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España España · valencia
Voto de el feroz:
10
Western. Drama William Munny (Clint Eastwood) es un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a su hijos. Su única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega (Morgan Freeman) y de un joven inexperto (Jaimz Woolvett), Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jo...Qué barbaridad....! esa es la expresión que te viene a la mente, junto con una boca abierta, tras el visionado de lo que constituye una verdadera lección testimonial de lo que es el séptimo arte. Porque "Sin perdón" pone de manifiesto la diferencia sutil que existe entre hacer una buena película en que "suena la flauta", a veces, aunque no sea frecuente, por casualidad, y saber lo que es el cine, es decir, conocer su lenguaje, de la manera en que un artista del Renacimiento podía conocer, la mezcla de colores, los ingredientes de cada uno y los detalles más mínimos y técnicos de su aplicación, ya sea en pared o lienzo.

Desde el uso de los paisajes y el color, hasta el aprovechamiento de los primeros planos, que no renuncian a la fealdad ni a lo explícitamente rechazable, para dar énfasis a la expresividad del argumento. ¡ Qué extraordinarias esas tomas del rostro brutalmente agredido de Anna Levinne, que viene a ser casi una especie de trasunto del de William Munny, devastado no tanto por la violencia física como por la implacabilidad de la vida que le tocó vivir, frente al de éste, roto, hinchado y lleno de cicatrices de alma que se muestran en cada poro de la piel. De ahí que en el encuentro de estas dos almas perdidas, sin escapatoria posible se produzca uno de los diálogos más impagables de la película, cuando él yace destrozado el cuerpo por la paliza recibida.

Y absolutamente de antología la secuencia de la pelea final, con la eclosión de la violencia desatada, que hace que el espectador llegue a su comprensión final y entre en directa complicidad con las imágenes.
En la despedida final de Eastwood-Munny a lomos de un corcel que parece salido del infierno, bajo la lluvia, escopeta en mano, y profiriendo amenazas, uno ve casi una imagen crepuscular del Predicador de "El Jinete Pálido", como si éste hubiera sido captado "por el reverso tenebroso de la Fuerza" (perdón por la referencia), algo para lo cual no se hubiera necesitado mucho. Es una de las formas más absolutamente magistrales con las que un director puede autohomenajearse. Y si es eso lo que hizo, se merece de pleno derecho darse el lujo. Eastwood es un maravilloso director de Westerns y éste es sin duda el mejor de su carrera. Con eso queda dicho todo.
el feroz
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