15 de abril de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típica peli de grandes robos comandados por una mente privilegiada, en este caso encarnada en el siempre grande Michael Caine. Radford siempre ha sido un director muy impersonal, aquí no es que cobre vida de pronto y nos regale una orgía autoral, al contrario, la película es bastante seca. A favor hay que decir que los personajes principales tienen un perfil un poco más atípico de lo habitual en películas de este estilo. Sorprende un poco ver a Demi Moore por primera vez intentando utilizar sus recursos actorales y no los pectorales. De todos modos hubiera sido preferible una actriz un poco más competente y a ser posible con la edad del personaje. No sé qué es peor, el emplasto blanco que le ponen para que parezca más joven o los lamentables pegotes de látex con los que aparece de anciana.
Caine no está en su mejor papel, pero compensa con inmenso oficio. La historia se sigue con interés, es bastante entretenida y a pesar de poner a prueba la credibilidad del espectador con su rocambolesca operación diamante, se deja ver sin aspavientos.
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