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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
6
Fantástico. Ciencia ficción. Aventuras Sobre una plataforma marina perdida en la niebla, el malvado Krank envejece prematuramente, pues carece de una cualidad esencial: la facultad de soñar. Por esta razón, rapta a los niños de la ciudad para robarles sus sueños. Sus compañeros de infortunio son: Irvin, un cerebro que flota dentro de un acuario, la señorita Bismuth y una banda de clónicos. Al otro lado de la niebla, en la ciudad portuaria, se encuentra One, una fuerza de la ... [+]
15 de enero de 2018
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Terminando de ver “La Cité des Enfants Perdus” (1995) dirigida por Marc Caro & Jean-Pierre Jeunet con Ron Perlman, Daniel Emilfork, Judith Vittet, Dominique Pinon, Jean-Claude Dreyfuss, Geneviève Brunet, entre otros. Película de ciencia ficción distópica, sobre un hombre de feria que intenta rescatar a su hermano de una familia siniestra que secuestra niños para fines egoístas. La película abrió El Festival Internacional de Cine de Cannes en 1995, y fue nominada a La Palme d’Or. Toda la producción vale por la estética, toda la dirección de arte, muy al estilo de Jules Verne, con algo que desarrollaría Guillermo del Toro en su filmografía, y especialmente en su Obra Maestra “The Shape Of Water” (2017), inclusive hay algo de la saga MATRIX, así como el vestuario de Jean-Paul Gautier, y los magníficos efectos especiales, como la clonación y el decorado; elevan la propuesta como producción, pero no como historia, y esa es una GRAN factura. El relato no es sólido, no se sabe nada del emplazamiento, cómo llegaron ahí los personajes, y nacen muchas preguntas que no tienen respuesta, como por ejemplo, de donde viene la familia “mutante”, su historia y sus propósitos, así como la pandilla de niños y las mellizas que los esclavizan. Pero sobre todo, el mundo de fantasía no está explicado; al tiempo que hay escenas “extrañas” de doble lectura que parecen señalar el abuso infantil y la pedofilia. Sin embargo, se deja entrever que el capitalismo permite el interés propio, como la libertad de producir desarrollos científicos deplorables, perseguir ideas religiosas fanáticas, y buscar la riqueza por la ilegalidad; y por otro lado, expone la explotación de los niños, de su ternura, y su inocencia; al mismo tiempo que sugieren que no hay lugar en el capitalismo para la originalidad, la empatía, el deber, el análisis auto-reflexivo y otros aspectos definitorios de “lo humano” Todo ello que bien pudo ser sacado de la mente de Charles Dickens. Nos queda que “algunas personas siguen sus sueños, y otros los roban”, algo muy actual.
RECOMENDADA
NO tendrá una nota en el blog de Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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