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España España · Murcia
Voto de Tyler:
7
Drama Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
1 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorrentino, nos deja otra enorme película en la que defiende el arte y el deseo de transmitir lo que llevamos dentro como la razón que nos hace estar vivos, también habla del nacimiento del artista, de su madurez y de su final. Optimista en el sentido de que el ser humano tiene una capacidad y variedad artística infinita, ya sea componiendo música, dirigiendo cine, actuando, cantando, escalando, bailando, masajeando, jugando al fútbol, tocando el violín, incluso ejerciendo la prostitución, etc, también pesimista mostrando la frustración de cada uno de los personajes según la fase artística en la que se encuentren y sobre todo por la llegada del final.

Nos muestra la vida del artista no cómo una historia de un personaje, sino apoyándose en una docena de artistas y las diferentes etapas en las que se encuentran cada uno de ellos, así presenciamos el nacimiento de dos futuros artistas con los dos niños, el maravilloso personaje de Paul Dano en busca de su madurez artística, madurez absoluta donde se encuentra Miss Universo, la masajista y la soprano que tanto odia Fred, no por lo que es ella que ni la conoce, sino por lo que ya no es su mujer, importante el papel que se reserva para Raquel Weisz para empatizar con el espectador (y para que maldigamos a Sorrentino), personaje sin ninguna inquietud artística, que ha vivido siempre a la sombra del padre, envuelta en la mundanidad.

Para terminar hay 3 personajes al final de sus respectivas carreras que llegan muy adentro. El papel de Maradona produce algo imposible de describir, entre el esperpento visual y la tristeza infinita, el que lo ha sido y tenido todo, como vivir tanto tiempo tras la retirada, teniendo en cuenta que la carrera como futbolista es tan corta, imagínense un actor o director retirándose en la treintena, cuando la mayoría no ha llegado a su madurez, compadezco al que no es capaz de ver arte en el deporte, no sabe lo que se pierde. El personaje de Harvey Keitel es el artista romántico por excelencia, ha vivido y respirado desde aquel día en el que aprendió a "montar en bicicleta", para hacer cine y lanzar al estrellato a cientos de actrices, todo el tiempo buscando el final de su película y este no puede ser más bello y a la vez terrorífico. Y por último está el protagonista Michael Caine, es el artista perfecto, ha dedicado la vida a su arte, pero también ha sabido cuando parar, o eso es lo que él cree, cuando en realidad son los sentimientos en los que en principio no creía lo que no le dejaron continuar con su carrera, en honor a su amigo se enfrentará a aquello de lo que llevaba tanto tiempo huyendo en esos diez últimos formidables minutos.

A todo este argumento hay que añadirle la capacidad visual de su autor, la música, las interpretaciones, el humor que nunca falta, en este caso en forma de guantazo, disfraz de Paul Dano, próstatas, cuernos, escaladores entrando a ligar y los mudos del comedor... delirante, así como otras escenas no tan bien conseguidas como el concierto de cencerros y las actrices en la colina. Un director en plena madurez que nos habla de su pasado, presente, y sobre todo, del miedo que le tiene al futuro.
Tyler
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