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Voto de CousIand:
7
5,4
27.224
Terror
Secuela de la película [•REC] (2006), con el mismo formato de falso documental. Quince minutos después del final de la primera parte, un grupo de policías entran en el edificio acompañados por un doctor con tal de conseguir la sangre de los infectados, en especial la de la infectada inicial que habitaba el ático, para encontrar una cura. A su vez, tres adolescentes, un bombero y un antiguo inquilino entran por el alcantarillado. Lo que ... [+]
18 de marzo de 2018
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Siendo REC una cinta tan satisfactoria e inmersiva, la idea de volver a ese edificio de pesadilla prometía ser una experiencia cuanto menos intensa. Pese a que el factor de sorpresa y frescura de la original no se podía volver a reproducir, la fórmula se mantuvo de la mano de los mismos directores, y eso por sí solo ya daba una cierta tranquilidad. Aún así, no hace falta mucho para empezar a darse cuenta de los problemas que tiene esta continuación.
REC 2 es una secuela directísima de la primera película, tanto que empieza pocos minutos después del final de esta. El caos ya se ha desatado en el edificio a causa de la infección, así que es un grupo de GEOs armados el encargado de adentrarse en su interior para poner orden. Quizá en un intento por no caer en la intrascendencia argumental, el film no tarda en introducir un giro al que por otra parte ya apuntaban claramente los compases finales de la original. Si entonces ya se hablaba de una niña poseída como origen de la infección, ahora la vertiente paranormal se dispara hasta el punto de que uno de los personajes principales es un cura que, crucifijo en mano, interroga a un demonio que entre otras cosas profiere insultos a través del cuerpo de los infectados. Habrá a quien no le disguste la consolidación de esta vuelta de tuerca en el argumento, pero yo coincido con muchas críticas en que era bastante mejor la explicación de un virus parecido a la rabia, ya que esto acaba de un plumazo con el realismo que se intenta transmitir.
No obstante, Jaume Balagueró y Paco Plaza debieron darse cuenta de que esto no era suficiente para rellenar una hora y media de metraje, así que incluyeron a un trío de adolescentes sin demasiadas luces que deciden colarse en el edificio. Como recurso es bastante pobre y barato, pero al menos sirve para entregar algunos de los momentos más brutales y angustiosos del film.
De hecho, el gran acierto de REC 2 es precisamente ese: sabe mantener la tensión y la claustrofobia, y transmitir la desesperación de los personajes de una forma natural. En síntesis, aquello que tan bien hacía la cinta original. Por la parte negativa, hay más sobresaltos y son más predecibles que antaño, así que el impacto que producen es considerablemente menor. Otra de las novedades, pasar de una sola cámara a varias, es por una parte enriquecedora al ofrecerse distintas perspectivas a lo largo de la película, pero a cambio daña la inmersión que proporcionaba ver las cosas desde el mismo punto de vista de principio a fin.
En conclusión, REC 2 es una secuela inferior que trabaja sobre una base sólida. Su mayor virtud es mantenerse fiel a la película original, pero la deriva paranormal de su argumento y algunas malas decisiones en su desarrollo acaban por lastrarla.
REC 2 es una secuela directísima de la primera película, tanto que empieza pocos minutos después del final de esta. El caos ya se ha desatado en el edificio a causa de la infección, así que es un grupo de GEOs armados el encargado de adentrarse en su interior para poner orden. Quizá en un intento por no caer en la intrascendencia argumental, el film no tarda en introducir un giro al que por otra parte ya apuntaban claramente los compases finales de la original. Si entonces ya se hablaba de una niña poseída como origen de la infección, ahora la vertiente paranormal se dispara hasta el punto de que uno de los personajes principales es un cura que, crucifijo en mano, interroga a un demonio que entre otras cosas profiere insultos a través del cuerpo de los infectados. Habrá a quien no le disguste la consolidación de esta vuelta de tuerca en el argumento, pero yo coincido con muchas críticas en que era bastante mejor la explicación de un virus parecido a la rabia, ya que esto acaba de un plumazo con el realismo que se intenta transmitir.
No obstante, Jaume Balagueró y Paco Plaza debieron darse cuenta de que esto no era suficiente para rellenar una hora y media de metraje, así que incluyeron a un trío de adolescentes sin demasiadas luces que deciden colarse en el edificio. Como recurso es bastante pobre y barato, pero al menos sirve para entregar algunos de los momentos más brutales y angustiosos del film.
De hecho, el gran acierto de REC 2 es precisamente ese: sabe mantener la tensión y la claustrofobia, y transmitir la desesperación de los personajes de una forma natural. En síntesis, aquello que tan bien hacía la cinta original. Por la parte negativa, hay más sobresaltos y son más predecibles que antaño, así que el impacto que producen es considerablemente menor. Otra de las novedades, pasar de una sola cámara a varias, es por una parte enriquecedora al ofrecerse distintas perspectivas a lo largo de la película, pero a cambio daña la inmersión que proporcionaba ver las cosas desde el mismo punto de vista de principio a fin.
En conclusión, REC 2 es una secuela inferior que trabaja sobre una base sólida. Su mayor virtud es mantenerse fiel a la película original, pero la deriva paranormal de su argumento y algunas malas decisiones en su desarrollo acaban por lastrarla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pese a que dos de los tres chavales que entran en el edificio siguen sanos y salvos después de que Tito sea poseído, la película se olvida completamente de ellos y dejan de aparecer sin ningún motivo. Un fallo demasiado cantoso por pura conveniencia del guión, que ya no necesitaba a esos personajes.
Un pozo que sólo existe cuando se activa la visión nocturna de una cámara, y desaparece el resto de el tiempo. Se puede meter la mano en el agua y ver que es real, existe físicamente. ¿Cómo puede no estar ahí al cambiar la iluminación? No tiene ni pies ni cabeza.
Un pozo que sólo existe cuando se activa la visión nocturna de una cámara, y desaparece el resto de el tiempo. Se puede meter la mano en el agua y ver que es real, existe físicamente. ¿Cómo puede no estar ahí al cambiar la iluminación? No tiene ni pies ni cabeza.