Vaya que es una reverenda pelotudez pero alcancé a verla toda.

Empieza bien, prometiendo mucho y no cumpliendo con todas sus promesas, como ocurre con el amor, pero en fin sigue adelante como ocurría antes con los matrimonios.

No van a ir quedando muchas ilusiones acerca de las relaciones humanas según como lo va pintando la película entre risa y risa. Riamos pero enterémonos no es por lo primitivo, somos más bien seres instintivos, no obstante argumentemos y filosofemos.

Bueno, no me jorobó verla y por momentos me divirtió, entretiene no creo que haya sido pensada para otra cosa. Si su ideología fuera explicitada creo daría para deprimirse pero no, quedémonos en la risa y celebremos ser capaces de todo por seguir echándonos unos polvos.