"El viaje de Arlo" parte de una premisa bastante interesante, y sabiendo que esta película es de la compañía Pixar, podía haber salido una obra maestra inolvidable, pero lamentablemente, con este film, Pixar nos enseña que no se pueden hacer dos excelentes películas en el mismo año y de la misma compañía.
La famosa empresa nos maravilló en el 2015 con la impresionante "Del revés", la para mí, mejor película del año pasado. Así que supongo que las expectativas eran muy altas, pero a mí, desde un inicio, este proyecto me olía a chamusquina. No me atreví a verla en el cine, pero sabía que necesitaba visionarla, y ayer me decidí a darle una oportunidad. Y mis tristes pensamientos tenían razón acerca de esta película.
"El viaje de Arlo" (por una vez puedo decir que es bastante mejor el título español que el original) tiene unos 15 primeros minutos bastante buenos, del verdadero Pixar. Sin embargo, el film va perdiendo interés desde que los dos protagonistas se conocen, y la propuesta queda reducida a una película que intenta hacerte llorar y no lo consigue.
A pesar de que apenas dura 90 minutos, al menos 30 son de relleno, porque por el nudo de la historia sobran muchas, muchas escenas.
La animación, a pesar de ser buena, es bastante inferior si la comparamos con los vivos colores que desprenden casi todas las películas de Pixar.
Un pequeño desastre de la compañía, y una decepción en su género. Si la apruebo, es por sus 15 minutos iniciales, alguna que otra escena bastante bonita, la animación y por la música, realmente excelente.