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España España · Barcelona
Voto de picais:
8
Romance. Drama Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) vuelve a casa después de terminar sus estudios universitarios. Es un joven que alberga un gran rencor contra la hipocresía y la corrupción de la sociedad que lo rodea. La señora Robinson (Anne Bancroft), una amiga de la familia, se encapricha de él y lo hace su amante. Pero cuando Benjamin conoce a Elaine (Katharine Ross), la hija de la señora Robinson, todo se complica... (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No debió de ser fácil para Dustin Hoffman decidirse entre la madre, una atractiva, sensual y experimentada Anne Bancroft, o la hija, una ingenua, inocente y preciosa Katharine Ross. Pero quien fuera el para poder tener ese maravilloso problema, quien no desearía tener ese lio en la cabeza. A la hora de tomar la decisión, le ayudó, y mucho, eso que llamamos amor, y que al parecer es un sentimiento que tiene más poder que un tsunami, hay quien dice que todo lo arrasa, lo engulle, o lo cambia a su antojo. Y cuando creemos que el deseo o la libido gobiernan nuestras vidas, pues resulta que no, que solo nos lo parecía, porque lo que realmente las dirige es el amor.
Algo así es lo que nos cuenta Nichols en esta comedia, drama, romance, o lo que sea, aunque eso es lo de menos, a quien le importa, yo me he emocionado, reído, divertido, sorprendido, complacido, vibrado y eso es lo que cuenta. Una verdadera delicia que no ha perdido fuerza con el paso de los años, y que nos recuerda que no se necesitan millones de presupuesto, ni tecnología punta, ni un montón de coches para destrozar, ni puñetazos por doquier, tipos volando o edificios que saltan por los aires, para hacer una buena película.
A veces es sencillo, un director con talento, un sólido guión, unos magníficos intérpretes, con la imagen impactante de la estupenda señora Robinson poniéndose la media, y el producto está servido. Por supuesto buenos técnicos, fotografía, montaje, y lo que tiene que hacer el público es solo disfrutar. Si además, como sucede en este caso, tenemos el plus de la extraordinaria banda sonora, ni más ni menos que de Simon and Garfunkel, no creo que podamos pedir mucho más. No parece difícil, pero en esta vida muchas veces, lo fácil es tan complicado.
picais
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