Siendo una película desarrollada en la Alemania nazi, es una pena que no se haya profundizado más en lo que acontece alrededor del profesor Halder. Todo sucede a un ritmo muy lento, con escenas demasiado fijas en dos o tres aspectos (la madre enferma, los titubeos de Halder, la relación con el psicoanalista judío), dando de lado otros aspectos que le habrían sumado en lugar de restarle: mostrar más los cambios sociales acaecidos en Alemania o presentar a las SS más a fondo. Por cierto, lamentable el actor de Goebbels, no se parecía absolutamente en nada al Ministro del Reich real.

Con el personaje de Mortensen tenemos un nuevo perfil de alemán que añadir a la lista de los que, por acción u omisión, colaboraron de un modo u otro con el régimen nacionalsocialista. A los aprovechados, los corruptos, los oportunistas, los fanáticos, los ambiciosos, los militares y los convencidos se añade ahora el grupo de los timoratos, los que se adaptaron perfectamente a lo que acontecía, porque los acontecimientos no iban con ellos. Hasta que se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo a su alrededor, y ya no podían hacer nada, sino resignarse y aceptar su parte de culpa.

P. D.: Gracias por poner en su sitio al amigo Ehavled Jef, Parnaso. Increíble el desconocimiento supino de este hombre. Debería ver menos películas y leer un poquito más. Toda crítica suya pierde todo valor viendo su nivel de conocimiento. Menos mal que, como bien has apuntado, la incultura tiene cura: ¡hay que leer más!

P. D.: Señor Ehavled Jef, "analógicamente" no es sinónimo de "análogamente". ¿Qué tipo de críticas pretende hacer si ni siquiera sabe castellano?