De las tres partes, una es como una película china antigua, todo es feo, hablan y parece que no se contesten. La situación parece de adolescentes bobos pero ya no lo son, incluso parecen más mayores de los 25 años que se supone que tienen o menos. Ella, Tao, parece idiota, como uno le dice, y el otro amigo igual. Al final ella se queda con el que por lo menos mueve ficha. En fin, el otro se larga lejos a trabajar en una mina.
No se entiende que ella no mantenga contacto con su hijo, ya que no es pobre, sino bien situada, y la madrastra bien que se comunicaba con el niño que ni siquiera era su hijo. No se entiende que el padre de Dolar lo envíe fuera casi un niño y luego se queje de que el niño de joven no hable chino, o mandarín, lo que hablen. ¿Es que no han tenido contacto con su hijo ni en vacaciones? En fin, una historia que en mi opinión no hay por donde cogerla. Solo se salva la generosidad de Tao con su amigo y el detalle del jersey, que piensas, ah, se lo va a poner como antes, y luego no, no se lo pone. Aparece más guapa, hecha una señorona, con el pelo largo y pintada. Y luego vemos qué hacía con el jersey, todo un reciclaje.
En fin, que se puede ver pero haciendo un esfuerzo para no dormir.