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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
8
7,5
7.578
Documental A primera vista, los Friedman (Arnold Friedman, Elaine Friedman, David Friedman, Seth Friedman y Jesse Friedman) parecen una típica familia americana. Judíos de clase media-alta, él es un reconocido profesor, ella es ama de casa, y viven con sus tres hijos en Great Neck (Long Island). Un Día de Acción de Gracias, mientras la familia se prepara para la cena, la Policía irrumpe en su casa, la registra de arriba abajo y detiene a Arnold, ... [+]
17 de octubre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Capturing The Friedmans” (2003) de Andrew Jarecki con Arnold Friedman, Elaine Friedman, David Friedman, Seth Friedman, Jesse Friedman, Howard Friedman, John MCDermott, Francesc Galasso, Joseph Onorato, Abbey Boklan, entre otros.
Documental nominado al Oscar como Mejor Documental, se centra en la investigación de Arnold y Jesse Friedman, acusados de abuso sexual de menores en los años 80; por lo que se muestra la desestructuración familiar debido a ello; analiza la naturaleza escurridiza de la verdad a través del prisma de uno de los casos criminales más extraños de la historia de EEUU; y se muestra desde el punto de vista de los mismos protagonistas, de ahí que la gran cantidad de videos mostrados no fueron hechos con la publicación en mente, sino como una forma de registrar realmente lo que estaba sucediendo en sus vidas; y a raíz del evento, todos parecen ser, al mismo tiempo, moralmente sospechosos y sorprendentemente inocentes cuando relatan sus historias y afirmaciones...
Se sabe que papá leía pornografía infantil, pero el abuso sexual cuestionable se convierte en el eje de la crisis de la familia; especialmente el hijo acusado, el hijo mayor y la madre son los que llevan el peso del documental; donde la narración es absolutamente visual, apoyándose en sus propias grabaciones familiares; por lo que el espectador cuestiona el misterio que alberga el alma humana y su ambigüedad; y con esa ambigüedad, aquí abundan las ironías… por lo que se abre un debate sobre los tabúes de la sociedad, sobre el papel de los medios y sobre la presión que supone tener a la opinión pública en contra.
Son muchos los temas colaterales que toca este amargo y perturbador documental, pero todos ellos giran constantemente en torno a la acusación de pederastia contra el profesor Arnold Friedman.
Técnicamente, este es el primer largometraje del director, se construye un magnífico relato de los hechos en un espectáculo en todo momento fascinante y, en general monstruoso, extraño, bizarro y hasta desconcertante; con una magnífica fluidez narrativa que permite matizar entre las distintas versiones de la verdad que los personajes ofrecen.
Todo esto comenzó cuando Jarecki inicialmente estaba haciendo un cortometraje, “Just a Clown”, que completó, sobre animadores de fiestas de cumpleaños infantiles en New York, incluido el popular payaso David Friedman y su personaje “Silly Billy”; por lo que durante su investigación, Jarecki se enteró de que el hermano de David Friedman, Jesse, y su padre, Arnold, se habían declarado culpables de abuso sexual infantil, y la familia tenía un archivo de películas caseras…
Con ello en mente, Jarecki entrevistó a algunos de los niños involucrados, y terminó haciendo una película centrada en Los Friedman; pero el director se limita a recoger testimonios de la familia, algunas víctimas, abogados y agente de policía; y entrelaza las entrevistas con los numerosos videos caseros de Los Friedman.
Estas grabaciones son la base documental de la película, que se complementan con imágenes de archivo del caso que se emitieron por televisión en aquella época; y de esa manera, el film se centra en 2 temas principalmente:
El arresto, juicio y condena de Arnold y Jesse; y el desmoronamiento de la familia a raíz del acontecimiento.
Sin olvidar que se hace un juicio del sistema de valores de la sociedad de EEUU, y hace referencia a la histeria mediática que acompañó al caso.
Por tanto, el espectador queda entre la duda de culpabilidad e inocencia de los acusados; enseña a creer en la presunción de inocencia, en el gran poder que pueden ejercer los medios y la sociedad en el ámbito personal.
Pero sobre todo, expone los diferentes puntos de vista que se tuvieron del caso; no es casual que posteriormente al estreno, algunas de las presuntas víctimas y familiares de Friedman, escribieron al Comité de Premios Oscar, protestando por la nominación; y es que el documental va más allá del tema que trata, porque sirven para reflexionar sobre la sociedad, sobre el ser humano y también sobre el propio cine y el propio formato documental.
Es un hecho que Los Friedman eran todos extraños, por tanto, el filme cobra otra dimensión de interés por el tipo de personajes tan peculiares que presenta, y por el tipo de interacciones familiares que retrata:
El padre y los 3 hijos habían formado una confabulación que mantenía fuera a la madre, que irónicamente es la que más minutos de declaraciones tiene en el documental.
Arnold, aficionado al cine y a la cámara, era gay “enclosetado” por la época que le tocó vivir, y muy probablemente con inclinaciones pederastas adquiridas, aquí está siempre ausente, raramente hablando, como muerto en vida…
Elaine, la madre, era una mujer de mojigata educación, empeñada en fundar una familia “como Dios manda”, que insistió en casarse con un hombre renuente al matrimonio, es mostrada como la persona más afectada, y es el miembro menos valorado de la familia; que al final sabía de las inclinaciones sexuales del marido, y cree que las acusaciones pueden ser verdad…
Todos los hijos idolatran al padre “a ojo cerrado”:
David, el hijo mayor, payaso de profesión, ¿Acaso no sabe quién era Pogo?
Con sus declaraciones durante el documental nos demuestra que está muy mal de la cabeza… con mucho resentimiento hacia la madre…
Seth Friedman, el hijo mediano, no aparece en el documental, porque se negó a ser parte de la producción...
Y Jesse, el hijo menor, entra a formar parte del caso de pederastia que envuelve a su padre por las declaraciones de los alumnos...
Otros que hablan en el documental es Howard Friedman, el hermano de Arnold, que es tan extraño y ambiguo que al final vemos que es gay también, y que no recuerda que la pérdida de la hermana, una balletista en ciernes, provocó un impacto psicológico en ambos hermanos...

SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro Zamora Cubillo
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