Realmente es una de las mejores películas de acción de la década. Miller ha conseguido hacer lo que hubiese querido cuando empezó con la saga. Desde el minuto 1 hasta el final, las frenéticas persecuciones y el fuego nos guían a través de una historia de supervivencia y redención. Los escenarios son más hostiles y calurosos que nunca, los personajes totalmente dementes y azotados por enfermedades, y Max es el hombre de pocas palabras y amigos que se ve inmerso sin siquiera quererlo en una persecución brutal a través del desierto. El protagonismo, sin embargo, recae ya no tanto en él, sino en su nueva ¿amiga?, y la cruzada de ésta por llevar los bienes más preciados del dictador Immortan Joe, a tierras de esperanza. Sin necesidad de unos profundos diálogos (incluso con diálogos estúpidos e innecesarios, debido a la demencia de sus personajes, podría decirse), Miler nos presenta una historia cuyo universo está treméndamente elaborado gracias a sus antecesoras y el tiempo que ha pasado desde entonces. Los avances tecnológicos han permitido darle una personalidad sobresaturada (si odias el juego naranja-azul aquí no te molestará en absoluto) a una imagen repleta de detalles, tanto en la escenografía, atrezzo y caracterización, como en los efectos especiales cuyo protagonista son el fuego, la sangre y el calor. Una banda sonora inmersiva completará las escenas de acción a lo largo del metraje haciéndolas todavía más épicas. Para los curiosos que no se deciden a verla por no conocer las anteriores, decir que no es necesario haberlas visto, aunque sí puede ser interesante conocer el contexto: en un futuro (cercano) desértico y postapocalíptico la población, azotada por la sed y la escasez de alimento, se concentra en torno a bandas dementes y con una estética muy marcada que dominan los pocos recursos que hay, especialmente la gasolina, la munición, y el agua. Max es un justiciero superviviente que vaga por su cuenta. Película de acción y más acción para ver en cine, y después adquirirla por si no realizan más. Aunque es posible, quién sabe, que sí.