Es de esa serie de films USA realizados en plena IIGM, lógicamente, con la finalidad principal de ayudar mental e ideológicamente al esfuerzo bélico de Estados Unidos y sus aliados. Dentro de eso, esta película presenta unos caracteres atractivos y una peripecia igualmente atractiva y muy bien contada para hacer patente la brutal invasión japonesa de zonas de China, las atrocidades y la heroica defensa de las fuerzas resistentes chinas hasta donde les era posible.

A destacar el calor que desprende siempre William Bendix en sus personajes, y la evolución del personaje de Alan Ladd, en uno de sus mejores papeles, con su capa de indiferencia y dureza, considerándose un hombre de negocios aventurero en la China invadida, procedente de un país aun en aquel momento neutral, y que va implicándose según lo que va viendo. El personaje de Loretta Young es el más irreal y de una sola pieza, pero combina bien con todo lo demás.

No es un trabajo rutinario, no. John Farrow, director no bien conocido y que habría que revisar más, se lo planteó muy en serio y consiguió una película tensa con una ambientación y una excelente fotografía en blanco y negro que transmite las sensaciones físicas de incertidumbre y peligro constante, teniendo también algo de "Road Movie" mientras seguimos a esa camioneta por pasajes pedregosos de montaña o de noche bajo una intensa lluvia muy bien captada. Maestría y perfección también en las escenas de bombardeos y combates.

Al igual que, por ejemplo, "Senderos de gloria" de Kubrick, esta película hace honor al dicho de "Lo bueno, si breve...", sin caer en la aberración en que han caído muchos después, de recargar hasta aburrir para que la película tenga una duración desmesurada y parezca "más importante", consiguiendo todo lo contrario. Creo que ésta es una de esas películas a las que, por decirlo así, se les pedía "8", y todo el equipo se lo tomó tan en serio que les salieron "80".