Terminando de ver “Piper” (2016) de Alan Barillaro. Cortometraje animado por computadora, producido por Pixar Animation Studios, nominado al Premio Oscar como mejor cortometraje de animación. La acción de apenas 6 minutos de duración, es de corte familiar, aparte de lo didáctico, es una comedia costumbrista que sigue a una cría de correlimos tridáctilo, o “playerito blanco” (Calidris alba) que ha salido por primera vez del nido, y debe aprender a superar su miedo al agua para buscar comida. Pero no lo tendrá nada fácil, porque el alimento se encuentra enterrado bajo la arena de la playa; por lo que debe correr tras las olas arriba y abajo por la playa, capturando pequeños bivalvos, pulgas de mar y otros pequeños animales que son lanzados por el agua sobre la arena. Sin embargo, contará con la ayuda de un grupo de cangrejos ermitaños, que cavan en la arena para encontrar alimentos más profundos, y evitar ser golpeados por la marea. Al copiar su comportamiento, Piper comienza a ver la belleza del mundo submarino, y se vuelve experto en descubrir comida para el rebaño, al tiempo que supera sus miedos. “Piper” (2016) es un muestra clara de lo que significa “el rito de paso” para convertirse en alguien autosuficiente. En lo técnico, llama la atención las texturas de los elementos naturales como la arena, las conchas, las algas, el agua, las almejas o los propios animales; el detalle minucioso de las plumas, y la perspectiva de Piper ante lo que ve, y nos muestra. Como dato, este cortometraje, acompaña a la proyección de “Finding Dory” (2016) en cines. Como nota de producción, Alan Barillaro y su equipo de animación, visitaron las playas del área de la bahía de San Francisco, así como el acuario de la bahía de Monterey, para estudiar la apariencia y el comportamiento de los correlimos y otros pájaros visibles. Como dijo Dory: “Ella sólo siguió nadando...”
RECOMENDADA
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