Este Tony Scott es un palurdo con cámara en mano, siempre lo fue y siempre lo será. No tiene remedio.
Tras una primera parte que constituye la cima de su carrera, en la que un siempre comedido Denzel Wasington es contratado por unos padres millonarios para proteger a su hija ( impresionate Dakota Fanning ) de un posible secuestro, el pobrecito de Tony Scott nos lleva a una segunda parte que comienza con el secuestro de la niña y se muestra tal y como es, un director mediocre, un efectista patatero y palurdo , que confunde los efectos lisérgicos con cine ya no de calidad, sino con el mismísimo cine. En resumen, un director de videoclíps musicales de hora y media.
Música atronadora de chunda chunda con guitarrazos electricos que no pegan con las imágenes ni con el mejor de los pegamentos enfundando secuencias a base de pantallazos en flash porque un señor hace algo tan simple, cotidiano e imposible de evitar en un filme como es tomarse un cafe o comprarle pan al panadero. De las secuencias de tiros mejor ni hablar.
Estoy seguro de que no le dijo a DenzeL Washington que mientras tomaba el café o compraba el pan cantase las canciones que suenan en esta película como hace Madonna en sus videoclips porque se le vería el plumero.
Este es el futuro del cine señores, cine para gentes que en su infancia a la hora del bocadillo se ponían ante el televisor y veían videoclips de Madonna en vez de cortos del Pato Lucas, y bien sabe Dios que a esos amantes del cine no los culpo de ello. Nadie puede elegir su edad.
En un futuro no muy lejano las peliculillas como esta serán la buenas películas y tendrán a Tony Scott como uno de sus mayores Hacedores, y cuando esto ocurra los directores más salidos de tono (o sea, los Tony Scott del futuro ) filmarán el Via Crucis de Jesucristo con música Destroyer Termonuclear de fondo y aprovecharan las 24 imágenes por segundo para ponerles un efecto a cada imagen en ese segundo. Cuando llegue ese día todos serán unos palurdos dirigiendo y los Tony Scott, Michael Bay, y Roland Emmerich , etc de hoy seran los culpables.
Dicho todo esto, repito que la primera parte es magnífica y Dakota Fanning para ser una niña secuestra toda la película, aún estando Denzel Washington muy profesional.
Esta película con una banda sonora de las de toda la vida ( como la de la primera parte ) y sin tanto zoom , y otras técnicas de videoclip sería un peliculón. Pero al pobrecillo de Tony Scott siempre termina por entrarle el mono. El día que supere esa adicción será un gran director.