trabajos en el cine, y llegando a su decadencia, tanto física como artística. Sigue el patrón en el que el relato está surcado por imágenes de archivo, tanto de fotos particulares como de sus cintas, esto entrelazado con entrevistas a gente que lo conoció, como Ernest Borgnine, James Coburn, L. Q. Jones, Kris Kristofferson, R. G. Armstrong, David Warner, Bo Hopkins, Lupita Peckinpah o Ali MacGraw, es aquí donde la obra gana en emociones pues los testimonios están rebosante de sentimientos de afecto, de un estremecedor cariño, las anécdotas que relatan marcan a fuego la controvertida personalidad de Bloody Sam. La historia es un evocador recorrido por las peripecias de un tipo único, un ser inquebrantable, dotado de una integridad indestructible, esto mezclado con un carácter explosivo derivó en que sus películas estuvieron salpicadas de multitud de problemas con los productores, los montajes finales fueron batallas encarnizadas donde Sam en alguna ocasión llegó a pedir que le quitaran de los títulos de crédito, incluso llegando a ser despedido de obras recién comenzadas a rodar con ‘Cincinati Kid’ con Steve McQueen que rodó finalmente Norman Jewison. Nos cuentan cómo era un adicto a las drogas y al alcohol, de cómo esto le tenía atormentado pero no podía salir de esta espiral mortal. En 22 años rodó 14 obras varias de ellas Obras Maestras, ‘Duelo en la Alta Sierra’, ‘Grupo Salvaje’, ‘La Huída’ o ‘Pat garret & Billy The Kid’, pero tuvo un declive doloroso, viéndolo incluso de realizador de un videoclip de Julian Lennon. Era el Chico malo de Hollywood y lo llevaba gala, su ego requería de libertad absoluta, es por ello que comenzó a rodar en México, para alejarse lo máximo posible del control de los Estudios. Este es un espléndido tributo hacia uno de los visionarios del Séptimo Arte, de un gran ritmo, dotado de mucho sentido del humor, que emocionará, un poeta visual que retrató como nadie los sentimientos encontrados de la amistad y la traición, el sentido del deber, y casi siempre en un escenario crepuscular. Comentando el documental se pierde la perspectiva y en vez de hablar de sus valores hablamos de la vida del protagonista y se pasa de puntillas sobre su valoración, y lo mejor que puedo decir es que creo que Sam hubiera disfrutado viéndolo pues de él manan sentimientos que son inherentes a su cine, desborda calidez sin caer en el maniqueísmo fácil, la obra no pretende hacernos sentir lástima por Peckinpah, yo denotó un canto al individualismo que es lo que hace moverse al mundo. Fuerza y honor!!!