Última película del director responsable de uno de los títulos más influyentes del J-Horror, The Ring (1998), que no está en su mejor momento, encadenando películas de dudosa calidad. La propuesta cuenta con un reparto con nombres como Kanna Hashimoto (Re/Member, 2022), y Mayu Hotta (Kenshin, el Guerrero Samurái: El Principio, 2021).

Cuando la directora de vídeos para internet Hiroko Kurasawa visita la casa de su antiguo colega Naoto Ihara, quien ha perdido a su esposa, ve a su hijo Haruto recitando un extraño hechizo en dirección a un montículo de tierra en su jardín. Un encantamiento misterioso, la cola de un lagarto, un dedo, una sombra pálida, un montón de tierra ondulante y una casa sellada... Alrededor de Hiroko comienzan a producirse fenómenos extraños y lo que comenzó como el deseo inocente de un niño se convierte en una maldad desatada.(FilmAffinity)

Si bien queda lejos de la obra magna del director, o de otros títulos destacables del mismo como Dark Water (2002), Juego Prohibido resulta en un entretenimiento digno que mantendra entretenido a aquellos que disfruten del terror japonés, y que no tengan demasiadas expectativas. Nakata se limita a repetir trucos vistos en demasiadas ocasiones, que pueden resultar disfrutones, pero que pueden llegar a ser autoparódicos. El ente antagonista cumple, pero termina por resultar demasiado exagerado y perdiendo gran parte de eficacia. Las actuaciones cumplen su cometido, aunque no pasan de la mediocridad, y el guión tiene el mismo problema que la dirección, y es que se limita a repetir lo ya repetido.

Si bien Juego Prohibido es una película mediocre y olvidable, es algo mejor de lo que está sacando Nakata en los últimos años, y puede ser un buen pasatiempo con algunos puntos muy interesantes.

Nota personal 5/10