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España España · Barcelona
Voto de Ed Lauter:
7
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (1997-2003). 6 temporadas. 56 episodios. En el estado de Nueva York se encuentra la Penitenciaría Oswald, a la que casi todo el mundo conoce como Oz. No es una cárcel cualquiera, sino una prisión de máxima seguridad en la que existe una unidad experimental, la Ciudad Esmeralda, con la que se pretende conseguir la rehabilitación de los presos. Limpia, pulcra, moderna y hasta hermosa, la Ciudad Esmeralda no deja de ser, sin ... [+]
22 de enero de 2022
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A Oz le sucede lo mismo que a tantas otras series. Cuenta con una premisa interesantísima, un elenco actoral extraordinario sin nombres especialmente llamativos dando vida a personajes muy sugestivos y unos guiones terriblemente adictivos que funcionan incluso veinte años después de su estreno. Y al mismo tiempo adolece del mismo problema que la mayoría de series producidas en masa hoy día: su éxito empujó a HBO a estirar artificialmente la historia sin que la calidad de los guiones estuviese a la altura de sus inicios, decayendo progresivamente temporada a temporada. Pero Oz cuenta con un valor añadido incalculable que la diferencia del resto, el valor que tienen los pioneros. Porque Oz abrió el camino de la Era Dorada de las Series en televisión. Sin su valentía para romper moldes en 1997 posiblemente hubiésemos tardado unos cuantos años más en ver series como Los Soprano, A dos metros bajo tierra, Carnivale, The Wire o Juego de Tronos.

Vista por primera vez recientemente, me he sorprendido a mí mismo, aún siendo un consumidor habitual de películas de terror, horror y cine poco convencional, sintiéndome perturbado por la cantidad de violencia, sadismo y sexo, casi siempre homosexual, que contienen todos sus arcos argumentales. Me he sentido incluso más sorprendido por la forma cruda y directa en que una serie norteamericana muestra los conflictos raciales entre los presos. Veinte años después, en la era del MeToo, del lenguaje inclusivo y de la estupidez más absoluta, la televisión actual no tiene cojones de mostrar algo así.

Es esta crudeza en sus guiones, tan inhabitual en la televisión antes de Oz y de nuevo a día de hoy, junto a unos actores en estado de gracia que hacen creibles esos guiones incluso en algunas situaciones llevadas algo al extremo por los show runners, lo que convierten a Oz en una serie reivindicable y disfrutable dos décadas después. Con todo, Oz no es perfecta en absoluto. Le sobran descaradamente las tres últimas temporadas. Si hubiesen sido capaces de condensar lo mejor de las temporadas cuarta a sexta en una sola temporada de ocho episodios, mi nota sería más elevada. Pero en las tres últimas temporadas tuve una sensación brutal de hastío por lo repetitivo de las tramas y el grado de inverosimilitud de muchísimas situaciones. A partir de dicha cuarta temporada, además de tener unos guiones flojísimos, la serie no sale de su espiral descendente y destructora. Tal es el grado de pesimismo que alcanzan las tramas que llegan a hacerse previsibles, incluso casi paródicas, ya que en Oz si algo puede salir mal o si un personaje se debate entre un futuro esperanzador o un destino atroz, éste último se acaba cumpliendo SIEMPRE y de la manera más espantosa y cruel imaginable.

Aunque terminé la serie por una cuestión de no dejarla incompleta más que de disfrutarla, vale mucho la pena ver sus tres primeras temporadas y cerrar el grifo para pasar a otra cosa. Una historia coral de prisiones realmente acojonante llevada a la pantalla por unos actores cuyos personajes (la Hermana Peter Marie, Tobias Beecher, Chris Keller, Vern Schillinger, Kareem Said, Ryan O'Riley, Leo Glynn, Tim McManus, Augustus Hill, la doctora Nathan, Busmalis y Rebadow, etc) ya forman parte de mi recuerdo televisivo personal.
Ed Lauter
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