Tenemos a un Marlon Brando de tamaño gigante, embutido en un traje blanco, en un club de jazz y buscando a un ladrón llamado Nick, interpretado por Robert De Niro. Solo por reunir a las dos leyendas que interpretaron las versiones más vieja y más joven de Vito Corleone en las películas de El Padrino esta película merece el aprobado aunque su director Oz la jodiera con una dirección chapucera que al parecer arreglo De Niro dirigiendo en la sombra varias escenas ya que Marlon Brando no quería a Oz.
Edward Norton es el chico nuevo en el bloque de ladrones y estamos ante un gran elenco.
El director Frank Oz, mejor conocido por comedias como In and Out y Bowfinger, es menos experto en cine de acción y se nota al ver el film.
Al ver a Brando, que tenía problemas con el esfuerzo físico, subir y bajar de un taburete de la barra de un bar, siente uno nostalgia de su juventud y 60 kilos menos.
Aún así, Brando, con los ojos llenos de picardía, es la vida de la película.
De Niro, luce bien, pero no está a la altura del desafío, dejando que Norton este mucho mejor que él robando escenas.
No hay nada que no puedas ver venir en esta película, incluido el final sorpresa...
Aún así se puede ver por sus carismáticos protagonistas y es el testamento del genial Marlon Brando en su última película.